[capítulo cinco;;]

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intentaré hacer este capítulo más largo aunque no sea buena en eso:(
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Jodido profesor de matemáticas ¿cómo se atrevía a ponerle mala nota a Park JiMin? uno de los mejores alumnos de toda la universidad, el rubio aún no lo comprendía, salió del salón dando un fuerte portazo con su ceño fruncido y sus puños apretados al costado de sus piernas.

maldito maldito maldito.

Susurraba para sí mismo mientras caminaba a través del campus hasta la salida, se subió a aquel auto negro que tanto odiaba pero que a la vez le encantaba, sonrió de lado y dejó un beso en los labios del pálido.

—¿Que te pasa?

—¿¡Qué que me pasa?! ¡el maldito profesor de matemáticas me puso una mala nota! ¿y por que? —soltó un bufido y peinó su cabellera hacia atrás.— ¡porque no quise acostarme con ese idiota!

Min suspiro para luego soltar una risita, dejó su gran mano en el muslo formado del contrario, se acercó, dejó un sonoro y húmedo beso en su cuello, calmando al chico de inmediato.

—Jimin, sabes que tienes que calmarte, ese tipo siempre quiere follarse a sus alumnos ¿no es así?

—lo es. ¡Por eso es un maldito bastardo! ¡quiero demandarlo, luego asesinarlo y destrozarlo en pedacitos y...!

Jimin no pudo hablar más cuando sintió unos labios moverse contra los suyos, suspiro fuerte dejando una mordida en el labio inferior del contrario, sonrió contra sus belfos para luego subirse descaradamente al regazo de Yoongi, pasando sus piernas a los lados de sus muslos, rodeándolo.

—Me encantas cuando te molestas.

—Eres un idiota, no dejas que termine de formar mi plan de homicidio ficticio.

—Amor.—susurró pasando sus manos por el trasero del menor y apretando este con fuerza.— en serio me encantas. —susurró una vez más y dejó un beso en el cuello de este, donde se encontraba una de las marcas de sus anteriores citas.

—Te amo, Yoongi.

—¿Quieres ir hoy a mi casa? —Otra vez evadiéndolo.— Mark no estará.

El de mejillas regordetas iba a responder, se quedó boquiabierto cuando escucho unos golpes en la ventanilla del conductor, mostrando a un Mark muy confundido a través de los vidrios -milagrosamente- polarizados. Yoongi bajó rápidamente al menor de su regazo, acomodó un poco su ropa y Jimin con agilidad tapó aquellas marcas en su cuello con una bufanda.

—Mierda, solo sígueme la corriente.

El chico asintió, Yoongi bajó la ventanilla y sonrió levemente en dirección al pelirrojo que aún se encontraba confundido con la presencia del rubio.

—Bebé, ¿que tal?

—Hola, amor. —se acercó y dejó un beso en los hinchados y rojos labios del azabache, Jimin quería levantarse y volver a besar a Yoongi con tanta fuerza para borrar todos los rastros de Mark de su hermosa anatomía.— ¿Que haces aquí? creí que estabas ocupado.

—Uhm, la verdad si lo estaba, pero me desocupe mucho antes y quise venir a buscarte, por la lluvia vi a Jimin mojándose y lo recogí, espero no te moleste.—El pelirrojo negó.

—No, todo está bien. Hola mochi, espero que no te resfríes.

—Hablando de resfriados, ¿no irás hoy a casa, verdad?

—Nop, te dije que haría un trabajo con Lisa, pensé que ya sabias, Yoonie.

—Si, si, solo quería confirmar.

—¿Por que? ¿quieres que me quede contigo?

—No no no, amor, está bien, mejor anda, yo llevaré a Jimin a su casa.

El mayor asintió y dejó un largo y dulce beso sobre los belfos del pálido, Jimin bufó y cuando ya estaban lejos de aquel campus por fin decidió quitarse la corbata, rodó los ojos con fastidio, esto le causaba fatiga, dolor de cabeza y muchas más cosas, las ganas de reclamar a Yoongi como suyo y que nadie lo toque ya eran inevitables, pero era obvio que eso jamás pasaría, uno; porque es su amante. Y dos; Porque Yoongi solo lo quiere para follar. Jimin no era tonto, sabía que todos esos cumplidos, apodos y buenos detalles eran solo para llevarlo rápidamente a la cama, ademas que era más que obvio porque lo hacían mínimo dos veces al día. Cada vez que Yoongi le traía un regalo, y éste lo recibía, empezaban los besos y terminaban en la cama.

Y Jimin sabía eso, sabía todo eso, pero era un masoquista de primera, y odiaba tanto estar perdidamente enamorado de Min Yoongi.


🍁🍁🍁

—Y-Yoongi-ah... para...—jadeó casi sin fuerzas a sentir por quinta vez como el azabache besaba su cuello de forma hambrienta buscando su otra ronda.— b-basta, ya lo hemos hecho cinco veces...

—Nunca es suficiente, amor, tú cuerpo me vuelve loco, y joder, ese culo pide ser follado a gritos.— Jimin rió.

—Eres un tonto, en serio para, estoy todo sudado, rasguñado, marcado y demás, ¿acaso quieres dejarme sin caminar?

—Para mi no seria un problema.

El menor de los dos bufó una vez más con una boba sonrisa en su rostro y con cuidado quitó el cuerpo del mayor de encima de él, se levantó sin ningún pudor para buscar una camiseta del mayor, y colocársela junto con un bóxer del mismo, quería morir ese mismísimo instante porque la ropa de Yoongi tenía ese olor tan característico de menta y madera que amaba tanto.

—¿Que perfume usas? en serio tengo curiosidad desde...

—¿Desde la primera vez que follamos y me preguntaste lo mismo cuando te preste mi chaqueta? eres olvidadizo, te dije que no uso perfume, es mi olor natural.

—Si que hueles bien.

—¿Sabes que más huele bien?

—¿Que?

—Tu cuerpo cuando llegas al orgasmo.

—¡Ya cállate, me pones nervioso!

Jimin una vez más sintió sus mejillas tornarse de color carmesí, el cuerpo del mayor lo acorraló contra la pared, en su rostro tenía esa sonrisa tan característica de él, y mierda que cualquiera podía caer rendido a sus pies. Yoongi miró a Jimin con dulzura, por primera vez desde que se conocen pensó que Jimin se veía realmente tierno con su ropa puesta, y otra vez su pantalón comenzó a apretar fuertemente.

Se besaron hambrientamente, y por mucho que Jimin quiso resistir, el mismo sabía que no tenía la dignidad suficiente para hacerlo.

y por sexta vez esa noche, follaron.

Amante » Yoonmin [율민]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora