Capítulo 10.

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Autora: Me tomaré un momento para escribirles algo por aquí.

Escribí este capítulo con la foto del amor de mi vida enfrente. Me acordaba de que al principio no me llamaba la atención pero después de que lo noté, con el simple hecho de que entrara en la oficina - porque trabajabamos juntos - me ponía tan nerviosa que en una ocasión hice un desastre porque tiré un montón de cosas, le hice creer que me había tropezado, pero no, fue simplemente porque me quedé tan atenta a él que destruí todo a mi alrededor sin querer.

Estamos en un momento un poco difícil, ambos súper enfocados en nuestras vidas profesionales decidimos darnos un tiempo, pero a pesar de todo, con sólo mirar su foto siento que mi corazón se acelera horrible.

Sólo quiero decir después de todo esto que lo amo y lo extraño porque se convirtió en ese lugar al que llamo con seguridad "hogar".

Es todo. Ya me desahogué. Un abrazo a todas/os.

           

Cerraba los ojos y sentía el calor de su tacto cálido como la brisa del verano, una electricidad recorría su cuerpo de pies a cabeza velozmente sin darle la oportunidad de detenerla, además de que su corazón golpeando con fuerza no le ayudaba. Sentía tanto con sólo recordar a Louis cerca de él, besando sus labios con devoción como si fuesen únicos. Pero todo eso estaba tan mal.

No escapó de sus brazos, le dolía admitir, simplemente se había quedado ahí de pie después de tan increíble beso y disfrutó esa caricia en su mejilla, que a pesar de darle la sensación de quemarle la piel, le causaba placer. Louis le pidió que lo dejase convencerlo de conocerlo a fondo y aceptó tan hipnotizado que le daba vergüenza.

¿En qué se había convertido? No lo sabía, en el pasado jamás se imaginó que él llegaría a formar parte de una infidelidad, menos de un matrimonio formado. Pero Louis era él, y no pudo evitar caer.

Si era honesto consigo mismo, le daba pánico el siquiera imaginar que alguien descubriera que en dos ocasiones había caído en los brazos de su jefe, y lo peor era que no sabía cuántas veces más caería, porque después de tenerlo, no podía simplemente dejarlo ir.

El de ojos azules no le había prometido nada, no le dio nombre a eso, lo dejó a la deriva en medio de un mar inmenso y tan gris que sabía que no tenía salida a pesar de la confusión.


-          Harry – la voz molesta de su mejor amigo lo sacó de sus pensamientos.

-          ¿Sí? – levantó la mirada topándose con Zayn quien lucía preocupado.


Estaba teniendo una semana confusa, y sabía que el moreno lo había notado cuando estaban juntos desayunando y él paraba de comer por quedarse mirando fijamente a un punto, perdido en sus pensamientos – como en ese momento – o al estar en el estudio, viendo la manera en que el rizado se olvidaba de algunas cosas importantes e incluso había dejado caer un marco, rompiendo su cristal en mil pedazos.

En pocas palabras, Harry estaba sin estar.


-          ¿Sabes que si algo va mal me puedes hablar? – preguntó, señalando a su plato lleno de huevos fritos, mientras el de su amigo se encontraba vacío.

-          Por supuesto – llevó comida a su boca rápidamente, queriendo evitar ese tema.

-          Haz estado extraño toda esta semana y hoy tienes junta en la revista – miró su reloj – Te reprenderán si llegas tarde.


Frunció el entrecejo antes de mirar la hora en su móvil y se dio cuenta de que Zayn tenía razón. Era considerablemente tarde y eso no era bueno en un día tan importante.

INFIEL ~| LARRY STYLINSON|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora