Amante » Yoonmin [율민]

[capítulo seis;;]

duele duele duele.

Los pies de Jimin dolían como los mil infiernos, había caminado por más de cinco horas en dos centros comerciales para buscar el regalo perfecto para Yoongi y su primer año juntos, siendo amantes. Dio gracias a Dios cuando por milagro pasó por enfrente de la casa de uno de sus mejores amigos, su vejiga no daba para más, y un vaso de agua luego no estaba nada mal.
Llegó a la puerta frotando se frente tratando de recordar donde el castaño tenía la llave de su departamento; debajo del tapete, nada, en la maceta, nada, sobre el marco, nada, en una de las gruesas rejas de su ventana, bingo. Desesperadamente entró a aquel gran departamento buscando el baño, entró al principal, estaba cerrado por alguna razón, corrió hasta la habitación de su amigo para usar el baño de esta pero al entrar se encontró con una escena poco deseada.

—¡Joder, Jimin! no es buen momento. —gritó Taehyung empezando a taparse con las sábanas al igual que al chico a su lado.

—¡Lo siento! tengo que ir al baño, y verte desnudo no me lo impedirá.

El rubio pasó como si nada ignorando las quejas de su amigo, hizo sus necesidades y a salir miró con el ceño fruncido al chico al lado de su amigo.

—Wow, Hoseok, pensé que te iban más las chicas.

—¡Ya lárgate, Jimin! —gritó Taehyung frustrado.

—Luego no quiero escucharte mientras me pides crema para el dolor de culo.

Soltó una risita y sin más salió corriendo de la habitación, tomó un taxi para su propio departamento mientras con dificultad masajeaba su espalda. Estos días para Jimin habían sido duros, muchas cosas que hacer, su madre pidiéndole ayuda para arreglar el jardín, el año que cumpliría con Yoongi, y el estrés de saber que pasaría otro año mintiéndole a Mark sobre su amorío con el azabache.

Mierda.

Un mensaje hizo su bolsillo vibrar, sacó el aparato para desbloquearlo y leer aquel mensaje, o mejor dicho aquellos que parecían tan desesperados.

Mark:

Jimin ¿estás ahí?

Por favor contesta.

Es urgente, lo juro.

Mierda, te necesito

Jimin;

Ya, ¿que pasa? no te desesperes
solo cuéntame con tranquilidad.

Mark:

Creo que Yoongi me engaña.

🍁🍁🍁

Joder, lo que me faltaba.

Jimin frotaba su rostro con desesperación, cada vez su estrés crecía más y más, ya no podía ocultar todo esto que estaba pasando ¿que debía hacer? no podía terminarle a Yoongi, no quería arruinar su relación y lo que le hace feliz; Tampoco podía decirle a Mark, porque igualmente terminaría su relación en el mismísimo instante, joder, sentía que su cabeza explotaría en ese momento.

Se acostó en su cama frustrado, viendo aquel mensaje de texto que tanto quería joderle la vida, sinceramente no sabía que responder a eso, tampoco sabía si lo haría, su mente estaba en blanco.

Aveces se ponía a pensar en que hubiese pasado si aquella noche en la fiesta de cumpleaños de Mark, cuando conoció al lindo y pálido de su novio; si tan solo no se hubiese acostado con él novio de su amigo esa noche ¿cómo sería todo ahora? si tan solo ese pálido hombre no lo tratara tan bonito desde el primer momento en que hablaron, si tan solo se hubiese controlado respetando que era el novio de su amigo, si tan solo no lo hubiese visto a los ojos, eso que lo enamoraron desde el primer momento.

Tomó con fuerza la almohada para estamparla contra su rostro y soltar un fuerte grito.

—Maldito Min Yoongi, Maldito Mark, Maldito yo, ¡Maldito Taehyung que acaba de traumarme! —hizo una mueca de desagrado tirando la blanca almohada al suelo.— ¿Que debería hacer?

Miró fijamente en techo mientras estaba acostado en su ahora desordenada cama, suspiro fuertemente cerrando sus ojos cuando notó que lágrimas comenzaban a mojar sus mejillas con descaro, Jimin se sentía la peor escoria de este mundo, lo cual no era, solo era un joven chico con malas decisiones, en un momento quería mandar todo a la mierda y contarle a Mark para acabar con esto de una sola vez, pero luego, aparecía el pálido besándolo y diciéndole cosas bonitas haciéndolo sentir vivo, querido, y como si nada estuviese mal en este mundo.

🍁🍁🍁

—¡Ya! amor, préstame atención. —se quejaba Mark intentando apartar al azabache que solo quería besarle el cuello para fastidiarlo.— escúchame por favor.

—Soy oídos sordos hasta tener un beso en mis labios.—el pelirrojo soltó una risita tomando a su novio de las mejillas para plantar un beso en sus belfos.

—Bien, ahora te escucho.

—¿Por que no estarás mañana aquí? —puchero.

—Estaré en una reunión de trabajo, probablemente me quede en un hotel o en casa de namjoon para despejarme un poco, si te tengo aquí conmigo ¿cómo podré trabajar? —hizo un leve puchero pasando sus manos desde la espalda del chico hasta su trasero para luego apretar este entre sus palmas sin ningún pudor.

—Bien, pero intenta regresar, sabes que cuando tienes esas juntas de trabajo no puedo dormir bien, te necesitooooo.

Yoongi asintió dejando un beso en los labios del contrarío, se aferró a su cintura para acurrucarse en el cuello del mismo y cerrar sus ojos con tranquilidad.

—Buenas noches, amor.

—Yoongi quiero un bebé.

—No empieces y duérmete.

Y con el mayor descaro una nalgada fue a parar en el trasero del pelirrojo.