Capítulo 2

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Laura

El tratamiento de mi padre estaba dando resultados, y eso me tenía sonriendo todo el día, a pesar de ser el objetivo de Ross Lynch y tenerlo pegado a mi la mayoría del tiempo.

— Preciosa, ¿vamos a cenar esta noche? — pregunta Michael, mientras caminamos hacia la salida del instituto.

— No puedo, esta noche Ross irá a un bar con sus amigos y estoy segura de que me está buscando para invitarme a ir con él e intentar tenerme en su cama.

— ¿Tendré que ser su amigo?

— No, por supuesto que no. Los millones son míos. — respondo, sonriendo de lado.

Michael ríe mientras niega con la cabeza y besa mi mejilla.

— Nos vemos mañana. Paso a buscarte. — se despide.

— Adiós, Michael.

Una vez que mi mejor amigo se va, Ross no tarda en aparecer y yo suelto un bufido fingido. Sabía que vendría.

— ¿Te llevo? — me pregunta, tendiéndome un casco.

— No me van las motos. — miento. En realidad me encantan.

— ¿Cuántas cuadras son hasta tu casa?

— Quince. — digo, sonriendo triunfante.

Ross rueda los ojos, agarra su moto y comienza a caminar al lado mío en dirección hacia mi casa.

— Así que esto es lo que haces para follarte a las mujeres, llevarlas hasta sus casas y esperar a que te ofrezcan pasar.

— Te estoy llevando a tu casa simplemente.

— Déjame adivinar, yo estoy a punto de invitarte a entrar porque eres malditamente caliente y nadie se resiste a ti.

Ross sonríe de lado. — De acuerdo... Sí, es lo que las chicas siempre hacen cuando las llevo. Pero no lo haré contigo. Te llevo a tu casa para que no te vuelvas sola, porque sé que tu padre no puede venir a recogerte con todo el asunto de su tratamiento.

— ¿Desde cuándo tienes buenas intenciones con una chica? — pregunto, riendo suavemente.

— Desde que esa chica eres tú.

Mi risa muere completamente, y nos quedamos en silencio por el resto del camino. Una hora después, finalmente llegamos a mi casa y yo le sonrío levemente.

— Gracias por traerme, en serio... — murmuro, y él deja su moto estacionada.

— No es nada. Esta noche.... — aquí vamos. — Mis amigos irán a un bar para festejar que uno de ellos se ha puesto de novio. Estaba pensando que tal vez podría saltearme la patética celebración y llevarte a otro lado.

Lo miro sorprendida. De acuerdo, esto no me lo esperaba.

— ¿A dónde? — pregunto.

— No te lo diré.

— Pásame a buscar a las ocho. — le ordeno, sonriendo de lado.

Ross ríe y me abraza por la cintura, acercándome a él. El sonido de su risa es hermoso, ¿por qué no se ríe más seguido?

— Qué demandante... — murmura, y yo lo abrazo por el cuello mientras rozo mis labios contra los suyos.

Él jadea y me mira con deseo, sonrío de lado y lo beso en la comisura de sus labios. Joder, quería besarlo de una maldita vez.

— Esta noche. — susurro.

Ross está por decir algo, pero me alejo y entro a mi casa con los últimos gramos de autocontrol que me quedaban. Me apoyo contra la puerta y cierro los ojos.

 Break Him (Raura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora