Capítulo 25

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Tal vez, debería de pensar mejor las cosas, últimamente no estaba involucrado en lo que sucedía en su vida personal, sino en sus estudios, ya que pasaba horas estudiando no solo lo del día sino también como siempre, leyendo una que otras cosas y siempre estaba tan inmerso que había dejado de tocar el violín, salir a leer en la terraza con una buena taza de té y con el aire en sus sentidos. Y volver al menos a revivir esto último, se sintió extraño y reconfortante. No fue tan mala idea de Harry, solo el hecho de no saber dónde estaba, le inquietaba, aunque lo trataba de descubrir, por alguna razón, el camino seco, como una pinta de otoño. Cómo si el invierno a penas le afectaba, pero por alguna razón, conocía aquel lugar. Llegaron a una cima, dónde se apreciaba el lago y el resto de la naturaleza, seca.

Caminó hasta casi el borde, cerró los ojos y aspiró hondo y suficiente el aroma de hoja seca y el ambiente casi húmedo, era como estar en su paraíso. Por alguna razón empezó a pensar en todo lo malo que pensaban los demás, sus padres, los demás niños, porque a pesar de todo era un ser humano, pero no se sentía como uno normal, a pesar de todo, no quería dejarse manipular. Así que, con mucho esfuerzo y en un fruncir y cerrar de ceño, abrió los ojos de golpe, se sentía tan liviano, pero protegido.

¿Te molesto? -susurró Harry en oído

Por toda respuesta, Draco acercó más los brazos de Harry en su cintura y se acurrucó en el cuello de Harry, estaba algo sorprendido.

Harry era una persona normal, no era tóxica, con errores aprendiendo de todo un poco el día a día y por alguna extraña razón, haciendo sentir a Draco diferente, en un buen sentido. Permanecieron así por un buen rato, un largo y cómodo rato. Hasta que Draco se separó y lo abrazó por el cuello, ni el sabía que estaba haciendo, solo se dejaba guiar

Gracias, en serio Harry -sonrió y acunó la cara de Harry entre sus manos y cuando sus miradas se cruzaron, se sintió tan bien en el interior, que sonrió como un criminal, que tenía guardado un secreto y lo hacía excitante en su interior 

Vamos, no te vas a quedar ahí parado ¿o te dejo? -Harry se colocó en el cuello de Draco y lo acarició en la espalda

¿Podemos sentarnos? Al menos por unos minutos más -abrazó más fuerte por el cuello a Harry

Como tu desees -lo separó y le tomó de la mano, era un impresionante contraste de piel y después que Draco se sentara lo hizo el.

Todo en silencio luego, Draco admirando al igual que Harry el lugar, sintiendo la fría y suave brisa. Pensando en buenas y malas cosas, prohibidas cosas, grandes cosas y sintiendo sin darse cuenta nuevas cosas.

Fue hasta el momento en que Draco recostó su cabeza en el hombro de Harry que todo estaba en absoluto silencio, el ambiente, sus pensamientos y en un momento, sus corazones

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