Epílogo

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Estoy limpiando mi armario cuando las encuentro.

Diez cartas escritas a mano, en el más delicado papel rosado, producidas cerca de dos años atrás.

Buscaba entre distintas cajas que habían quedado sin abrir desde la caótica mudanza, y casi me rompo el tobillo al intentar subirme a una silla para alcanzar el estante de arriba, ya que no fui bendecida con el don de la altura. Pero allí están, en el fondo de la destartalada caja, junto a un par de libros viejos olvidados y frascos de perfume a medio vaciar.

Me parece curioso notar cuánto ha cambiado mi vida desde ese entonces. Jamás me hubiese imaginado viviendo en Inglaterra junto a nadie más ni nada menos que William Davies, cierto escritor inglés que no produjo la mejor primera impresión en mí. Como cualquier relación normal, no ha sido siempre un lecho de rosas, pero puedo decir honestamente que no hay nadie con quien me gustaría afrontarlo más que con quien ahora es mi esposo.

En cuanto al libro de Will, finalmente tuvo un nombre: "From hell to heaven", y retrata la vida de un artista que pierde su rumbo hasta que encuentra a una escritora de poesía que le pone la vida de cabeza. Hay varios malentendidos en el medio, pero se podría decir que las cosas funcionaron para ellos al final.

Con el dinero que ganó con ese libro —más una pequeña suma de dinero que pude aportar—, Will pudo, finalmente, abrir su propia casa editorial, que dirigimos de a medias. Allí publiqué mi primer libro de poesía, al cual le está yendo bastante bien, siendo completamente honesta. Aunque claro está que no soy William F. Davies, desde luego.

No obstante, hay algo que sí cambió. Cambió nuestras percepciones, nuestras prioridades, nuestras vidas. Hace dos meses llegó al mundo Charlotte Elizabeth Davies, pesando cerca de tres kilos cuatrocientos, con enormes ojos color avellanas que me quitan el sueño.

Nunca vi a un padre tan devoto y enamorado que mi Will, quien ha decidido dejar la escritura momentáneamente hasta que Charlie deje de necesitarnos, lo que sospecho que no será pronto. Aunque sé que está enfocado en el éxito de la editorial, por lo que no puedo decir que vaya a extrañarlo demasiado.

Si me hubiesen dicho, cinco años atrás, que estaría formando una familia y una editorial antes de cumplir los treinta, me hubiese reído en sus caras. Aún así, no podría imaginar mi vida de otra manera.

N/A: Gracias a todos los que siguieron esta novela. Espero que la hayan disfrutado y les haya sacado al menos una sonrisa.
Lauren y Will se ganaron un lugar en mi corazón. Quizás, en el futuro, escriba algo más sobre ellos. Mientras, espero que les haya gustado.
¡Muchas gracias!

Con amor,
Lu

Buscando Al Sr. Darcy (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora