Porque cuando el amor no muere, mata {Martin Garrix & tú}

Capitulo nueve: Me perdí.

{________}

Mientras caminabamos Pía se encontró con unos amigos que yo no conocía y como suelo ser tímida o no sentírme bien al conocer amigos de mis amigos preferí alejarme cuando no me vieran. Comencé a recorrer las demás tiendas, ya había comprado mucha ropa y accesorios pero aún me faltaban zapatos. Yo era muy simple a la hora del colegio, nada de tacones, apenas si los soportaba cuando debía ir a una fiesta y ¿Piensan que los voy a soportar seis horas en el colegio? Pff ni loca.

Entré a una galería enorme, con piso de mármol y las paredes del mismo material cubierto por miles de repisas con zapatillas de todo tipo y marca y un par de posters que promocionaban las marcas.

Buen día, ¿Puedo ayudarla en algo? —se me acercó una chica amablemente-

Hola —respondí con una amplia sonrisa- umh estaba buscando la sección de Vans.

Claro, ¿Tienes algo en mente o prefieres revisar? —dijo mientras me guiaba por el pasillo largo-

Me gustaría mirar.

Muy bien aquí es, cualquier cosa me avisas.

Gracias.

Ella sonrió y se fue. Dejé mis bolsas sobre el sillón que estaba a mi lado y comencé a revisar las repisas que estaban en frente mío. Había de todos colores, simples, con detalles. Tomé unas negras clásicas de cordones blancos, otras azuladas con detalles de tachuelas a ambos lados y unas que tenían un pequeño tacón de plataforma. Sí, se que me estoy contradiciendo, pero los de plataforma son cómodos a diferencia de los verdaderos tacones con punta de aguja (los vienen con tacón bien finito u.u) y además adoraba el color baige, me convinaría perfecto con un par de conjuntos. Me probé primero esas y me enamoré en cuanto me las puse, se me veían increíble.

{Martin}

Nos encontrámos con Pía en el ascensor quien tenía una cara de espanto que hizo que mi corazón se detuviera.

¿Qué pasa Pía? —le dije esperándo que estuviera sola o tal vez se le haya perdido algo-

Perdí a _________.

¡¿Cómo que la perdiste?! —mi corazón comenzó a acelerarse. Con que ahora si funcionas maldito-

Tranquilo Martin —dijo Cody y nos encaminó a todos dentro del ascensor- debe estar en alguna tienda, subímos y la buscámos.

Asentí y subímos. Me fuí con Pía para saber donde la había visto por última vez y comenzamos a revisar las tiendas cercanas al lugar.

Cody y Scooter fueron por el otro lado.

{Cody}

Estaba buscando a una chica que no conocía. ¿Cómo era eso? Pues ni yo se explicarlo. Cuando me quise dar cuenta había perdido a Scooter, suspiré y seguí caminando. ¿Cómo sabría si la chica que pasaba en frente mío no era _________?

Seguí caminando hasta que oí como una pelea. No sé porque me llamó la atención pero entré en la tienda donde el chico que atendía en la caja parecía discutir con una joven. Me asomé cuando vi que ella tenía ganas de subirse y sacudirlo contra la mesa hasta no dar más.

¿Qué sucede? —pregunté a lo que ambos se callaron y me miraron-

¿Usted es el novio? Por favor dígale a la señorita que no es mi culpa que su tarjeta esté vencida.

¡No está vencida! —protestó ella, se me pasó por la cabeza el hecho de que si él no se cayaba en cualquier momento correría sangre-

¿Puedo ayudar en algo?

¡No! —me gritó y solo abrí los ojos sorprendido y levanté mis manos para que se tranquilizara. Ella solo suspiró y le quitó de la mano la tarjeta dejándo los zapatos que al parecer quería llevarse y se fué-

Hay cada loco aquí —dijo el chico con un tono que me causó escalosfrío. Era...era gay. No me mal entiendan, no tengo nada contra ellos pero este ya me estaba clavando los ojos-

Umh...quiero los zapatos que dejó —le pasé mi tarjeta y cuando la tomó sentí como acariciaba mi dedo por lo que rápido saqué mi mano y rasqué mi cabeza tratando de olvidarme de eso-

¿Y dime eres de por aquí? —dijo mientras pasaba la tarjeta-

Eh...no...s-soy de Australia.

Me estaba por volver loco. En cuanto me entregó la tarjeta la tomé mientras mi mano temblaba, tomé la bolsa con los zapatos y salí de allí. Como dije, no tengo problemas con ellos, pero el hecho de uno enamorado de mí....umh ¿Y la chica?

Miré hacia ambos lados hasta que la vi y me encaminé rápido hacia ella. No me molestaba el hecho de haberle comprado los zapatos, se veía buena persona y además hacia esto seguido con mi hermanita o mis fans, para hacerles saber que las quiero.

Disculpa, creo que olvidaste algo —ella volteó y miro la bolsa algo sorprendida-

No puede ser —la tomó rápido, se fijó dentro para ver si eran los zapatos y sonrió emocionada. De pronto se pusó seria y me miró- ¿Te robaste esto? —me extendió la bolsa casi golpeandola contra mi pecho-

No —reí e hice que la volviera agarrar- tranquila, yo lo pagué.

¿Qué? ¿Por qué hiciste eso?

Hice un gesto con mis hombros y sonreí.

No me molesta, además se veía que realmente querías esos zapatos o ¿No?

Ella me sonrió, al parecer no sabía que decir.

Que pena...lamento haberte echo gastar tu dinero si quieres puedo devolv...

¿Devolvermelo? —ella asintió y yo solo reí- No tienes que devolvermelo, es un regalo.

Pero son $400 dólares. No no, debes necesitarlos.

Claro que no, me llueve el dinero prácticamente —ella de pronto se puso seria y enarcó una ceja y me percaté de lo arrogante que eso había sonado- eso sonó mal lo sé, lo siento, no soy así. Soy cantante, tal vez has escuchado hablar de mí soy Cody Simpson —ella negó lo cual me desconcertó por completo, la mayoría de las chicas como ellas aquí me conocían. Y una vez más sonó como un maldito arrogante-

Lo siento, yo jamás olvido una cara, pero no creo conocerte.

¿En qué mundo víves? —ella soltó una dulce carcajada que me hizo sonreír- ¿Y tu?

¿Yo qué?

¿Cómo te llamas?

Ah —de nuevo rió como una nena pequeña y me extendió su mano- soy...

¡_________ ahí estas!