暁 ~Akatsuki [Completa.]

Capítulo 10

«Lágrimas y dolor»

—Shohei

—Dime —contestó a la vez en el que ambos se encontraban abrazados, los dos sentados en un balcón. —¿Qué ocurre?

—Tu nunca me dejarás, ¿cierto?

—Claro que no —rió tiernamente, abrazándolo aún más. —¿Por qué lo piensas?

—Es que no quiero perderte...

Acarició mi cabeza y yo undi mi rostro en su pecho, mirando hacia el cielo.

—Tú nunca me perderás, no pienses así, porque yo siempre estaré a tu lado —le besa su frente. —Siempre...

~

Me levanté de golpe al oír la alarma cuando caí de la cama al suelo por segunda vez en la semana, ese sueño se repetía una y otra vez en mi cabeza, lo sentía muy real, se me erizaba la piel. Agarré el reloj que se encontraba en mi cómoda marcando las 8:30 de la mañana

—¡Otra vez no, maldita sea! —se quejó.

Me cambié lo más rápido que había podido, lave mi rostro y cepille mis dientes muy apresurado a la vez que agarraba mi teléfono para avisarle a Ryu sobre mi tardanza al trabajo.

Llamada Entrante.

-¡Ryu!

-¿Kuruto?

-¡Lo siento mucho! ¡Avisale a los chicos de que llegaré un poco tarde, me quede dormido!

-¿De qué demonios hablas?

-¡De que llegaré tarde al trabajo!

-...
-Hoy es nuestro día de descanso, ¿lo recuerdas?

-¿Eh...

Joder. Empezábamos otra vez mal.

-Ah, si.

-Mmhm...

-Lo siento... yo... lo había olvidado —en tono culpable.

-¿Que bicho raro te picó ahora?

-Nada, lo siento mucho —ríe.

-Ahora dejame dormir un poco más, lo necesito.

-Lo siento, lo siento, ahora duermete otra vez —rió divertido.

-Adiós hermoso, nos vemos.

Llamada Finalizada.

Suspiré tranquilamente, volviendo a recostarme en la cama intentando reconciliar el sueño, pero una vez despiertas es difícil volver a dormirse. Cambié mi ropa a una más cómoda y preparé mi desayuno, encendiendo la televisión para poner caricaturas animadas.

Sonó el timbre tempranamente, vi el reloj que marcaba las 9:14 de la mañana. Me había entretenido viendo televisión que me había percatado que el timbre sonaba. Llevé una tostada a mi boca y me levanté dirigiéndome hacia la puerta, arrastrando mis pies con total vagancia, cuando en el momento en el que abrí la puerta, me encontré a la persona que no esperaba ver y más a esta hora de la mañana.

—Buenos días —dijo con una pequeña sonrisa.

—¿Sho...hei? —lo nombró con su boca llena.