Capítulo 7

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Saúl: También existen los noviazgos a distancia -sentí que mis mejillas poco a poco se iban calentando, y vi que cuando dije eso Ella cambió la expresión de su cara-
Ella: Pues... Estas relaciones...
Saúl: Te puse incómoda perdón.
Ella: No te preocupes, los noviazgos a distancia también son unas relaciones sanas por así decirlo.
Saúl: ¿Has tenido alguno?
Ella: No, o al menos no lo clasifico así, jamás nos hicimos novios oficialmente pero igual tuve una buena relación con el chico. ¿Tú?
Saúl: No, pero espero algún día tener una relación así.

Nos quedamos viendo a los ojos en silencio, poco a poco me acerqué a ella, estuve a punto de besarla pero no lo hice, no porque no quisiera, sólo pensé que no era el momento. Era noche y decidimos volver al hotel. Me despedí de Ella y me fui, no podía borrar la sonrisa de mi rostro.
Narró Saúl
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Narra Ella
Saúl volvió a Ciudad Victoria y nosotros nos quedamos dos días más en Cancún, siendo honesta esos días fueron eternos pero los disfrute mucho. Cuando volvimos a Monterrey mi mamá me avisó que tenía la cita con mi doctor al día siguiente, Carlos se ofreció a ir con nosotras ya que mi papá no podría llevarnos. Les diré la verdad, no dormí en toda la noche, y vamos, quién dormiría sabiendo que al día siguiente le pueden decir que le queda poco tiempo de vida, o por el contrario, que su rango de vida ha aumentado.
A la mañana siguiente me desperté temprano, me arreglé y baje a desayunar y esperar a que Carlos llegara. Cuando llegó nos dirigimos al hospital, me registré y esperé a que el doctor me llamara para decirme lo que tenía, antes me tomaron la estatura, peso y presión para revisar si estaba en buen estado.

Carlos: ¿Nerviosa?
Ella: Te soy honesta, tengo miedo, cuando atraviese esa puerta no podré ni respirar.
Carlos: Tranquila, estaré contigo, pase lo que pase eres mi hermana, que lo que el doctor te diga no impida que dejes de vivir como lo haces, porque no conozco a una persona tan aventada como tú.
Ella: Te quiero mucho Carlitos.

Seguimos hablando, Carlos hacía lo más posible para hacerme reír, estábamos tan distraídos que no escuchamos cuando la enfermera nos llamó para pasar al consultorio. Estábamos sentados esperando a que llegara con los resultados del estudio y con la noticia que nos tenía.

Doctor: Buenos días.
Todos: Buenos días.
Doctor: ¿Cómo te has sentido Ella?
Ella: Bastante bien, he seguido el medicamento al pie de la letra.
Doctor: Me alegro, te preguntarás por qué te cité hoy si te tocaba hasta dentro de un mes.
Ella: La verdad es que sí.
Doctor: Bien revisemos los resultados de tu estudio.
Ella: Está bien.
Doctor: Isabella Keller.

El cuarto se quedó en un total silencio, esperando a que el doctor hablara, sentí la mano de Carlos apretando la mía, mi corazón se comenzó a acelerar, la sangre se me fue de pies a cabeza.

Desde que te conocí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora