Capítulo 2: "Asalto a Kafygí"

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El grupo entero recorrió algunas pocas zonas de la instalación sin detenerse en ninguna hasta que llegaron a un pequeño hangar. Había naves colgadas del techo y otras tantas estaban atracadas en el suelo. Fue a una de estas, alargada y de color gris con tres grandes motores redondos, dos en cada ala y una atrás, a la que se acercaron. Había cuatro personas reunidas al pie de dicha nave. Dos de ellas tenían un uniforme blanco y negro con un casco rojo con forma redonda sin visor por lo que podían verles la cara. Los otros dos ya los conocían y fueron los que los recibieron.

-Ya era hora, llevábamos esperándolos un buen rato- comentó Natalya.

-Tenemos todo preparado, solo faltamos nosotros- añadió Lounda.

-¿Ustedes dos también participan?- preguntó Vic.

-Pues claro, si nuestro Emperador va entonces los Praetoriani vamos también- respondió Natalya.

-¿Podrían, por favor, dejar de tratarme de esa forma?- preguntó Zane- Es incómodo.

-Kutrova, Masson, ¿han realizado todos los protocolos de revisión?- preguntó Baghel ignorando a Zane.

-Si, señor, lo hemos hecho. Siete veces, para ser exactos- respondió Lounda- No se nos ha pasado por alto nada.

-Excepto el plan para que salgamos vivos de la prisión- añadió Zia.

-Están insistiendo mucho con ese tema- observó Ian.

-Pues considero que es algo de importancia para aquellos que vamos a meternos en la boca del lobo, no para ti que te quedarás tranquilamente en una nave- comentó Netrixa en un claro tono de enfado.

-¿Por qué la IA esta tan enojada con el Almirante Burks?- preguntó Diana.

-En una ocasión sus piratas casi destruyen nuestra nave con ella dentro- respondió Vic.

-No disparábamos a matar, solo fingíamos hacerlo- afirmó Ian- Había que mantener las apariencias.

-Aja si, y se supone que tengo que creerme eso- dijo Netrixa.

-¿Podemos dejar esa tontería de lado, de ser posible?- preguntó Baghel- Tenemos asuntos más importantes que atender. Pilotos, enciendan los motores y llévenos a la nave capital.

-¡Si señor!- exclamaron los dos de casco rojo.

Ambos se metieron en la cabina de pilotaje por unas escaleras laterales mientras que el resto entró por una rampa que estaban a los costados. La nave de transporte despegó al instante y se alejó del puerto espacial. Tenía ventanas en el interior por lo que Zane era capaz de ver al exterior. Una pequeña flota de guerra, formada por unas veinte naves. La más grande, a la que seguramente se estaban dirigiendo, tenía como diez kilómetros de largo con forma de lanza con un color amarillo muy brillante que reflejaba perfectamente la luz de la estrella, incluso tenía la parte de proa hecha como si fuera la filosa punta de esa lanza. La única parte que resaltaba por encima de la casi plana superficie era el puesto de mando, ligeramente elevado por encima de la parte central de la nave. El resto de la flota estaba formada por naves menores, no superiores a un crucero. Mientras Zane contemplaba la flota, su hermana melliza se le acercó.

-Esa es la "Malum", acorazado clase "Hastam" explicó Diana- Su diseño con forma de lanza no es casualidad y la forma de la proa no esta hecho solo de decoración. En cualquier momento podría acelerar a toda potencia y embestir una nave enemiga, partiéndola por la mitad con casi total seguridad.

-¿Eso esta probado?- preguntó Zane.

-Es solo la teoría, pero algunas de las más brillantes mentes de la Humanidad están de nuestro lado así que confío en que no hayan hecho un gigantesco error- respondió Diana- De todos modos, si no hay complicaciones, no deberíamos de tener la necesidad de poner esa estrategia en práctica.

La Guerra FatricidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora