2-. El rubio

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Eso había sido extraño.

Si, estaba acostumbrado a las miradas de los extraños, ya que en California siempre hacia bailes, o cantaba, o jugaba frente a todo un campo de futbol. Pero se sentía intimidado, tan intimidado que se prometió que jamás llegaría retrasado a una clase, nunca más en su vida.

-Hola Thomas! – Escuchó su nombre, pero pensó que alguien estaba llamando a otra persona, no conocía a nadie allí – Thomaaas! – Seguía caminando, no podía ser para él – Thom, harás como que no me conoces. – Al levantar la mirada vio que era su amigo de la infancia.

Era más alto que él, pero más pequeño por un año.

-Jeff! –Thomas pasó sus brazos por el cuello del otro. Estaba tan feliz de haber encontrado a alguien.

-Wow, nunca pensé encontrarte aquí Thom, ¿Cómo es que estas acá?¿Cuando llegaste?¿Por qué no me avisaste? – Eran muchas preguntas, pero, Thomas pensó que lo mejor era responderlas en un lugar más calmado.

Se sentaron en una de las bancas del jardín de su escuela.

-He estado bien, aunque un poco asustado, este colegio es gigante.  – Sonrió.

-Si, demasiado grande, pero después de un tiempo, te vas acostumbrando –Terminó Jeff. Thom podía notar la mirada preocupada de su amigo –Y… Tu madre, ¿cómo se encuentra?

-Esta… -Thom no sabía si decirle la verdad o no. –Bien  -Mintió.

La verdad era que la madre de Thom aún se encontraba con depresión, después de que la madre llegaba del trabajo nuevo, siempre tenía que tomarse 5 pastillas y se iba a acostar, sin importarle si su hijo estaba en casa o no. Llegaba tarde y Thom siempre trataba de alegrarla, pero ella estaba demasiado cansada para poder sonreír, solo quería dormir.

 Hablaron de lo loca que estaba la profesora de “artes corporales” y Sarten le enseño su próxima sala. Al llegar a la sala, el menor le prometió que estaría con él todo el día para presentarle la escuela como se debía.

Durante todo el día, Thom no se encontró de nuevo con el rubio.

Jeff le mostro el campo de futbol, que era tres veces más grande que el de California, el establecimiento tenía baños por doquier, camarines bastante amplios, y salas de clase en cualquier parte. Los pasillos y los casilleros eran sacados de una película de Estados Unidos. Todo estaba perfectamente puesto en su lugar. Aunque aún así, según Jeff, se encontraba el abuso entre compañeros, el uso de cigarrillos, la toma de alcohol y todo eso dentro de la escuela.

Al llegar al espacioso patio de comida, Thom se sorprendió.

“de verdad estoy en una película americana” pensó.

-Este es Thomas – Dijo Jeff, que lo presentó a una pequeña mesa, que se encontraban de tres personas.

-Hola –Dijeron todos al unísono.

 -Me llamo Winston –

-Yo soy Chuck

-Y yo soy Sarten –Dijo el último.

-Hola, un placer conocerlos.

Comenzaron a hablar, a preguntarse por qué conocía a Sarten y ellos contaron su historia.

Hasta que aparecieron ellos.

Muchos giraron al escuchar que ellos venían.

Thomas giró también y vio a ese rubio.

-Agh –Se quejó Sarten –Pensaba que los habían expulsado a todos. Por suerte este es su último año.

Era un rubio seguido por cinco hombres más. Con sus uniformes un poco más desordenado que la mayoría de los alumnos, y con un aura completamente aterradora.

Bad Boy (Newtmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora