"Me abrumas con ira, frustración y pena, pero esperemos para que la ola se las lleve con ella"
________________________- Te habías dado cuenta de que aquel reloj nunca avanza. Se queda estancado, y yo siempre me guio por la hora que marca. - Soltó una risa entre dientes.
- No sé, el tiempo es eterno en cuanto bajo y te veo acá abajo... - Él mencionó, enpinándose la copa. - Y no me había dado cuenta.
Aquella noche se habían visto en la sala, Natalia quería enseñarle un vino añejado que siempre cargaba consigo en su maleta y que abría sólo en las celebraciones especiales. James se asombro ante aquello, no porque eso significase que su veinteavo encuentro fuera especial, más bien porque no podía creerse que una botella de vino aguantará tanto de andar de acá para allá.
Natalia le sonrió, acomodándose una mecha de cabello que entorpecia su vista. ¿Era invención de Bucky o ella se veía diferente aquella noche? Cada día parecía distinta.
- Saborealo - La pelirroja le dijo, inclinándose un poco para alcanzar su copa que reposaba en la mesa de centro. - El vino francés nunca es tan bueno como el inglés, pero éste lo supera.
- No soy de excentricidades. - Le recordó antes de volver a dar un sorbo y quedarse quieto, analizando el sabor de la bebida que aún tenía en la boca.
Le dio la razón con un asentimiento de cabeza, era una buena bebida.
- En nuestro apartamento no tenemos reloj. - Dijo ella de repente mirando una vez más el reloj que se posaba en lo alto de una columna frente a ellos, el soldado no mencionó nada al respecto. - Nunca cargamos con uno, creo que no son necesarios si disfrutas tu día a día sin hacer menos el tiempo que compartes para efectuar tus actividades.
- En la guerra no necesitas del tiempo si sabes que en cualquier momento la vida puede terminar para ti. - Natalia hizo una mueca.
- ¿Tienes uno?
- Cargo siempre con él. - Con el brazo que siempre andaba flexionado, dejó la copa en la mesita y posteriormente se arremango un poco la manga de la bata, dejando al descubierto el reloj que seguía corriendo en silencio. - Mi madre me lo regaló cuando fui legal.
- Clinton me había obsequiado uno, pero el agua lo hizo inservible y lo suplantó con un broche. - Natalia rió mirando el artículo que James le mostraba. El castaño se extraño un poco ante su comentario chusco. - No debe ser así como el amor se consigue.
- ¿Cómo entonces?
- No vas por la vida comprando cosas caras para ganar cariño. - Ella lo miró a los ojos - Son detalles que vuelven humano a una persona, muchos de esos detalles son los errores que inculcan enseñanza.
- ¿Los equivocados te atraen?
- Los que creen que están equivocados y hacen lo posible para demostrar que hay razón en sus palabras, si, ellos. - Él le sonrió de lado. - Hay otro tipo de equivocados, los que se quedan a pudrir en su ignorancia.
- ¿Barton está entre ellos?
Natalia soltó una carcajada y cuando por fin pudo calmarse, recargo su brazo en el hombro masculino.
- No todo tiene que ver con él - Le aclaró - Pero si quieres saberlo, sí.
¿Qué pensaría de él entonces si hace tan sólo unos minutos estaba por obsequiarle su reloj? ¿Se vería muy obvio o parecería tener lástima?
- ¿En qué piensas? - Le pregunto ella, recargando ahora su cabeza en donde antes reposaba su brazo. James no se inmutó ante aquello, ni siquiera sabía qué decir.
- En el tiempo precisamente.
- ¿Si? - Rio suavemente, sacudiéndose apenas - No le tomes importancia y atente a las sensaciones exhibicionistas de tu alma ante cualquier cosa banal que ocurra en tu vida.
- Es una vida vacía.
- El vacío nunca es bueno, casi siempre te obliga a llenarte involuntariamente con cualquier cosa. - Barnes giro el rostro, topándose apenas con los párpados cerrados de su acompañante.
Aquella era una vista maravillosa. La mujer parecía relajada en su hombro, el cabello no le caía en la cara, exponía su piel blanca y tersa, los labios apenas rosados no mostraban ni un ápice de resequedad y aquellos ojos hipnóticos estaban cerrados, las pestañas espesas eran tan majestuosas que podría contarlas una por una. No comprendía, él no era nada a comparación de su esposo, era solo un idiota admirando una pieza de arte... Qué era el mundo sin arte, qué sería de sus noches solitarias sin Natalia.
Obligado por sus instintos, se apartó un poco y se inclinó ante ella. Natalia ya tenia los ojos bien abiertos mirándolo, ella parecía estar divagando pues acarició el rostro del caballero con la punta de sus dedos.
- Tus mejillas me pican las yemas de los dedos.
Lo que pasó después, es más que obvio que ninguno de los dos podría olvídarlo jamás. Eran dos personas, allí sentadas y expuestas en el salón, besándose devotamente, la dulzura con la que nunca antes habían empatizado estaba allí. Los labios rojos por el roce y las respiraciones oprimidas en sus pechos, era adrenalina y extasis.
Natalia fue la primera en separarse y la primera en marcharse. Ni siquiera lo miro cuando la llamó y ni se detuvo a esperarlo para que subieran juntos al elevador.
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Just Be || WinterWidow
Fanfiction... Llegó a la conclusión de que podría escuchar su voz hasta el amanecer. Los personajes no me pertenecen, pero el universo alternativo sí. N° 1 #buckynat