Cuentos Y Demas

La Maquina

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CERRANDO SISTEMA.

INICIANDO PROTOCOLO DE RESPALDO.

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La maquina. A veces me pregunto como fue que termine en un lugar como este, mi primer recuerdo con respecto a esto es de como una vez abrí el ojo y tuve la percepción de como todo lo que conocía se reducía en unos paneles gigantescos, o sea nada. Obvio que no tenia acceso a todas las opciones que estos mostraban y que solamente sabia como ejecutar algunas funciones, pero eso fue algo que poco a poco mejoró.

A veces me cuestiono qué sería de mi si simplemente no estuviese aquí. Algunos son poetas, otros son músicos, incluso dicen que hay quienes son la propia máquina. Pues a mi me toco ser alguien que la maneje. Pero no es del todo malo o deprimente como lo hago parecer, pues dentro de todo tener esta clase de poder me hace sentir como es que soy realmente, como aquella vez que escuche a alguien decir «Si quieres conocer a una persona, dale poder». Aunque esto no sea aplicable a todos los casos.

De alguna forma yo estoy íntimamente conectado con la maquina, lo que ella sienta yo también lo siento; lo que ella aprenda, yo también lo aprendo; lo que ella haga, yo también lo hago. Esta conexión me a dado a creer que dentro de todo, yo soy la propia maquina. Aunque también escuche de como cada encargado de cada maquina esta conectado a estas de diferentes formas unos con otros. Hay quienes ya están en desventajas desde el principio, debido a que existe la probabilidad de que no se conecten correctamente o que las opciones les sean limitadas. También hay otros que no tienen complicación alguna en este ámbito, se les he fácil controlar sus capacidades.

Simplemente el estar aquí puede ser doloroso como satisfactorio. Hay ocasiones en las que pienso si realmente tengo el control total de todo, y luego recuerdo que aquí no existe descanso alguno, siempre hay algo que hacer como dar los impulsos eléctricos al núcleo y que nada de esto funciona si no estoy presente. Todo, o gran mayoría de las acciones de la maquina, deben pasar primero por mi para que las pueda ejecutar. A las que no pasan y de ejecutan solas se las suele llamar «impulsos».

El único momento en el cual se puede decir que descanse es cuando se activa el protocolo de respaldo, solo se requiere unas cuantas acciones mínimas como proyectar algunas imágenes en ciertas ocasiones y hacer las acciones esenciales de la maquinaria. Mas bien, estoy aquí justamente haciendo eso. Me encuentro recostado en el asiento frente a los paneles de control esperando a que el gigantesco conjunto de metal se despierte para así empezar mi rutina nuevamente.

Mi rutina.

Eso suena bastante corto para algo bastante importante, pues yo soy el encargado de todo. De la vida y de la muerte de la maquina, pues existe un botón en el panel que dice «auntodestruir y eliminar datos». Supongo que hace referencia a algo que entre las maquinas llaman «suicidio».

—Mmmm —escuche resonar en el exterior, era la señal de que ya empezaba mi rutina.

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ABRIENDO SISTEMA.

INICIANDO PROCESO DE «DESPERTAR»

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Hola de nuevo gente, espero que este pequeño escrito les haya gustado, normalmente suelo hacerlos mas largos. Espero haber transmitido bien el mensaje de este cuento y eso. No tengo nada mas que decir así que me voy...

Nos vemos en otra ocasión :D