Capítulo 25

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Dana había escuchado tambores de guerra provenientes del norte, donde hasta hace un tiempo habia estado ella ayudando a sus ciudadanos. Ya llevaba horas corriendo y su ritmo cardiaco empezaba a acelerarse, su mirada era decidida, y su proposito ayudar a esas gentes.

-Hay algo que me inquieta, es este olor... esta presión... este aire que se respira- susurraba Dana.- Algo anda mal.

Finalmente Dana pudo llegar al pueblo que desprendia esa atmósfera inquietante. Era un pueblo donde ella habia estado trabajando ayudando en las huertas de los autóctonos. Pero el pueblo estaba cambiado, habia una bandera inquietante por todos lados como si de una casa real o un imperio se tratase.

-Larga vida a Venus, nuestra Reina Norteña de afiladas garras para la justicia, siempre hermosa y gloriosa, colmillos de felina, eterna guerrera.- leyó Dana en una placa de la ciudad.

Después de esto, Dana quedó un tanto atónita. Al parecer Venus se había hecho con el control de estos pueblos en el poco tiempo que Dana los había abandonado.

La forastera frunció el ceño y se dirigió a la casa de un antiguo amigo suyo de la huerta.

-Perdona por molestarte amigo, pero he de hacerte algunas preguntas - dijo Dana a su ex-compañero desde la puerta de la vivienda.

-Claro, que ocurre?- preguntó el hombre con amabilidad.

-Que es todo este imperio, y donde está Venus?- preguntó Dana con voz muy seria.

El hombre pareció derrumbarse animicamente por un momento.

-Venus... llegó al pueblo y mató al lider. Luego practicamente nos esclavizó a todos- el ciudadano mostraba impotencia- Entonces fue cuando... Mató a mi hijo...

Se hizo el silencio.

-Cometió el error de no arrodillarse ante ella en una marcha triunfal.- acabó el campesino.

Del cuerpo de Dana comenzó a brotar aura roja de forma no muy abrupta pero sí intensa.

-Dónde está Venus...-Acabó preguntando con una mirada terrible que recordaba a su epoca de dragón.

El hombre le señaló la casa y allá fue la chica.

Dana se acercó con cuidado a la ventana para poder observar si habia alguien dentró. Grata fue su sorpresa al encontrar dentro cenando a Venus con otros 3 hombres y un cadáver sin cabeza. Acercó su oido y se propuso escuchar quien era esa gente y que tramaban.

-Aceptamos el trato- dijo Santaki.

-Entonces escuchad lo que viene a ser mi plan para la conquista.- siguió Venus.

Dana se interesó más después de esta última frase.

-Os voy a ayudar a conseguir el poder a los altos cargos que os encontrais aquí. A partir de ahí confiaré en vuestra destreza en combate para derrotar a los usuarios de poder del eje de Doxidia.

-Y nuestros mas de 1000 soldados?- preguntó Santaki.

-Ahora te explico, creo que seré capaz de añadirle un poder especial solo a todos tus hombres-Los 3 guerreros se impresionaron- Después de algunos apuros, he conseguido aprender a transmutar mi aura, lo que quiere decir que puedo añadirle aura a todad las armas de tus hombres.- Venus estaba convenciendo a los Swadianos.

-Entonces podriamos hacer falcatas tracias que lancen fuego?- preguntó Kapútilo.

-Que tal falcatas tracias que cads vez que hieran al rival les propicien una electrocutación del poder de un rayo?- dijo Venus pasandoselo bien imaginandolo.

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