Capítulo 3

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Laura

— Tú debes ser Laura. — dice una voz femenina detrás mío, y me volteo para encontrarme a una chica rubia y ojos almendrados no mucho más joven que yo.

— Si, soy yo... Disculpa, pero no te conozco y estoy llegando tarde a mi clase.

— Soy la hermana de Ross, Lexy, y simplemente quería pedirte disculpas por haber arruinado tu cita con él y agradecerte por haberlo cuidado.

— Oh, descuida... Lo entiendo completamente. — la tranquilizo.

— Me agradas para él, Laura, no te intimida y eres igual de testaruda que mi hermano. Espero verte más seguido.

Le sonrío levemente. — Gracias, Lexy. Espero lo mismo.

Ella me dirige una última sonrisa antes de marcharse y yo suelto un suspiro, ya no podía entrar a mi clase. Decido irme al campus a leer algún libro y esperar a la siguiente clase, pero me sorprende encontrar a Ross allí fumando.

— ¿No tienes que estar en clase? — le pregunto, y él se voltea para verme.

— Lo mismo te pregunto.

— Tu hermana me ha detenido para hablar y ya no puedo entrar, sabes como es el profesor.

— ¿Mi hermana? — pregunta sorprendido, y yo asiento. — Lo siento, es una entrometida.

— Simplemente me pidió disculpas por arruinar nuestra cita y me agradeció por haber cuidado de ti.

— Oh... Ya veo... De todas formas, lo siento. Ella me pidió explicaciones sobre por qué estaba golpeado y no había salido contigo, me vi obligado a serle sincero.

— Desea verme más seguido a partir de ahora.

Ross sonríe mientras le da una última calada a su cigarrilo y lo tira.

— Espero lo mismo. — dice. — Nos vemos en el almuerzo.

— ¿A dónde vas?

— Mi clase está por terminar. — me explica, y se acerca a mi.

Sonrío cuando me abraza por la cintura y rodeo su cuello con mis brazos, es tan jodidamente hermoso.

— Nos vemos luego... — susurro, y antes de poder decir algo más, Ross me apoya contra el arbol detrás de nosotros y me besa.

Suelto un suave gemido y lo presiono más a mi cuerpo mientras le correspondo el beso. Acaricia mi espalda por debajo de la remera y yo muerdo su labio levemente.

— Esta noche... Tú y yo... Paso a buscarte a las siete... — murmura entre besos.

— ¿A dónde iremos? — le pregunto, y cierro los ojos cuando sus labios se apoderan de mi cuello.

— Hoy es la lluvia de estrellas, pensaba llevarte a un lugar en donde lo podremos ver perfectamente. — sugiere, acariciando mi mejilla aún cerca mío.

— Me encantaría.

— De acuerdo, ponte algo cómodo. Nos vemos. Cuídate. — se despide antes de besarme una última vez y marcharse.

Suelto un suspiro y lo veo marcharse. Claramente él no era lo que esperaba.

Esa misma tarde, me reuno con Mark Lynch ya que habíamos acordado vernos una vez por semana para mantenerlo al tanto sobre mi relación con Ross.

— Es un placer verte, Laura. — me dice, sonriendo, cuando entro al restaurant.

— Igualmente, hoy va a tener que ser rápido porque Ross pasará a buscarme por casa en dos horas.

— De acuerdo, no te preocupes. Me han dicho que el tratamiento de tu padre está teniendo buenos resultados y responde bien a la quimioterapia.

Sonrío. — Si, lo está haciendo excelente. Muchas gracias. Sobre Ross...

— Lo estás cambiando, él no suele ir al colegio muy seguido y nos llaman quejándose por su conducta, pero desde que está relacionado contigo las llamadas han parado y Ross va todos los días al colegio, supongo que es para verte a ti.

Lo miro sorprendida. Eso era cierto, a Ross antes no lo veía todos los días en el colegio y esta semana lo vi todo el tiempo.

— Ross ya estaba enamorado de mi, ¿verdad? Mi tarea más difícil no era enamorarlo, era destrozarlo. Me has elegido porque sabías esto, porque sabías que él está enamorado de mi desde pequeño.

— Cuando era un niño no paraba de hablar sobre su hermosa y divertida amiga, Laura Marano. Cuando llegó a primaria, acudía a mi para consejos amorosos e intentar conquistarte de la manera inocente de un niño de 7 años. A los 10 años, él ya estaba totalmente enamorado de ti.

— Fui su primer beso... — murmuro, recordando. — Mi mamá me había abandonado y Ross me consoló mientras estábamos en su casa, y me besó.

— Para Ross, siempre has sido su amor imposible y luego simplemente todo cambió... Al llegar a la secundaria, ya no hablaba sobre ti, andaba con todas las chicas que quisiera y le importaba una mierda todo. Pero nunca tuvo una novia.

— Cuando empezó la secundaria, Ross y yo nos distanciamos porque le confesé que me gustaba un chico y él dijo que no quería ser más mi amigo, se fue. Luego, cuando cumplí 15 años me puse de novia con ese mismo chico y Ross...

— Y Ross comenzó a acostarse con otras y a ser agresivo.

— Golpeó a mi novio. Oh, dios... ¡Yo lo convertí en eso! — exclamo.

— Es por eso que te quise a ti, Laura. Tienes poder sobre él... Puedes destrozarlo y manipularlo a tu antojo, porque para mi hijo tu eres perfecta. Tienes que romper su corazón y conseguir que sea lo que yo quiero, que sea un hombre de verdad. Si luego él te perdona todo el daño, puedes estar a su lado si así lo quieres.

— No lo quiero. — aseguro.

— Dijiste que tu corazón no latía por hombres como él, pero... ¿Y si él no es lo que parece? — pregunta, y antes de poder contestar, él se va.

Miro boquiabierta hacia la salida del lugar, donde Mark se marcha. Dios, tenía razón.

¿Y si Ross Lynch no es lo que parece?

Tenía que pensar en algo para evitar enamorarme de él.



 Break Him (Raura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora