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Capítulo 18. Princesa, ¿dejaría usted todo por amor?

Crowns: Princesa, ¿dejaría usted todo por amor?

[Minutos antes del encuentro entre Emma y Roxy]

—Hola chicos.— Saludó la hija de Mulan llegando junto a Jane y Ally con bandejas de comida a la mesa en donde se encontraban Aziz, Emma, Kristhian, Chad y Audrey.

—Hola Lo.— Respondieron los amigos de Roxy, pues los príncipes mimados se hallaban muy ocupados viendo cómo los chicos de la Isla recibían más atención de los alumnos que ellos.

Mal, Jay, Evie y Carlos estaba sentados a unas cuantas mesas de ellos. La hija de Maléfica se había vuelto popular por lo que su magia hacía por el cabello de las chicas. El hijo de Jafar debía su popularidad a sus habilidades en el Tourney. La hija de la Reina Malvada tenía un gran sentido de la moda, y muchas chicas querían sus consejos. Y en cuanto al hijo de Cruella De Vil, pues él tenía a varias chicas de su edad rodeándolo por lo tierno que se veía con el perro Chico en brazos.

—No entiendo como es que ahora la gente los ama.— Comentó Chad con claro enojo  mientras enterraba con fuerza una y otra vez el tenedor en su plato de espagueti.—Son hijos de villanos, no tienen porque recibir más atención que nosotros.

—Déjalos en paz Charming.— Amenazó entre dientes el hijo de Anna.—Los chicos son geniales, y me atrevo a decir que mejores personas que tú.

—Son villanos Kristhian.— Recordó el mini príncipe encantador alzando un poco la voz.—Los criaron los peores, ¿como puedes decir eso?

Kristhian estaba por responder a eso, pero rápidamente Emma intervino.

—¡Hey! No iniciemos una pelea, por favor.— Pidió ella poniendo un hombro en su amigo rubio.

Ambos príncipes se callaron, no sin antes lanzarse miradas frías.

—Cambiando de tema, ¿han visto a Roxy?— Preguntó con curiosidad la hija de Alice.—Se ha perdido en todos los periodos libres.

—No sabemos.— Respondió Aziz.—Pero probablemente se esté viendo con Evie.— Se atrevió a decir con una sonrisa y mirando cómplice a sus dos mejores amigos.

—¿Por que lo dices Aziz?— Preguntó serio Chad.

El hijo de Aladdin simplemente señaló a la mesa donde los hijos de villanos estaban. Todos los hijos de héroes se volvieron para ver como la peliazul salía de la cafetería.

—¿Y que te hace creer que va con Roxy?— Preguntó esta vez Jane.

—Las dos han estado muy juntas últimamente.— Emma respondió, a lo cual Aziz y Kris asintieron.—No me sorprendería que se estuvieran viendo durante estos periodos libres que pasaron.

—¿Que estás tratando de decir Emma?— Se volvió a meter el hijo de Cenicienta.

Ni Emma, ni Aziz, ni Kristhian podían responder a eso, porque ni ellos sabían que sucedía con su mejor amiga. Habían sacado la conclusión de que la heredera sentía algo por la hija de Grimhilde, pero no podían confirmar nada aún. Y en todo caso de que fuera así, ellos sabían que no les correspondía decírselo a los demás.

Pero en los ojos azules de la hija de Belle se veía claramente aquel sentimiento de amor. Y con cada momento que pasaban juntas, estaba más que decir que crecía. Podían incluso asegurar que la peliazul pasaba por lo mismo, y es que las miradas y sonrisas no tan discretas que compartían ambas durante las clases decían mucho. Los chicos comprendían que una era sumamente especial para la otra, y a pesar de que últimamente ambas estuvieran algo decaídas, podían entender el porqué. Probablemente, tanto para Evie como para Roxy sería la primera vez que surge el sentimiento de amor hacia alguien de su mismo sexo.

—No intento decir nada.— Aclaró Emma poniendo un trozo de manzana en su boca.—Solo... podría ser que... en las posibilidades de una en un millón... y si Jupiter, Marte y Saturno están alineados... Roxy podría estar...

—¿Enamorándose de Evie?— Interrumpió Lonnie con el ceño fruncido al ver que Emma tartamudeaba mucho, y suponiendo lo que ella intentaba decir.

O no decir.

Ante el silencio y miradas de Emma con Aziz y Kristhian, el resto del grupo supo inmediatamente la respuesta.

—¡Eso no puede ser posible!— Exclamó Audrey levantándose de su asiento y hablando por primera vez en el tiempo que llevaba la hora del almuerzo. Afortunadamente, la princesa no había hablado tan fuerte, y nadie en la cafetería se volvió a ellos.—Roxy no puede estar sintiendo eso.

—¿Y porque no Beauty?— Emma también se levantó y miró de forma retadora a la princesita primorosa.—¿Porque Roxy no puede sentir algo por alguien que forma parte de mi familia? Evie es una gran persona, mejor de lo que tú alguna vez lo pudiste ser.

Audrey enfureció con la actitud de la hija de Blanca de Nieves. Emma sin duda no la conocía, nadie más que la heredera.

—¿En serio preguntas porque Snow?— La hija de Aurora se acercó a la pelinegra, de modo que ahora estaban frente a frente.—Por si no lo recuerda, majestad, Roxy tiene un título y una imagen de princesa que cuidar, y sabe que está en juego. No creo que se atreva a dejar todo por lo que se ha preparado durante años por algo que probablemente sea solo amabilidad con ella, después de todo los vk's son responsabilidad suya y de Ben.

Audrey tenía un punto, y eso todos en la mesa lo sabían. Roxy era una princesa, y una princesa tenía que estar con un príncipe, así eran todas las historias de sus padres. Ninguno de ellos había oído antes sobre qué dos chicas terminaran casadas y con un final feliz.

¿Podría ser eso posible?

—¡Y por favor!— Volvió a exclamar la castaña.—¿Alguien de tu familia? La única familia que tiene, si es que así lo podemos llamar, son todos esos villanos que ahora mismo se están pudriendo en la Isla.

Y esa fue la gota que derramó en vaso.

Muy furiosa, la princesa del Enchanted Forest tomó con su mano derecha el pedazo de pastel que reposaba sobre su bandeja, y sin darle oportunidad a la hija de Aurora de reaccionar, embarró el postre por todo el pecho de la princesita mimada, haciendo que ésta cerrara sus ojos y abriera la boca sorprendida mientras ahogaba un grito.

Los chicos en la mesa soltaron un sonido de asombro, llamando así la atención de todos los presentes en la cafetería, que al dirigirse a los 8 chicos y ver lo que la pelinegra le hacía a la castaña, quedaron confundidos, pues no entendían lo que sucedía.

—Cuida mejor tus palabras princesita.— Habló entre dientes luego de terminar de embarrar el pastel sobre el pecho de Audrey.—Porque la verdadera villana aquí eres tú.

Dicho esto, Emma tomó su mochila y salió de cafetería con una mano manchada de chocolate y la furia a flor de piel, mientras en su cabeza rondaba una sola pregunta.

¿Roxy dejaría todo por amor?