Love in silence |Libro 2| (FanficSS COMPLETA)

Cualquier cosa era preferible a perderla

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SASUKE 

—Es imposible. —Me levanté rápidamente con la bocina del móvil pegado a mi oído, escuchando como el cachorro seguía ladrando —. No me dejan entrar. 

Me pasé la mano sobre el rostro con desesperación, era lo único que teníamos. Necesitaba que ese perro subiera hasta la habitación de Sakura para empezar la búsqueda. 

—Quizá ni siquiera sea necesario subirlo, no existe una prueba de que se encuentre dentro del edificio. 

—Tendrías que verlo. Hachi no deja de jalarme, es como si quisiera entrar a la fuerza. 

Un ladrido más, algo ahogado. Como el de un perro que está siendo detenido por una correa. 

—¿No hay otra entrada? 

No conocía de todo el edificio pero sabía que Yukio sí. 

—Atrás hay una puerta de acceso, pero se encuentra cerrada por dentro. Necesitas bajar y abrirnos. 

Maldición. 

No era momento de perder el tiempo, pero era nuestra única oportunidad. 

—Esperame ahí, bajó en seguida. 

Colgué y salí de la habitación dejando el conejo nuevamente en el sitio donde lo tomé.

Era increíble como hace unos días odiaba infinitamente a ese sujeto y ahora estábamos unidos por una misma causa. Buscar a Sakura era nuestra prioridad. 

Mi plan era bajar de inmediato, pero antes de llegar a la puerta de entrada me quedé congelado al ver al padre de Sakura ingresar al lugar. 

Parecía estar extrañado por que la puerta se encontraba abierta, me detuve en seco, estaba verificando la cerradura. 

¿Qué iba a hacer? 

¿Qué podía decir? 

Aquel hombre había hecho mucho por mí, ahora su hija se encontraba desaparecida y yo estaba dentro de su casa siendo sospechoso. 

Fue cuando elevó la vista y me observó con sorpresa, su cabello lo llevaba perfectamente peinado hacia atrás, se había afeitado luciendo un poco más joven. 

—¿Señor Uchiha? —cuestionó extrañado  —. ¿Qué hace aquí?

Me quedé unos segundos en silencio, debatiéndome en decir la verdad o inventar algo. 

Apreté mis puños con fuerza. 

—¿En dónde se encuentra mi hija? —preguntó dando un par de pasos hacia mí. 

Sin darme cuenta estaba temblando, no por la presencia de aquel hombre, cada segundo que transcurría se sentía más real. 

—Ella no está. —Bajé el rostro evitando la mirada de aquel hombre —. Sakura desapareció. 

El sonido de su maletín cayendo en la entrada y yo aún observando el piso, apenado, sintiéndome culpable de todo. 

—¿Qué has dicho? —preguntó acercándose con premura dejando de lado la formalidad con la que solía tratarme de vez en cuando. 

Negué solamente con la cabeza. 

—¿¡Que le has hecho a mi hija!? —exclamó ciñendo sus puños en mi chaqueta. 

No tenía nada que demostrar, la mirada oscura que él mismo había presenciado cuando me visitó en prisión por primera vez no se encontraba ahora reflejada en mis ojos, era una mirada de disculpa, rogando internamente por un poco de perdón.