Capítulo 3

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Ya habia pasado toda la mañana, entre risas juegos y tareas de la casa como recoger verduras del huerto, el ambiente era lo mas adorable posible. Marc y Helia se repartian tareas y las hacian con sonrisas en la cara. Acabaron de comer, se veian como de vacaciones, totalmente despreocupados y felices.

-Esto...Helia una pregunta mas, cuando me acerque al lago, tu fuiste la que me habló? - preguntó marc preocupado.

- No se de qué me hablas - respondió confusa Helia.

En ese momento se le pusieron los pelos de punta a marc, pero no tuvo tiempo de inquietarse mas, puesto que entonces, la brigada 1 llegó a la llanura de la casa.

-Vienen a buscarte... - helia estaba triste- de verdad te quieres marchar?

Marc bajó la cabeza, se puso pensativo y miró de nuevo los ojos de Helia.

-Me voy a quedar contigo.-fue su respuesta

Alxhez llamó a la puerta de la casa con 2 golpes secos. Entonces Helia abrió la puerta presentandose ella sola.

-A que dinastia perteneces? - preguntó Alxhez

-Esta buscando algo? - evadió ella la pregunta haciendose la inocente.

Alxhez se quedó observandola

-Busco un chico de 12 años desaparecido, su nombre es Marc.

-No conozco a ningun niño de mi edad, esta zona es muy desértica.-siguió con el juego.

-Voy a entrar con tu permiso - dijo alxhez seriamente

Helia no tuvo tiempo a reaccionar, Alxhez ya habia entrado. Buscó por toda la casa, pero no encontro nada. Los miembros restantes de la brigada observaban desde la puerta. En un ultimo vistazo Alxhez vio algo interesante en la biblioteca, era un libro llamado "la piedra meridional" escrito a mano.

-Ya veo, así que tu eres Helia, la hija de los Saltore.- alxhez clavó su mirada en Helia.

La mirada de la chica de pelo rosado tambien cambió por completo, dejo de ser dulce, ahora parecia una asesina profesional lista para cumplir su trabajo.

- Despues de huir de casa volviste  por el libro despues de todo, no sabia que hubiese una copia.- continuó Alxhez - pero no le hagas caso, ya sabes que mataron a tus padres por escribir esto.

En ese momento Marc que estaba escondido en una trampilla, salió con los ojos llenos de lágrimas y dijo:

-Helia, ya lo recuerdo todo...

Todos clavaron su mirada en el joven. Se hizo un silencio incomodo, a Helia se le escapó una lagrima mientras miraba al suelo.

Ese mismo dia en la dinastía Sancenon se estaba celebrando una reunión muy importante entre los sabios del pueblo, los consejeros, y El lider Vario el tapado.

-No podemos pasar por alto esto...- hablaba un viejo de larga barba - la guerra se acerca. Cuando un gran poder cae en manos de guerreros, estos saben usarlo para conquistar y pasar por encima de sus enemigos.

-Ni los Provinciale ni los marti han descubierto aun este tesoro,  podemos hacerlo nuestro antes de que ellos lo hagan - añadio otro viejo.

-Eso seria empezar nosotros mismos la guerra - comentó tajante Vario el lider, sentado en postura meditante.- la piedra meridional no era mas que un mito hasta hace unos dias en estas tierras. Solo debemos esconder la información y evitar una caza por ella.

Para entender el porqué de la reunión, debemos retroceder en el tiempo alrededor de una semana, cuando un escuadron entero  de 20 hombres salieron a patrullar por el bosque. Los soldados encontraron una pequeña casa con un huertecito en una llanura y decidieron entrar para conseguir recursos. Cual fue su sorpresa cuando al abrir la puerta encontraron tan solo una niña pequeña. Los soldados al ver que no llevaba el simbolo de los Sancenon decidieron atracarle recursos e incluso algunos intentaron ponerle las manos encima a la hermosa joven...

Solo volvió con vida 1 soldado, faltandole el brazo derecho. El superviviente estaba fuera de la casa sin ver la escena. Segun su testimonio, se empezaron a oir gritos provenientes de la casa, las ventanas se mancharon de sangre y cuando él dio un paso hacia la casa para intervenir, una voz apareció detras de él diciéndole

- Mueve un musculo de tu cuerpo y estarás muerto. Quiero que les des un mensaje a los altos cargos de tu dinastia, el trabajo de los Saltore no estaba equivocado, no os volvais a acercar a esta casa, si teneis aprecio por vuestras vidas y las de vuestros familiares.

El soldado se quedó inmovil, incluso sin respiracion. Pudo parecer que envejeciera varias decadas en aquellos segundos, cuando por fin se dio la vuelta rumbo a su caballo para huir, se percató de algo terrible, le faltaba un brazo. Y solo entonces volvió a oir:

-Me lo he llevado como regalo. Ya que has venido sin invitación, es lo mínimo. Nos vemos - la voz tenia un tono terriblemente firme

Cuando el soldado comentó a los sabios y a Vario la frase: Los Saltore no estaban equivocados, todo se tornó demasiado frio.

DOXIDIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora