Quería sentirme amada

2.1K 221 189
                                    

|16|

SAKURA

—Sujétate bien.

Mis manos presionaron con fuerza el torso de Yoru, como un par de ganchos aferrados a la estrechez de su cintura. Sentía la parte baja de sus costillas, el inicio de sus abdominales, que, a pesar de su aspecto delgado se sentía el relieve debajo de la tela.

El aroma del cigarrillo estaba impregnado en su chaqueta, mezclándose con el de la loción que escapaba de su cabello a través del viento logrando que mi nariz picara a momentos.

El viento era tan intenso, inclusive con el casco sentía las ráfagas calándome en los huesos, la velocidad que llevábamos distaba por mucho a la que Sasuke había mantenido en aquella ocasión, era evidente que los límites no estaba dentro del vocabulario de Yoru.

En un segundo el motor ronroneó con más potencia, logrando que el agarre que mantenía fuera en aumento, sentía miedo pero al mismo tiempo una especie de picor se extendía a través de mi piel, abriéndose paso lentamente hasta mi cabeza logrando que aquella sensación de temor abandonara mi cuerpo.

Un grito lleno de excitación abandonó la boca de Yoru, elevó la cabeza y la parte de su esófago se extendió junto con el movimiento repentino de su tronco. Por mi parte no pude hacer más que aferrarme a él, cerrar los ojos y sentir el viento golpear mi cuerpo, porque si lo soltaba era muy probable que saliera volando; quizá que mi rostro terminara incrustado en la nieve que decoraba la acera.

No tenía idea de a dónde nos dirigíamos, había recibido su mensaje antes de salir de mi hogar dándome indicaciones de que lo esperara con los chicos porque iba a pasar por mí. Aquellos que eran sus amigos, Nagato, Hidan, Deidara y Konan. Unos chicos un tanto inusuales, tan diferentes a las personas que solía frecuentar y, por alguna extraña razón me recordaban a aquel grupo de amigos que Sasuke tenía cuando recién entré al instituto. No eran los mismos, pero aun así sus acciones eran tan parecidas a ellos.

Jamás imaginé que tendría que enfrentarme a Sasuke, que aquel sentimiento de superioridad se mantendría arraigado en mi conciencia.

Se sentía bastante bien.

Ver su rostro perplejo.

No haberme inmutado.

Romper las reglas.

—¿A dónde vamos? —pregunté intentando que mi voz fuera audible, el ruido de la motocicleta era tan intenso que dudaba que él me hubiera escuchado.

Pero de inmediato ladeó ligeramente la cabeza para contestarme.

—¡A casa de Nagato! —exclamó alto regresando la vista al camino.

Nunca había hecho algo como lo que estaba haciendo en ese momento, cada nueva experiencia que tenía no era para nada parecida a los anhelos de una niña confinada al encierro en donde la definición de libertad constaba de unos cuantos deseos, de la ilusión de un primer amor.

Necesitaba olvidar, arrancar de mi cabeza todos los momentos, todas las promesas.

Alejándonos del campus, en una parte que no conocía de la ciudad estaba la casa de Nagato. No resultaba un lugar atractivo, era evidente que las casas no eran tan lujosas ni tan hogareñas. El lugar se veía bastante desolado, las paredes llenas de grafiti, las casas en su mayoría con algún detalle estético. Eran contadas las viviendas que se veían arregladas o que su economía era buena.

Pero incluso así no dije nada al respecto, estaba siendo una invitada de Yoru, tampoco iba a dejar que todos ellos se diera cuenta de que carecía de agallas, o que me vieran como un débil cordero.

Love in silence |Libro 2| (FanficSS COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora