Adrika Abogada respetada en su medio, la cual después de una ruptura amorosa muy fuerte y dramática, no quería volver a involucrar sus sentimientos.
Hugo hijo de un empresario de los mas importantes en el país, Arquitecto, playboy, caballeroso y cue...
Agarro mi maleta, tengo todo listo nuestro vuelo sale en una hora, Erika viene conmigo lo cual agradezco. Bajamos y esta Catriel esperándonos en el auto.
-Hola enana, ya está todo listo- Me dice mientras Erika se sube al auto.
-Gracias- Me abraza y me besa la frente.
-No te preocupes yo las cuidare, van a estar bien-
-Lose-
Nos dirigimos al aeropuerto, no hay trafico así que llegamos pronto. Nos subimos al avión.
***
Después de 5 horas de vuelo llegamos a los Cabos, después de que Catriel se fue consiguió estudiar y trabajar al mismo tiempo. Hoy en día tiene su casa y un buen trabajo.
Al llegar a su casa me sorprendo, es muy hogareña, algo que no esperaba de él. Entramos y es amplia por dentro.
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-Es muy bonita- Le digo.
-Gracias, pueden instalarse en la habitación que gusten. Hare la comida-
Subo y dejo mis cosas, veo que la habitación tiene un balcón con vista directo al mar. Lo cual se me hace hermoso. Se siente mucha paz con el oír de las olas. Me da gusto que en estos momentos eso es lo que necesito. Me recuesto en la cama y sin darme cuenta me quedo dormida.
Erika
Toco la puerta de Adrika, me asomo y la veo dormida. Bajo a la cocina y veo a Catriel cocinando.
-Siéntate- Me siento en un banco de la barra.
-Adrika se quedó dormida, no quise molestarla-
-Déjala descansar, la comida va a tardar en estar lista. Prueba esto- Me ofrece de la cuchara con la que está preparando.
-Gracias, esta rico. No sabía que tenías esos dones culinarios-
Veo que alista todo y lo mete al horno, voltea a verme con una taza de café en la mano.
-Es un buen don, pero no el mejor- Hace que me sonroje y no sé qué responder – ¿Qué paso te comieron la lengua? –
-No, yo solo me refería...- Se acerca y me arrincona contra la barra.
-Se lo que quisiste decir y por tu reacción, creo que también entendiste lo que yo te quise decir-
Me besa en la mejilla, sale al porche y se sienta en los escalones. Me quedo parada como estúpida sin saber qué hacer.
Tomo un vaso de limonada y lo alcanzo.
-Ellas te extrañaron mucho cuando te fuiste- Le digo.
