Amante » Yoonmin [율민]

[capítulo doce;;]

Si comentan y votan me dan ganas de actualizar más rápido porque noto su apoyo, rápido y seguro:(

—¿Ahora si podré tener una oportunidad?

Jimin estaba en shook, ¿en serio estaba escuchando a Yoongi pedirle una oportunidad ahora mismo? no, esto es casi imposible, primero termina con Mark, y ahora le pide un chance, ¿será que esto es en serio? quizá Yoongi al final si lo quería tanto como decía, quizá y solo quizá todos los cariños, abrazos, besos, mimos y "te quiero" eran verdaderos. Pero Jimin ya no confiaba en él, suspiró y afirmó más su agarre al celular, sus piernas temblaron mientras se preparaba para la respuesta a la pregunta que siempre había querido escuchar de parte del azabache, pero ya no podía ser tan masoquista, ya no podía herir su ego de aquella forma.

—No, Yoongi, no tienes oportunidad.

—Pero, Jimin, terminé con Mark, y...

—Lo sé, pero ¿no crees que ya has causado mucho daño? sabes cómo me sentí, la forma en la que heriste mis sentimientos, dios mío, me viste llorar mil veces, me escuchaste rogarte para que te quedaras, para que...para que correspondieras mis sentimientos, y nunca lo hiciste.

Las lágrimas del rubio comenzaron a inundar sus ojos, mojando luego sus mejillas cuando estas no aguantaron más y salieron con toda la fuerza, como si hubiese querido llorar hace tanto, pero se lo estaba prohibiendo a sí mismo. Ya había llorado muchas veces con Yoongi escuchándolo, pero ya no aguantaba más, no le importaba ya si el pálido lo escuchaba, necesitaba desahogarse, soltar todo para que dejara de doler, o mejor dicho, para intentar que eso ya no le hiriera más.

—Ahora le terminas a Mark ¿sabes lo mal que se siente? jamás en mi vida lo había visto de esa forma, y ahora vienes tan tranquilamente a pedirme una oportunidad como si nada de esta jodida mierda hubiera pasado, en serio eres un desgraciado, no mereces nada, no mereces las lágrimas de ninguno de los dos. Ahora, vete a la mierda, y aléjate de mi, borra mi número, borra nuestros chats, y olvida la dirección de mi casa. No vuelvas, Min Yoongi, sal de mi vida.

Cortó la llamada, y a pesar de que sentía que se estaba superando a si mismo, que esto era lo mejor, que lo que estaba pasando con el pelo negro era totalmente tóxico, a pesar de todo eso le dolía como los mil infiernos. Y es que, si te pones a pensar, alejarte así de rápido, con una persona que hablaste día y noche, por años, el cual estuvo para ti en muchos momentos tristes, en momentos importantes, incluso conoció a tu familia, que te beso, que te abrazo, te mimo, que te hizo sentir querido por tanto tiempo, como si de verdad valieras la pena.

Jimin se sentó en el suelo, pegando su espalda de la fría pared mientras comenzaba a abrazarse de sus piernas para luego partir en llanto, su pecho le apretaba con fuerza, sus labios temblaban y su corazón dolía, saber que todo se había acabado definitivamente, por cómo había actuado, por cómo soltó todo lo que tenía guardado hace tanto, su sufrimiento salió a flote, y conociendo a Yoongi, al solo querer sexo no le daría importancia y se buscaría a otro niño lindo de culo grande ¿Por que el tenia que pasar tal sufrimiento cuando a la otra persona no le afectaba en lo más mínimo? ¿Por que tuvo que meterse con el novio de su amigo desde un principio sabiendo que eso en serio estaba mal, que le causaba daño a uno de sus mejores compañeros de vida? Jimin simplemente se sentía la mayor mierda viva en estos momentos.

•••

La música hacia estruendo en sus oídos, haciendo que su cabeza doliera aún más, pero realmente no le importaba, hoy iba a olvidarse de todo, encontrarse un buen culo y follar hasta el cansancio. Suspiro dándole otro sorbo a su vokda, haciéndolo estremecer para luego levantarse dirigiéndose hasta la pista de baile, rápidamente consiguiendo roces en su entrepierna de parte del gran trasero de un niño peliazul, el cual se restregaba contra el cómo si estuviera en celo, se veía yam necesitado, y Yoongi no perdería la oportunidad de un buen polvo. Bailó más con el chico hasta que llegaron a los toqueteos en media pista de baile, besos fugaces y algún que otro apretón en los fuertes glúteos del más bajo.

—¿Quieres salir por ahí? ¿quizá a un motel o algo? para pasar el rato, cariño ¿te parece? —susurró en su oído, mordió el lóbulo de su oreja, haciendo al pelinegro gruñir en una respuesta positiva.

Salieron del lugar, entre besos, toqueteos, incluso tomándose de la mano para ir al auto en busca de un motel, el cual jamás pudo ser posible. Besos desesperados se hicieron presentes, chasquidos que llenaban el auto de lujuria y placer, mientras se desvestían rápidamente en el asiento trasero del auto del pálido. Poco después, los gemidos y jadeos se hicieron escuchar, deleitando los oídos de Yoongi como si fueran melodía perfecta, mientras que fuertes estocadas abrían completamente la entrada de aquel moreno chico, que sumisamente obedecía cada posición que el mayor le exigía.

"Jimin..."

Aquel ronco jadeo se dio a escuchar, provocando un leve quejido del sumiso el cual le restó importancia y siguió moviendo fuertemente sus caderas de arriba hacia abajo en un vaivén, montando a aquel fuerte hombre, mientras acariciaba el abdomen del mismo y dejaba marcas en el cuello del contrario, las cuales se notaban mucho por su blanquecino tono de piel.

—Si quieres que sea ese chico que tanto gimes, entonces solo sigue llamándome así, cariño, te montaré hasta el cansancio.

El pálido, con el poco conocimiento que le quedaba debido a mucho alcohol en su organismo, solo asintió volviendo a llamar al peliazul por ese nombre tan significativo, mientras proporcionaba nalgadas a sus glúteos y gemía con fuerza.

"Jimin..."