El hielo comenzaba a dar marcha atrás, las flores brotaban del verde pasto, de los árboles y de las orillas del gran río de Beruna. Las dríades iniciaban sus danzas primaverales anunciando el inicio de esta estación.
Todos los narnianos esperaban este acontecimiento, ya que les recordaba el inicio de los días más luminosos y cálidos de Narnia, y eso significaba que el banquete de primavera estaba cerca. Ese año se haría en el palacio de Cair Paravel y estarían invitados todos los miembros de la nobleza de Archenland, Telmar y los países aledaños.
Los asistentes iban y venían por los pasillos del castillo acomodando, ordenando y limpiando todo a su paso, pues el día de la celebración estaba cerca.
- ¿Puedes traer flores violetas del jardín oeste para los arreglos florales? - dijo Susan al jardinero - creo que quedarán perfectas con la decoración de este año.
- Lo que usted desee majestad - añadió el hombre retirándose de la sala.
De repente se abre la puerta del lugar.
- Su, ¿tienes la lista de los invitados? Estaba pensado en los lugares en la mesa y...
- ¡Lucy! ¿Cuántas veces te he dicho que no entres sin golpear antes? - añadió su hermana.
- Lo siento, es que estoy muy emocionada y eres la única con la que puedo hablar de estas cosas.
Lucy decía esto porque El gran Rey Peter y su majestad Edmund estaban en el bosque acampando y enseñando esgrima, arquería y cosas de caballeros a los jóvenes aprendices de la corte.
- ¡Está bien!, déjame que elija un vestido para el banquete y luego armamos la lista juntas, porque al atardecer debemos enviar los cuervos.
Luego de que Susan eligiera su atuendo, se sentó junto a Lucy a escribir los mensajes para los invitados. La carta decía algo así:
"Sus Majestades y miembros de la Corte Real, los invitamos cordialmente al banquete de primavera. Será un gran evento donde podremos afianzar nuestra relación diplomática como países vecinos, además de pasar un grato momento en fraternidad
Los esperamos aquí, en la capital de Narnia.
Los Saludan,
Peter, Susan, Edmund y Lucy Pevensie, Majestades de los territorios de Narnia"
- Esta será la fiesta del año, es mi época favorita, aparte de Navidad, claro.
- Así es Lu, todo saldrá como lo hemos planeado - exclamó Susan sonriendo.
Esa misma tarde, antes de que el sol se pusiera, los cuervos habían partido hacia sus destinos.
Peter y Edmund decidieron volver, ya que habían estado fuera de su hogar por cuatro días y tres noches, y sentían culpa de que sus hermanas se encargaran solas de la organización de la fiesta.
En el camino de regreso, recogieron flores silvestres para ellas, ya que eran las favoritas de las reinas.
- Ed, ¿no crees que Susan esté alterada?, siempre se exalta cuando tiene que organizar algo sin que los cuatro estemos presentes.
- Ella lo hará bien, como siempre. Además, la corte siempre está para ayudarla y aconsejarla.
En plena charla, un centauro se acerca y dirige su palabra a los Pevensie.
- Majestades, Cair Paravel está cerca.
La tropa que regresaba a casa era recibida por faunos y enanos que danzaban y lanzaban pétalos de flores recién cortadas.
- ¡Larga vida a los Reyes! - cantaban las criaturas.
Se escuchó una dulce trompeta y la puerta principal del palacio se abrió. Allí estaban las chicas, que se largaron a correr para darles la bienvenida a sus hermanos.
- ¡Qué bueno que estén en casa! - les dijo Lucy.
- No queríamos demorarnos más. El banquete está cerca - añadió Edmund mientras les daba las flores a sus hermanas.
- ¡Extrañaba el aroma de estas plantas!, Gracias Edmund - le respondió Susan mientras abrazaba a su hermano menor.
Lucy, contenta dijo que Ava había llegado justo unos minutos antes de que llegaran. En el momento que ella decía esas palabras el rostro de Peter comenzaba a iluminarse. El quería verla desde hacía algunos meses.
- Tranquilo, estás hermoso, como siempre - Lucy le dijo al Rey que comenzaba a arreglar su cabello rubio despeinado. - ¡Ve con ella!, está en el establo.
El Sumo Rey terminó de peinarse y salió en busca de la joven.
- Durante el viaje me venía hablando de Ava, ¡Menos mal que llegamos! Sinó ya lo habría derribado de su caballo - bromeó Edmund.
Sus hermanas entraron al lugar riéndose de los dichos del rey.
Mientras tanto, Ava estaba sacándole la silla a su yegua en el establo. Ella era una joven princesa de las tierras salvajes del norte, sus cabellos eran largos y de color negro, sus ojos oscuros demostraban que era una muchacha fuerte, pero bella y delicada. Su padre le había recomendado que conociera al Monarca de Narnia, no solo para desposarla, sino para que ambos reinos estuvieran en una alianza permanente.
Desde el primer día que se conocieron se llevaron bien, era notable que había cierta atracción entre ellos, pero trataban de disimularlo en público.
- ¡Ahí estas! - gritó Peter.
- ¡Me has asustado! - replicó la princesa. - Extrañaba tu voz, tu rostro, tus...
En ese momento los labios de Peter se acercaron a los de Ava y se fundieron en un largo y tierno beso.
- ¿Mis besos? - dijo Él en un tono seductor.
Ella estaba sonrojada, ya que era tímida para las demostraciones de pareja.
- ¿Viniste solo no?, qué dirán tus hermanos si nos vieran besándonos.
- Creo que ya lo sospechan, pero no diremos nada hasta el banquete de primavera ¿verdad?
- Para eso he venido Pet - le respondió ella alegremente.
Todos en el reino imaginaban que algo sucedía entre ellos y, estaban contentos ya que ambos eran la pareja perfecta que traerían felicidad y prosperidad a toda Narnia. Y fue así, como la mayoría pensaba, pues dos meses antes Peter le había propuesto matrimonio a Ava en un bosque cercano.
Una vez reunidos adentro del palacio, los jóvenes debatían sobre que iban a usar para la celebración primaveral.
Nosotros pensaríamos que la noticia del compromiso sería lo más relevante de la ocasión, pero había aún otra premisa que sorprendería a todos y que en fín, es de lo que trata esta historia.
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Las Crónicas de Narnia: Un Nuevo Comienzo
FanfictionLa princesa y futura Reina de Archenland, Aisha, se prepara para su coronación. Pero todo no es felicidad, una antigua noble Calormena formó una orden para hacerse del trono y conquistar las tierras fuera de Calormen. Aisha deberá armarse de valor...