Capítulo 15

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Abriendo los ojos sorprendido, meditando la información de Draco, ni siquiera se había dado cuenta que, hacia aquello, estaba tan enfrascado en Cho que no se dio cuenta de sus acciones. Soltándolo y suspirando hondo, se froto las manos en la cara.

Lo lamento, no quise hacerlo –bajo la cabeza y puso los brazos en jarra –puedes irte –se volteó, la verdad era que estaba estresado demasiado, sí, la casa estaba con más alegría, pero eso no quitaba el estrés del trabajo, agarro un vaso y vertió en el wiski de la licorera y lo trago de un solo

Había escuchado pasos, pensó que era Draco subiendo, no los noto hasta que sintió unos pequeños brazos rodeando su pecho, alzo la cabeza y luego de un momento se volteó para ver la adorable y juvenil cara del rubio, sonriendo le despeino el pelo y lo abrazó. Sabía que Draco no era de hacer ese tipo de gestos, así que dedujo que era para dejar las cosas en paz.

Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, si necesitas ayuda, no dudes en decir –cuando se separaron recibió una cálida sonrisa de Draco- ah y –lo detuvo antes de irse –no quiero que por curiosidad se quiten la virginidad

Qué bueno que no tengo tus genes –bromeo con una ligera sonrisa, lo vio irse y el sonriendo de lado, también subió a su habitación

¿en serio las tienes? Siempre quise tocar una –Astoria jugaba con la muñeca rusa que Blaise le había traído de Rusia

Si bueno, es muy desestrezante –sacando el regalo de la bolsa de lo tendió

¿para mí? –incrédula miro el regalo grande que Draco le extendía

No miro a nadie más –incitándola a sentarse en la cama, la miraba mientras lo abría

Draco... no debiste, gracias –lo miro a los ojos y lo abrazo mientras veía los libros que Draco le recomendó

Es lo menos que puedo hacer –con el calor en las mejillas, se sentó en la cama, quien cambio de expresión al ver lo que se avecinaba, obedeció y Draco la encaro –puedes decirme ¿Por qué dejas que te traten como una cosa?

No es eso, simplemente así se comporta Viktor y no puedo cambiar a alguien tan testarudo –con tristeza y pesadez lo miro cansada

Eres, una persona maravillosa, una criatura digna de admirar, atractiva –dándose cuenta de lo que hablaba sonrojado, agrego –en todos los sentidos, todas las personas lo son –soltando una sonrisita, Astoria más animada y curiosa de aquella situación lo observó, con ojos risueños, nerviosa

Qué lindo, deberían de ser como tú –se levantó y camino viendo con curiosidad la librera –deberían de ser más cultos, así tratarían mejor a las personas, crear nuevas generaciones, consientes en el amor y respeto que deben de tener con los demás. Tal vez, pensar con el corazón y apasionarse con el cerebro.

Y las chicas deberían ser como tú –se situó atrás de ella, viéndole el perfil y el cabello que caía en cascada, aunque lo que decía podía ser cierto, quería probarla –razonan o tratan de dar su mayor esfuerzo en simpatizar, aunque bueno es corazón solo bombea sangre -susurro

Deja de decir eso, que me sonrojo –sonriendo por conveniencia, negó, aunque era más la negación de su respuesta al experimento, adoptando un gesto serio, volvió a preguntar- ¿tu madre o padre saben de esto? –Astoria lentamente se dio la vuelta con una mirada avergonzada, alzando las cejas Draco espero la respuesta

Saben que salgo con él –exasperada se sentó en la cama –es bueno, no siempre se comporta así, la verdad es un gran novio, sé que no es infiel, sus otras novias me lo aseguran

Pero –se sentó junto a ella al ver que quería y no hablar

Hay cosas que... -se sobo el brazo –prefiero que queden ahí, no quiero hacer más largo el asunto o complicar más las cosas y mejor no tengo tantos amigos –al ver la cara de incredibilidad de Draco agrego rápidamente –no es que sea por eso, es porque cuando los necesito no están así que... mira sé que ve mal, como en los casos de violencia, pero está bien, me gusta, así sé que me quiere, que se preocupa por mí, no llega a lo físico y está bien

Y también lo es si te intimida –adquirió con gesto sarcástico

Claro que no, es mi instinto, nunca he visto a personas disgustadas o molestas, no vivo en ese tipo de ambientes –lo miro como no entendiendo –aunque, la primera vez estaba espantada, fue el primer celo que hizo, no sabía cómo controlar la situación, así que lo único que pensé fue darle un beso, sonreír y decirle cosas bonitas y reconfortantes
¿Por qué pasó eso? –la curiosidad invadía a Draco, además que presentía quien era, quería escucharla

Fue, ah, porque un chico, paso haciéndome reír y me invito a unos helados y cuando se quiso tomar una foto conmigo, había llegado Viktor y le quebró el celular –tratando de recordar con los ojos cerrados, después de unos momentos de averiguar del por qué la mirada de Draco, de unas cejas alzadas, la mano en la barbilla y negando levemente con la cabeza, agrego –pero es normal, un chico extraño tratándome como conocida y con mucha confianza, que se yo que peligro me espera

¿y después? ¿Qué otros? –tratando de analizar la situación pidió más información

Solo unos dos y tú, no ha hecho lo que paso con el primero, solo advertencias y miradas furiosas –alzando más las cejas (si es que se podía) al igual que los ojos frunció los labios- ¿sabes? Me siento como estúpida, yo diciéndote todo esto ¿y tú? Haciendo caras y preguntas sin alguna respuesta, pensé que tenías criterio propio y podrías pensar más allá de juzgar –molesta se levantó y mientras recogía sus cosas, Draco la agarró del brazo

Astoria ¿es que acaso no lo ves? –incrédulo por su actitud bufo

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