La princesa y futura Reina de Archenland, Aisha, se prepara para su coronación.
Pero todo no es felicidad, una antigua noble Calormena formó una orden para hacerse del trono y conquistar las tierras fuera de Calormen.
Aisha deberá armarse de valor...
Durante los siguientes días, todos ayudaron a recoger los escombros que dejó la batalla. La reconstrucción tardó un poco pero finalmente Anvard volvió a vestirse de fiesta, los muros ya no lucían la insignia de Tash sino el estandarte de la corona de Archenland. Los lirios adornaron nuevamente todos los pasillos y los grandes salones se encontraban limpios y cubiertos con hermosas alfombras.
Aslan había permanecido ahí, quizás aquella fue una de las veces en las que más tiempo estuvo presente, en persona, entre su pueblo.
-Bienvenidos sean todos a éste su hogar - dijo Aisha levantándose de su lugar
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Se había convocado a una gran fiesta, pues después de todas las adversidades era muy merecido celebrar que habían salido victoriosos.
-Hoy no solo celebramos el triunfo, sino que reafirmamos nuestro total y eterno agradecimiento con el pueblo de Narnia- aquí voltea a ver a los reyes y les dedica una sonrisa- una vez más han arriesgado sus vidas para salvar a Archenland de un gran mal, estamos eternamente en deuda con ustedes. Tengan por seguro que en Archenland no solo tienen un aliado, sino que en cada uno de nosotros hay un hermano dispuesto a dar la vida por ustedes.
Los Narnianos ahí presentes sonrieron, era la segunda vez en su historia que salían en defensa de Archenland, pero esta ocasión había reafirmado totalmente su unión. Quizás suene como un cuento de hadas o una fantasía, pero debes saber que desde la fundación de Archenland hasta el fin de todo, la relación con los Narnianos siempre permaneció tan intacta como el primer día, nunca se ha visto a dos naciones tan unidas.
-Gracias también al pueblo el mar y al reino de Shurima. Representa para nosotros un gran halago que hayan acudido en nuestro auxilio, consideren también que nuestro pueblo acudirá a sus llamados siempre que lo necesiten-
La gente del mar se encontraba aún en su forma humana. El rey Tritón asintió con la cabeza, jamás en su vida se había planteado la posibilidad de hacer alianzas con los territorios de la superficie más allá de Narnia.
Coraline aplaudía el discurso de Aisha mientras se encontraba tomada del brazo con el joven guerrero del mar.
Los Vastaya a ocupaban algunos asientos en el ala izquierda del salón. Alysha, la princesa, mostraba un rostro de profunda alegría, pues no solo había descubierto que aquellos seres a quienes tanto le temía no eran malos, sino que incluso se habían convertido ya en sus amigos.
-Y a todos mis hermanos- ahora la reina se dirigió a los Archenlandeses- gracias por haber demostrado su valor, pues no solo son los guerreros mejor entrenados en estas tierras, sino que su valentía los hizo no sucumbir ante la tentación.
El Rey Cor y la reina Aravis miraban a Aisha con profundo orgullo, estaban seguros que se convertiría en una gran reina y que dirigiría a Archenland por un buen camino, de justicia y de paz. Junto a ellos un pequeño niño de cabellos rubios miraba a Aisha, con los mismos ojos con los que uno mira a la persona a la que más admira en el mundo.
