Desde que te conocí.

Capítulo 16

Saúl: ¿Lo dices en el buen sentido?
Fernanda: Sí, no lo tomes mal

Okey, me siento bien.

Fernanda: Bueno, como esa canción le encanta a Ella y a mi, lo mejor es que te pongas a ensayar
Carlos: Fer tiene razón, voy por mi guitarra
Luis: Mientras Fer y yo vamos a la tienda, ya volvemos
Ella: Se portan bien
Fernanda: Sí mamá
Yeisson: Yo voy al baño, con permiso

Todos se fueron y Saúl y yo nos quedamos solos en la sala.

Saúl: ¿Por qué me pediste que tocara la canción?
Ella: Ya sabrás cuando veas la letra
Saúl: No entiendo como te pude haber encontrado -me agarró la mano y se acercó a mi-
Ella: Simplemente era cosa del destino

Se acercó a mi, lentamente nuestros labios se encontraron, con él me sentía diferente, podía ser yo sin tener miedo a que me rechazara.
Nos separamos y ambos sonreímos.

Saúl: Te amo
Ella: Te amo

Fue cuestión de segundos para darme cuenta que no lo quería dejar ir, que haría lo posible para ser feliz junto a él.

Carlos: Bueno, aquí está la guitarra, la canción impresa y los acordes en limpio
Ella: ¿Alguna otra cosa que falte?
Carlos: Que el cantante esté listo
Saúl: Sólo deja que lleguen los demás
Carlos: Ella
Ella: Mande
Carlos: Ven que ocupo hablar contigo

Los dos nos fuimos a la cocina, no sabía para qué me quería, o lo que me diría.

Ella: ¿Qué pasó?
Carlos: ¿Ya andas con Saúl?
Ella: ¿Por qué preguntas?
Carlos: Los vi

No mames, pensé que nadie nos había visto.

Ella: Carlos yo...
Carlos: Sabes que no me enojo ni mucho menos, solo te pido que a menos que sea algo oficial tu continúes hasta donde quieras
Ella: Te prometo que haré bien las cosas
Carlos: Más te vale

Le sonreí y nos fuimos a la sala, Luis y Fernanda ya habían llegado de la tienda y Yeisson ya estaba sentado.

Carlos: Bueno, ¿ya estamos todos listos?
Saúl: Una cosa más
Carlos: ¿Cuál?
Saúl: Que Ella cante conmigo
Ella: ¿Que yo qué?
Fernanda: ¡Ay sí! Porfa Ella
Luis: Andale, yo se que si quieres
Yeisson: A todos nos gustaría escucharlos a los dos juntos
Ella: Bueno ya, está bien
Saúl: Entonces tu cantas esta parte y yo lo demás, ¿va? -dijo señalando en la hoja-
Ella: Va

Todos guardaron silencio y Saúl comenzó a tocar.

Ella: Te encontré en buen momento, se frenó el mundo entero. Corrimos sin temor bajo el sol, y el cielo nos unió por siempre...
Narró Ella
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Narra Saúl
Escuchar a Ella cantar era el mejor sentimiento del mundo, pero esta canción le quedaba perfecta a su voz.

Volvimos a Ciudad Victoria tres días después, los días que estuvimos en Monterrey salimos todos juntos, unas veces salí solo con Ella.

Pasaron las semanas, la extrañaba, a pesar de que hablaba con ella me hacía falta, pero hoy en especial sentí algo diferente en el pecho, sentí la necesidad de verla, de asegurarme que estaba bien, decidí llamarle y me dijo que se encontraba en perfecto estado, me dio la noticia de que vendría a Ciudad Victoria por unos días y eso me hizo la persona más feliz del mundo. Al menos por unos momentos.
Narró Saúl