Capítulo 12

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En la bolsa de redecillas de Venus, ya habian 3 cabezas. 3 y 4 habian durado menos de un asalto. Rapidamente Venus les corto los brazos depues de la charla, y más tarde las piernas. Cuando los dos guardias consejeros ya estaban descuartizados y muertos, la dragon mas fuerte cortó sus cabezas y se las llevó como premio.

Pero cual fue la sorpresa de Venus cuando siguiendo el camino del bosque hacia los marti, aparecieron ante ella dos jovenes montados a caballo y encapuchados. Un hombre y una mujer.

Al verles Venus se puso en guardia y se acercó a ellos.

-Quienes sois?- Preguntó la dragon

Los dos jovenes permanecieron callados.

Entonces Venus en un movimiento sutil y veloz, tanto que pareció un espejismo, les bajó las capuchas para intentar reconocerles. Eran Helia y Marc que se dirigian hacia el epicentro de la batalla.

Venus pudo notar que aquellos dos chicos no eran normales y se alejo un poco.

-A que dinastia perteneceis? - preguntó Venus con voz tensa.

-Nosotros no pertenecemos a ningun lado- repondio Marc.

Y derrepente sus cuerpos emanaron una luz que cegó a Venus. Cuando la dragon pudo volver a ver, ellos ya no estaban allí.

Ya era de noche. Dana, la dragon, se plantó sobre el muro de la dinastia Provinciale, y con un rostro sin expresion, observó la vida dentro de las casas en aquel pobre poblado. Algunas personas se percataron de la presencia de Dana y la empezaron a señalar, no sabian quien era ni que hacia alli subida. Además la capa que llevaba la dragon le daba un toque mas misterioso.

De repente el tiempo se detuvo, la brisa volvió a soplar, algunas hojas cayeron con gracia de los arboles. Dana sacó un arco que llevaba a su espalda, y unas flechas incendiarias.

La poblacion ya sabia que era lo que iba a hacer ese sujeto. Asi que cundió el pànico en la dinastia Provinciale.

Dana encendió tres flechas y las lanzó sobre 3 tejados. Rapidamente empezaron los tejados a arder y poco a poco las llamas fueron consumiendo la madera de las casas. Ese fuego se propagó y prontó la mayoria del pueblo estaba ardiendo.

Dana permaneció observando, dialogando consigo misma sobre cual era el valor de su vida, si realmente ella queria hacer esto, o si comprendia la vida en si despues de esta horrible acción.

Fue a cargar la cuarta flecha, pero entonces encontró una escena que le llamó la atención entre las llamas. Era un niño pequeño de apenas 5 o 6 años llorando fuera de una casa incendiada en la que dentro se podia apreciar que habian muerto sus padres incinerados. El niño intentaba llamar a sus padres pero la respuesta de estos nunca llegaba.

En ese corto periodo en el que Dana observó alguna de las consecuencias de la guerra, una patada la golpeó con fuerza en la espalda y la desplazó un poco.

Entró en escena Capro, el padre, llorando al observar que su pueblo ardia.

-He llegado tarde... - dijo capro hundido mientras agachaba la cabeza y cerraba los ojos.

Dana se sorprendió de como Capro habia llegado a defender su pueblo, y se sorpendio tambien de cuan afectado estaba por ver sufrir a su gente.

Entonces Capro miró a Dana con rostro triste y apretó el puño. Dana y el padre se alzaron en lo alto de la muralla, cada uno con una mirada diferente; una reflejaba amor, reflejaba el sentido de la vida, y la otra reflejaba frialdad, tristeza y dudas sobre el mundo.

Dana notó que algo le dolia en el pecho al oir los gritos de tanta gente, al ver el fuego consumiendose y a capro como un padre que acababa de perder a sus hijos. En ese momento, El líder la miro firmemente y se fue acercando a ella paso a paso. Dana miró su pecho y se fijo en la insignia del ojo que todo lo ve. Algo estaba naciendo en su corazon, la dragon que siempre habia obedeciendo ordenes, que siempre callaba y observaba, sentia que su vida no significaba nada, que la habia desperdiciado. Dana no fue feliz en ningun momento en su existencia, y llegado este momento vio que lo unico que habia hecho habia sido destrozar la felicidad de otros. Algo hervia en el corazon de la chica arrepentida.

DOXIDIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora