Capítulo 9: "Problemas familiares"

117 3 0
                                    

Apenas había pasado unos pocos días desde la Gran Reunión Estratégica y tanto Vic como Zane se encontraban, en ese momento, parados en medio de uno de los hangares planetarios de Nova Terra. No había nadie más que ellos allí y pareciera que estaban esperando pacientemente a que algo sucediera. Bueno, para ser sincero, solo Zane estaba esperando pacientemente, Vic se la pasaba caminando de aquí para allá sin detenerse en ningún momento, provocando que a Zane le empezara a doler la cabeza.

-¿Quieres detenerte, por favor?- preguntó Zane.

-No pienso detenerme hasta que lleguen- respondió Vic- Por el amor de Dios, ¿cuándo van a llegar?

-Pronto- contestó Zane- Es lo que te dije hace cinco minutos y para cuando dentro de otros cinco minutos vuelvas a preguntar lo mismo yo responderé "Pronto".

-No estás ayudando en lo absoluto- afirmó Vic.

-Claro, tú caminando por todos lados de modo que pareciera que tratas de crear una nueva corriente de aire definitivamente está siendo de mucha ayuda- repuso Zane con tono sarcástico.

-Al menos yo estoy haciendo algo que no implique... espera, ¿eso que veo es una nave?- preguntó Vic

-La mayor parte de las sesenta veces que dijiste eso desde que estamos aquí resultó ser simplemente una nube- respondió Zane- Ignoro cómo es que puedes confundir una nave con una nube pero supongo que en tu imaginación funciona.

-Pues disculpa pero, a diferencia de ti, yo en serio tengo ganas de que llegue esa nave- comentó Vic ya algo irritada.

-Te equivocas, tengo tantas o más ganas que tu de que lleguen- repuso Zane- Solo que, a diferencia de ti, se que más tarde o más temprano eso ocurrirá así que considero que no vale la pena gastar energía en moverse de un lado para el otro como si eso fuera a hacer que se apresuren. Es mejor sentarse y esperar a que...

-¡Eso definitivamente es una nave!- exclamó Vic.

Zane soltó un gran suspiro y levantó su vista hacia el cielo casi totalmente despejado que había ese día aunque fuera únicamente para probarle a Vic que se había equivocado de nuevo. Sin embargo, en el momento en que hizo esto, se encontró con algo que definitivamente no era natural. En principio pensó que debía de ser la estación espacial Edén o alguno de los cuentos de satélites que orbitaban el planeta pero el objeto se iba haciendo cada vez más grande conforme pasaban los segundos.

-Pues sí que parece que es una nave- admitió Zane.

Un par de minutos después una nave relativamente pequeña aterrizó en ese mismo hangar. Solo era "relativamente pequeña" porque dentro seguramente no entrasen más de diez personas cuanto mucho. Una pequeña puerta de forma ovalada se abrió sola al mismo tiempo que una rampa salía para permitir la subida y bajada sin dificultades. Al primero que vieron es a Baghel ataviado con su armadura marrón aunque se quitó el casco en seguida.

-Sabía que me encontraría con ustedes dos apenas regresaramos de nuestra misión- afirmó él.

-¿Han cumplido?- preguntó Vic- ¿Los trajeron?

-¿Ni siquiera un "hola"? No deberías de ser tan maleducada con tus amigos, Vic- contestó Baghel en tono de broma.

-Ambos nos alegramos de ver que hayan regresado sanos y salvos, Baghel- intervino Zane- Pero, como ves y espero que comprendas, Vic está muy, muy interesada en ver a sus... pasajeros.

-Descuida, Zane, por supuesto que lo comprendo- afirmó Baghel- Yo me portaría igual si esto me acurriese a mí. Claro, yo ya no tengo la oportunidad de estar junto a mi familia pero... eso no importa ahora. ¡Eh, chicos! ¡Bajenlos!

La Guerra FatricidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora