Capítulo III - El Secreto del Bosque

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- Buenos días, cariño... - susurró suavemente Aravis a su amado esposo.

- Buenos días... - contestó Cor entre bostezos y medias sonrisas.

- Jamás pensé que llegaría este día - la morena admiró al rey de Archenland con una sonrisa - parece que fue ayer cuando anunciábamos que Aisha estaba en camino...

Habían pasado 17 años desde aquel memorable banquete donde el Sumo Monarca de Narnia anunció su compromiso con la reina Ava y los reyes de Archenland el nacimiento de la heredera de su reino.

A pesar del tiempo, sin duda algunas cosas no cambiaban. La relación con la nación Narniana seguía tan intacta como desde el primer día en que se creó, al igual que la celebración del banquete cada año.

Aunque, en esta ocasión la joven Aisha iría para aprender sobre los asuntos reales que sus padres solían atender, puesto que dentro de unas semanas sería coronada como la reina legítima de Archenland.

- Lo único que me molesta de los viajes a Narnia es nunca saber que ponerme para el camino - reclamó Cor, abriendo las puertas de su gran armario. Dio un largo suspiro antes de buscar algo que, por lo menos, fuera lo suficientemente apropiado.

- El traje esmeralda te sienta bastante bien... - aconsejó Aravis, que todavía se encontraba recostada en la cama.

***

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***

- Alteza, el carruaje ya está listo. El cochero espera sus órdenes para salir - mencionó un mayordomo de edad avanzada mientras entraba al Gran Salón.

- Gracias, Alfred. ¿Podrías escoltar a Aisha hasta aquí? Y por favor... - Cor mencionó tomando del brazo al hombre con canas notorias - Que no escape esta vez.

El mayordomo asintió, y acto seguido, se dirigió a la alcoba de la joven heredera y la escoltó al Salón - evitando algunas de sus tácticas de fuga - donde sus padres ya la esperaban para partir a su destino.

- Padre, ¿Podríamos cambiar la fecha de la visita a Cair Paravel? Me encantaría visitar los bosques narnianos con mi tío Corín... - rogó la morena.

- Cariño, sabes que no puedo hacer eso. El banquete siempre se ha celebrado durante estas fechas...

- Además... - añadió su madre mientras arreglaba un poco su cabello - es el último evento antes de tu coronación, y queremos que aprendas todo lo necesario para ser una gran reina.

- ¡Pero mamá! Tu sabes que adoro entrenar y explorar con mi ti...

- Responsabilidades, ante todo querida. Ya va siendo tiempo que te tomes más en serio tu papel como heredera de la corona de Archenland...

Aisha bufó. Sabía para donde iba todo eso, seguro que le esperaba una larga charla parental sobre como no todo en la vida podían ser expediciones y entrenamientos junto con su tío. Pero no era su culpa, amaba pasar tiempo de calidad con él, ya que no solo le enseñaba esgrima, sino a valerse por su cuenta, y eso le hacía sentir como ella misma, sin ataduras o protocolos a los cuales atender. Era ella, solo Aisha.

Las Crónicas de Narnia: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora