Chapter 4

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Jeongyeon POV

Ya habían pasado un par de semanas y Nayeon se había estado alejando. No entendía por qué estaba haciendo eso, pero demonios, me estaba doliendo.

—Oye, ¿qué pasa con tu cara?— preguntó Mina mientras se sentaba a mi lado. La miré y fruncí el ceño. —¿Extrañándola?—. Puse los ojos en blanco y ella se echó a reír.

—No es gracioso— dije bajando la cabeza.

—Simplemente no puedo creer que la persona más fría que he conocido esté enamorada—, ella dijo, burlándose de mí. Simplemente la ignoré porque yo también, no podía creer que estaba enamorada. —Te estás convirtiendo lentamente en una persona cálida, Jeongyeon—, entonces ella se rió.

—Ella me está evitando— dije cerrando los ojos. —No lo entiendo Mina. Lo odio, no verla, no poder hablar con ella— dije mientras me levantaba y salía de la habitación. Menos mal que era nuestro tiempo libre y la mayoría de nuestros compañeros de clase estaban en la cafetería, incluida ella.

—¡Habla con ella!— escuché a Mina gritar. Y lo había hecho justo cuando comenzaba a correr hacia la cafetería, ignorando por completo a las fanáticas que bloqueaban mi camino.

Cuando llegué a la cafetería, la vi reírse con algunos de nuestros compañeros de clase. Sólo la miré por unos segundos y me sentí decidida. Quería decirle todo ahora antes de que fuera demasiado tarde. Tenía que hacer un movimiento en ese momento. Dejé escapar un suspiro y caminé hacia ella. Tan pronto como me detuve frente a su mesa, todos dejaron de hablar.

Ella no me notó porque su espalda estaba frente a mí. —Jeongyeon—, escuché que una de las personas en la mesa dijo y noté como ella se puso rígida. Sólo continué mirándola fijamente porque no estaba frente a mí.

—Nayeon—, pausé mientras suspiraba, —hablemos—. Bien, bien, no me importaba si tenía que arruinar mi imagen para que ella me hablara. Dios mío, yo no era del tipo que perseguiria a las chicas; ellas son las que me persiguian, pero ella era diferente.

—Jeongyeon...—dijo ella, mirándome lentamente. Tomé su mano y la arrastré conmigo. Tenía muchas ganas de hablar con ella para aclarar las cosas. —¿A dónde vamos?—, sólo apreté mi agarre en su mano e ignoré su pregunta.

Me detuve en el jardín de nuestra escuela. No había nadie alli, así que estaba bien si hablábamos allí. La miré y sonreí. Ella se veía en shock. Sonrío de vuelta y agaché la cabeza.

Puedes hacerlo, Jeongyeon. Bien, podía hacer esto. Dejé escapar un gran suspiro y la miré a los ojos. —Nayeon, uhm, sólo escúchame primero, ¿vale?—. Ella asintió completamente aturdida. Continúe, —De acuerdo, la primera vez que te vi, eras como un ángel, tal vez más que un ángel, tal vez una diosa. Me gustas, no, te amo—. Mierda, que rayos estaba diciendo, mi imagen se había arruinado, pero no me importaba. —Quiero que seas mía. . Me has estado evitando durante días y me duele, ¿vale? Estás frente a mí en clase, pero parece que estás muy lejos. Deja de evitarme, por favor—, respiré,  todavía sosteniendo su mano.

—Jeongyeon... —, sonreí al escucharla decir mi nombre. —Oh dios, ¿por qué yo?— ella susurró, pero todavía estaba tratando de  captarlo.

—No tienes que responder todavía—, le apreté la mano, —esperaré—. Ella inclinó la cabeza hacia abajo y pude ver que sus hombros temblaban. Mierda, ella estaba llorando.

—Jeongyeon...—, susurró. La abracé con fuerza, haciéndola sentir que no la soltaría. Ella sollozó aún más.

—Deja de llorar— continué frotándole la espalda. Sentí que ella me devolvía el abrazo. —Estoy aquí, ¿de acuerdo? Odio verte llorar Nayeon, por favor deja de llorar—, me aparté del abrazo y limpié sus lágrimas con mi pulgar.

Tomé su mano otra vez y la arrastré conmigo. Era tarde, nuestra segunda clase comenzaría pronto. No quería llegar tarde y no quería que ella llegara tarde. Tan pronto como llegamos al aula, solté su mano y le sonreí, pero antes de entrar, puse mi cara habitual de póquer otra vez. La oí reír por eso.

—¿A dónde fuiste, idiota?— Dahyun preguntó mientras envolvía su brazo alrededor de mi hombro.

—No es de tu incumbencia, Tofu— bromeé mientras me quitaba su brazo de encima. Escuché a nuestra pandilla reírse, pero de inmediato se detuvieron cuando entró el maestro.

El profesor comenzó la discusión tan pronto como deja los libros. Miré a la chica frente a mí que estaba ocupada escuchando la discusión y tomando notas. Sonreí como una idiota hasta que sentí que alguien me pateó el pie.

—Tierra llamando a Jeongyeon— Sana susurró y se rió. La fulminé con la mirada. —Estás sonriendo como una tonta—. E inconscientemente me toqué los labios. Dios, cambié mucho y estoy feliz por eso. Ella me había cambiado para bien, para ella.

—Cállate—, puse los ojos en blanco y miré fijamente su espalda, noté su miedo.

Cuando terminó la clase, Nayeon me dio un pedazo de papel antes de que se fuera. Miré el papel de mi mano. ¿Qué demonios era esto? Lo abrí y sonreí de nuevo como una estúpida.

Hola Jeongyeon,

gracias por amarme.

Todavía no puedo decir esa palabra con A, por ahora sólo puedo decir "me gustas", pero algún día te lo diré también, lo sé.

Dejaré de evitarte. Simplemente pensé que me ayudaría a olvidarme de mis sentimientos por ti,

pero siguen creciendo.

Me gustas, Jeongyeon.

-Nayeon<3

Please, be mine [2YEON] Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora