Capitulo 20

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Narra Ella
Llegamos al hospital, entramos y nos pidieron que esperaramos en un cuarto, parecía una especie de auditorio o sala de conferencias.

Saúl: ¿Nerviosa?
Ella: Un poco, pero estoy lista
Carlos: Tranquila, es solo contar experiencias y aconsejarlos
Saúl: Sí, y nosotros estaremos junto a ti
Ella: Gracias. A los dos, no saben cuanto los aprecio

Luego de unos minutos vi que entraron muchos niños del hospital, me sentía identificada con ellos de alguna manera. Tomaron todos asiento y comenzamos con la plática. Les conté sobre mi historia, por todo lo que pasé, les di animos para que siguieran adelante, que vivieran cada día como el último, estuvimos ahí cerca de tres horas. Terminamos y nos fuimos a comer.

En la noche me senté afuera con Carlos, noté que había llorado y estuve junto a él platicando.

Ella: ¿Qué tienes?
Carlos: ¿Qué será de mi el día que tu ya no estés?
Ella: Pues, llorarás, te aislarás de todo y de todos. Pero después saldrás adelante
Carlos: No estoy listo para dejar irte
Ella: No me iré si tú no me olvidas, siempre me tendrás a tu lado, estaré ahí cuando quieras hablar, viviré todas las experiencias que quieras. Pero te prometo que jamás te dejaré solo
Carlos: No sabes cómo te quiero

Lo abracé y lloré junto a él. Después de unos minutos saqué un papel de mi pantalón.

Ella: Te quiero pedir algo -dije dándole la carta-
Carlos: No, Ella, sabes que me estás rompiendo el corazón
Ella: Sólo te pido que la leas junto con Fer y Luis. Y cuando Saúl se vaya, se la entregas. Por favor, es lo último que te pido
Carlos: Está bien. Te voy a extrañar Isabella
Ella: Yo mucho más Carlitos

Lo abracé y nos quedamos viendo las estrellas.
Narró Ella
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Narra Saúl
Han pasado los días, Ella ha recaído un poco más. Pero ha conservado todas sus fuerzas para terminar su lista. Todas las noches me he puesto a pensar en mi vida sin su presencia.
Hoy por la mañana la llevamos a Santiago, un pueblo de aquí de Nuevo León, la llevamos a su restaurante favorito, visitamos la iglesia que está en la plaza principal, fuimos al mirador y nos sacamos muchas fotos chidas. Todo el día nos la pasamos riendo. Se hizo de noche y observamos cómo la iglesia era iluminada por una especie de proyector, el cual proyectaba una especie de caleidoscopio en toda la estructura. Me quedé sólo con ella, los chicos habían ido a comprar algo de recuerdos.

Saúl: ¿Te has puesto a pensar en la vida despues de la muerte?
Ella: No soy de pensar en que hay algo más después de que dejamos de respirar, pero si existe una vida después de la muerte, sin duda, volvería a escoger esta
Saúl: ¿Por qué?
Ella: A pesar de todo por lo que estoy pasando, escogería mil veces volver a conocer a Luis, a Fernanda, a Yeisson, a Carlos, pero sobre todo a ti. Tú me has dejado tantas cosas, y en poco tiempo me has hecho la persona más feliz del mundo. Y si la vida me da a escoger, te escojo a ti otra vez
Saúl: Sonaste igual a la canción
Ella: Pues la cancion tiene mucha razón
Saúl: Te amo
Ella: Yo te amo mucho más

La besé, nos quedamos viendo los dibujos. Los chicos llegaron y nos fuimos a la casa. Pusieron No sé decirte no de Marco Mares. Ella venía dormida, hasta que hubo un momento en el que no sentí su respiración, me asusté y Luis condujo lo más rápido que pudo al hospital. La metieron a la sala de urgencias, después de unos minutos llegaron los papás de Ella, de Fernanda y de Luis y Carlos. Esperamos a que nos dieran noticias hasta que salió un doctor.

Doctor: Familiares de Isabella Keller
Todos: ¿Qué sucede?
Doctor: Hicimos todo lo que pudimos, pero lamentablemente Isabella ha fallecido

Todos comenzamos a llorar, abracé a Yeisson con todas mis fuerzas, no podía ver a Carlos destrozado. Me acerqué y lo abracé. Estaba enojado con la vida, me había arrebatado a la única persona que amé de verdad, a la persona que creía en todos nosotros. La persona que siempre veríamos con una sonrisa en la cara pasara lo que pasara, ya no estaba con nosotros.

Dos días después fue el cepelio de Ella, fue sin duda uno de los días más tristes de mi vida. Estaba destrozado, enojado, me sentía culpable, me despedí de Ella por última vez y nos fuimos a la casa. A los dos días Yeisson y yo regresamos a Ciudad Victoria. Me aislé de todas las personas, incluso de Yeisson, dejamos de grabar, sólo veía las fotos de Ella. Recordaba su risa, sus palabras, los momentos que tuve con ella.

Mamá: Yo sé que estás triste, pero tienes que salir adelante, estoy segura de que a Ella no le hubiera gustado verte así
Saúl: La extraño mucho ma. No sé que voy a hacer sin ella
Mamá: Yo sí, vivirás como le hubiera gustado que vivieras y seguirás con tu vida viviendo con su recuerdo presente y pensando que te acompaña a todos lados
Saúl: Te quiero mamá
Mamá: Yo más hijo
Narró Saúl
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Oigan, les pido que aún no borren la historia de la biblioteca porque les tengo una sorpresa más.
Nos seguimos leyendo.

Desde que te conocí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora