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Capítulo 29

Una persona como tu, debería de controlar su mal genio, cerebrito, se llama diplomacia fue lo que leyó Draco en una página en blanco de las notas del celular de Blaise cuando se lo pasó. Así que aún con lo exaltado que estaba por lo que Harry como siempre hacía y seguía pesando, lo tiró por la ventana y volvió a su posición inicial, con un brazo siendo de apoyo a su barbilla y viendo a la ventana.

Qué -susurró gritando cuando Blaise no dejaba de tocarlo y vió otro celular en pantalla negra y letras blancas Niño ridículo 

Draco Lucius Malfoy -Draco prestó atención al espejo retrovisor mostrando los ojos y el ceño fruncido de Harry -estarás castigado desde que lleguemos, nada de teléfonos -en plena vista de Harry, Draco agarró el suyo y tuvo el mismo destino que el anterior de Blaise

Busca otra manera de rastrearme - Draco no apartó la mirada retadora de la furiosa de Harry, se cruzó de hombros e incluso levantó una ceja, Harry solo apretó más fuerte el manubrio 

Draco iba a tirar a Blaise de la ventana si seguía molestando, después de tantas toques a su humanidad, lo volteó a ver esta vez decía: ¨Ídolo¨ a decir verdad, lo ignoró y volvió a ver por la ventana. Sonrió, Harry se lo había merecido, aunque sin saber el porque estaba enojado 

Cuando Draco despertó era porque le faltaba el oxígeno, sentía un terrible peso encima, hasta que lo empujó a un lado, la costumbre de Draco permanecía así que, a como indicaban los rayos del sol, podían ser un cuarto para las seis.

La cosa era, que no estaba en su cuarto y no recordaba como había llegado ahí, fue a asomarse que era lo que había tirado a un lado de la cama. Por lo visto era Blaise, roncaba como si fuera a tragarse la Tierra. No le pasaba nada mal, así que se puso unas pantuflas que encontró y se fue a la cocina, si no era una cosa era la otra.

 Buenos días Draco ¿cómo amaneces? -mencionó Harry con una sonrisa radiante, por lo visto fueron a correr pues Ginny y el andaban llenos de sudor y algo agitados, se estaban preparando café -bien ¿ustedes? -a Draco no le interesaba en lo absoluto, solo hizo en cuenta que iba a hacer el desayuno 

Déjalo Draco hoy te vamos a consentir y no harás nada -Ginny le había agarrado las manos y sonreído  como el ser más dulce del planeta, pero a Draco eso lo ne hacía ni cosquillas 

No necesito de ti para hacer mis cosas, gracias no te preocupes, puedo hacerlo solo -quitó sus manos de las de Ginny con cara extrañada -además, están sucios de andar por ahí

Draco ¿podemos hablar? -Harry le preguntó desde el marco de la puerta con la cabeza viendo hacia afuera

¿Qué están pensando ustedes dos eh? -preguntó entre algo molesto y curioso Draco cuando siguió a Harry casi por la ventana de su habitación 

Y ya entendía el porqué, Harry quería un lugar aparte para volver a besarlo. Cosa que molestó a Draco y se separó, se pasó la mano por la boca y escupió

Crees que con un desayuno, resolverás toda la mierda que estás haciendo y con besos tratas de rectificar, vaya ejemplar de oficial, mereces más que un título y lo has conseguido, pues ya perdiste mi confianza -Draco estaba con una total tranquilidad en cada palabra y no separaba su mirada de la asustada o más bien, sorprendida de Harry -tampoco me vengas con amor y esa mierda, que aunque digas muchas cosas, no pasaría nada, soy menor de edad y no podrías hacer nada

Yo en serio lo siento, sé que en ocasiones soy un tremendo imbécil, pero en serio trato de superarte y no puedo, esto de que seas técnicamente mi hijo me está matando el doble -cerró los ojos tragó saliva y siguió hablando -no sabes como te amo Draco, en serio, todo gira en torno a ti, es como si fueras mi calmante o pastilla de felicidad o cualquier cosa, aún con tu carácter, eres como un obsequio, no sabré de quién, pero si uno que vale tanto la pena que es necesario

Draco negó con la cabeza, estaba verdaderamente confundido y era fan de mantener su cabeza en un bullicio tremendo, se regresó a la casa aún sentía la cabeza pesada, por decirlo de alguna forma y las personas estaba que ni deberían acercarse, pero no, nadie entiende a los mudos.

Draco en serio cómo lamento todo, Harry ha sido muy bueno en explicarme lo que sientes y nunca quise que te sintieras así te lo juro, quería devolverte cada vez que podía el favor, porque siempre me has ayudado... -Draco escuchaba estática, estaba fuera de si, no se podía controlar, nunca, jamás en la vida imaginó que podría haberle golpeado a Ginny en la cara.

Por supuesto que Harry corrió hacia ella, por otro lado, no regañó a Draco

Vete -sin dudarlo Draco se fue, sorprendido de el mismo por todo, se recostó en la cama junto al ogro de Blaise que dormía, roncando como trailero y solo se quedó viendo al techo.

Cuando llegó a casa y abrió su computadora, el mensaje de Astoria lo sorprendió e inmediatamente dió un brinco de su asiento, agarró un teléfono de emergencia que había comprado por si se necesitaba y marcó el número de Astoria que lo tenía anotado en su agenda, se coordinó llegar a su casa, salió de su cuarto y dijo alto adiós, ya vuelvo.