" Vayamos juntos. Desenvolvámonos el uno al otro y veamos todas esas pequeñas cosas que me atrajeron a ti, para finalmente, ponerme de nervios."
_____________________Las demás veces fueron demasiado sugerentes, lo suficientes como para que se hallarán besándose en medio de la cocina, en la sala o de vuelta a sus apartamentos en el elevador. Siempre siendo precavidos.
Últimamente, las palabras que salían de los labios de Natalia eran un poema exquisito para el ex soldado que la miraba embelesado. Consciente de que en cualquier momento todo se iría a la mierda si alguien llegase a enterarse de lo que sucedía entre ambos. Quizá era eso, la adrenalina de poder ser descubiertos drenado sus venas mientras compartían un roce pasional, que los mantenía extasiados.
Aquella noche, James quiso mostrarle a Natalia algo que había descubierto hace un tiempo, mucho antes de que ocurriera el inconveniente con su brazo. Tal vez, cabia la posibilidad de que ya ni existiera aquel mágico lugar y que quedará como un estafador frente a la pelirroja. Hacía un frío horrible, las calles estaban completamente cubiertas por la nieve y apenas y las calles eran iluminas por farolas o letreros con leds de color neón; llevaba a la mujer del brazo no lesionado, caminaba a la par de sus pisadas.
- ¿Está muy lejos?
- Es aquí - Le señaló un edificio viejo, demasiado sofisticado, como si los diseños de sus paredes al exterior fuesen hechas estratégicamente para una iglesia - Volveremos antes de que salga el sol.
- En absoluto, no me inquieta volver después, sino más bien el que nos congelemos antes. - ante esto, Romanova se abrazo más fuerte del brazo masculino, mientras ambos se introducían al edificio.
Hicieron girar las puertas e inmediatamente, cuando pusieron un pie dentro, pudieron percibir el penetrante aroma a humedad. Natalia se sentía una vándala, profanado un lugar tan viejo como lo era ése. James la tomó de la mano y la comenzó a guiar.
- ¿Qué es este lugar?
- Sabes una cosa, Natalia, mentí acerca de no recordar cómo tocar el piano.
- ¿Y estamos aquí por qué...?
- Venía aquí cuando quería impresionar a alguna chica, les tocaba algo de compositores que nunca en su vida habrían escuchado. - Le mencionó, provocando que Natalia enarcara una ceja, no comprendiendo por qué le decía aquello. El soldado se apresuró a sacudir el asiento de piel en donde tomó asiento frente al piano - Supe entonces que era una perdida de tiempo, pero... he compuesto esto para ti, esperanzado en que alguna vez logres bailar para mi.
Antes de que la pelirroja protestará, Barnes ya estaba tocando. Inmediatamente se paralizó.
La melodía inundó todo el salón, que a ojos de la mujer ahí, era un palacio. Eran notas dulces que prontamente daban un cambio radical a uno más caótico, sensual, romántico. Estaba hipnotizada por las manos hábiles del hombre sentado en el banquillo, de cómo las notas lograban penetrar su alma y se quedaban grabadas allí. Era fabuloso, la sensación más hermosa que alguna vez pudo experimentar, ni creer que James Barnes había compuesto aquella canción para ella... La tonada era suya y estaba completamente segura de que si la compraran con música, ella sería la propiedad del soldado de por sí.
- Eres maravilloso, Buck. - Se aproximó a rodearle el cuello en cuanto esté término la melodía, no podía dejar de sonreír - probablemente tengas a que dedicarte ahora ¿no lo crees?
- Tengo inspiración justamente ahora, quién sabe después.
- Ilustrame, qué es lo que te inspira.
Se apartó un poco inclinándose a la vez para ver los lienzos azules de Bucky, él la atrajo por la cintura y delicadamente la guió a su regazo. Le levantó el mentón con sus dedos y la observó por largos segundos, sin saber exactamente qué decir. Aunque era de esperarse que lo primero que hiciera fuera besarla ya que él no era un hombre de palabras, pero sí que tenia algo -demasiado- que mencionarle:
Tú. Quiso decirle. Tú, simplemente tú. Cuando la noche recae en la ciudad, cuando la gente decide levantar las sábanas de su cama para acostarse y dormir, cuando el edificio se convierte solamente en una construcción vacía, yo espero, sentado al filo de mi cama hasta que las manecillas de mi reloj marcan la hora mágica. Admito que sigo poniéndome nervioso antes de bajar, que repaso en mi mente las palabras en donde te mencionó lo mucho que te quiero, lo que me importas y lo mucho que te necesito cuando no te veo, las repaso todo el día para finalmente no decir nada. Eres tú, Natalia, quien me inspira cada día, quien me da motivos para levantarme de la cama y anhelar vivir por una eternidad si eres tú quien estará a mi lado; eres tú, cuando sonríes, cuando me cegas y me guías a tu manera de ver las cosas, cuando me besas, cuando sé, que aún estando casada, el sentimiento es recíproco... Lo siento, me has dado indicios para confirmarlo. El tiempo es mi amigo, me ayudó a comprender demasiadas cosas respecto a ti, y ahora, confirmó que...
- Te quiero tanto, Natalia.
Falta poquito para que termine TuT, gracias por haber llegado hasta aquí y claro, por esperarme tanto tiempo. ❤

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Just Be || WinterWidow
Fanfiction... Llegó a la conclusión de que podría escuchar su voz hasta el amanecer. Los personajes no me pertenecen, pero el universo alternativo sí. N° 1 #buckynat