Please, be mine [2YEON] Traducción.

Chapter 3

Jeongyeon POV

- Oye, ¿qué pasó con tu cara? -, dijo a Jihyo, que me estaba mirando, - Pareces un zombie, amiga -.

- No pude dormir anoche - suspiré y apoyé la cabeza en mi brazo. No podía olvidar la sensación de cuando tomé su mano ayer. Era tan suave y cálido. La sonrisa que tenía en su rostro antes de entrar en su unidad que hizo que mi corazón latiera locamente, era la razón principal por la que no pude dormir la noche anterior.

- ¿Por qué? - preguntó Dahyun mientras golpeaba mi hombro. Miré hacia arriba y fruncí el ceño. Estaba jodida. - Oh mujer, ¿qué pasó con tus ojos? - , entonces, ella se rió. Quería golpearla.

- No pudo dormir la noche anterior - Jihyo respondió por mí. Oh, Dios, gracias por darme una amiga como ella con la que puedo contar. - Tal vez, ummm, pensando en su amor - , luego me miró y sonrió. Oh Dios, ¿cómo lo supo?

- Cállate - bajé la cabeza y cerré los ojos. Dios, realmente necesitaba dormir. Sólo quería acostarme en la cama y dormir.

- ¡Hola Nayeon! - escuché a Mina gritar. Luché contra mis ganas de mirar hacia arriba y mirarla. Estaba así por su bonita sonrisa que me mantuvo despierta toda la noche.

- Hola - ella respondió, y luego sentí que la silla frente a mí se movía, lo que significaba que ella ya se había sentado. Me quedé todavía manteniendo mis ojos cerca. - Oye Jeongyeon -, entonces sentí que alguien golpeó mi cabeza.

Abrí lentamente los ojos y la miré,- ¿Por qué? - yo le pregunté a ella. Ella se veía sorprendida y después de un rato se rió.

- ¿Qué les pasó a tus ojos? Tienes unas grandes ojeras - ella dijo mientras se reía. Le dí mi mirada infame. - Lo siento, lo siento, te ves muy divertida - . No diría lo mismo si supiera que es la razón detrás de misojeras.

Después de platicar un rato más, todas decidieron que comer al mismo tiempo. No pude entender una sola cosa. - ¿Qué? - dije en un tono muy frío haciendo que se detuvieran y me miraran, incluyéndola. - No las entendí. Compraré cualquier cosa y no pueden quejarse -. Todas asintieron. Suspiré y me alejé hacia el cajero.

Revisé el menú frente al cajero, - Seis carbonara y jugo por favor - dije. Esperé unos minutos para que mis pedidos se prepararan, pero antes de que agarrara todo, alguien también agarro algo.

- Momo... - logré decir, ella me sonrió y se alejó llevando los alimentos que había comprado.

- Te estoy ayudando. No te preocupes, me iré después de esto - ella dijo todavía caminando hacia nuestra mesa. Se detuvo frente a mis amigas y dejó las comidas. La seguí y dejé las bebidas.

- Gracias - dije antes de que ella se fuera.

- No te preocupes, Jeongyeon -, ella sonrió y se acercó a mí antes de abrazarme. - Adiós, nos vemos otro día - ella se retiró del abrazo, miró a Nayeon y sonrió.

- Vaya que si.... ¿qué diablos? - Dahyun dijo después de que Momo se fuera. - ¿Ella todavía no puede olvidarte? -. Simplemente ignoré su pregunta y me senté al lado de Jihyo frente a Nayeon.

- Sólo coman chicas - Jihyo dijo y agarró la comida frente a ella. Todo el mundo comenzó a comer, excepto Nayeon y yo. La miré, ella se veía molesta. No lo sé, pero tenía esa pequeña esperanza dentro de mí de que ella estuviera celosa por lo que había sucedido antes.

- ¿No te gusta la comida? - le pregunté a ella. Ella me miró y sacudió la cabeza mientras me daba una pequeña sonrisa. - ¿Por qué no estás comiendo? -.

- Nada - ella sonrió de nuevo y comenzó a comer. También empecé a comer, pero no podía apartar los ojos de ella.

Después de nuestro descanso, las clases se reanudaron de nuevo. Todavía estaba viendo a esa chica delante de mí. Parecía que cada minuto pasaba al ritmo de su respiración. Quería preguntarle qué pasaba, pero tenía miedo de que ella pensara mal de mí. Eso estaba bien; al menos podía verla.

- Te gusta ella, ¿verdad? - susurró Mina. La miré, conmocionada y con un ardor por toda mi cara. - No trates de negarlo, Yoo. Es obvio; todas en la pandilla lo saben -, cambié de lugar mi mirada y asentí. No había necesidad de ocultarlo, podía confiar en ellas de todos modos.

- No se lo digas todavía -, le supliqué. Todavía no estaba lista.

De nuevo, la miré a la espalda y suspiré . ¿Qué diablos me hiciste, Im Nayeon?