Corazones Indomables

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Las tareas de palacio eran todo un misterio para Robin, mas aún para Vivi y Nami. A ésta última, le brillaban los ojos cada vez veía una nueva estancia del castillo, estaba según ella, en la gloria.

- Robin... ¿Qué diablos le hiciste a ese tipo? Digo, como para que te dejara vivir en un palacio... - Sus ojos, se clavaron en un candelabro de oro macizo de la sala en que estaban. - ¡Mira todo esto! Es... Es hermoso. - Se dejó caer suspirando en un cómodo sillón.

- Ese tipo del que hablas es el príncipe, Nami... ¡Ten cuidado con lo que dices! - Vivi la reprendió. - Robin - La chica la abrazó. - Estaba muy preocupada por tí. Ayer no volvías y el doctor Trafalgar... -

- Tranquila, todo ha pasado o eso creo. Ya que lo mencionas... ¿Cómo está él? ¿Está bien? -

- Estaba furioso, no entiende qué haces aquí, nos fue a avisar que el príncipe, te había tomado detenida por un pleito o algo así, pero estaba tan molesto que no nos dió más detalles... - Le revolvió el cabello para tranquilizarla.

- Entiendo. Y ustedes ¿Cómo es que llegaron aquí? Casi se me cae el alma cuando las vi entrar en el desayuno. - Se llevó una mano a la cara. - Me asusté mucho, creí que el príncipe se desquitaría con ustedes. -

- Nada de eso, hasta ahora nos han tratado muy bien... - Nami tenía en sus manos un adorno de cristal que examinaba con cuidado.

- Nami, deja eso donde estaba por favor... - Dijo Robin en un tono cariñoso. La chica hizo una mueca de disgusto pero obedeció. - Cuéntenme, que fue lo que pasó. - Nami se puso de pie y se reunió con sus hermanas.

- Esta mañana, muy temprano por cierto, un señor de cabello raro llegó a la casa. Mom estaba echada en su sillón, como siempre,  yo lo atendí. Vivi lavaba los platos del día anterior. El señor tenía armadura y el emblema de la casa real. -

- Ese sin duda era Franky - Robin sonrió. - ¿Qué más? -

- Dijo que tú estabas aquí, cuál era tu situación y que debíamos acompañarlo. Mom fue muy grosera con él. Se resistió a que nos sacaran de ahí, momento que yo aproveché para acusarla por todos sus abusos. - Puso cara de satisfacción. - Y así, es que nos vinimos con él al castillo. - Soltó una risa burlona.

- Ese señor, nos pidió con amabilidad esperar en un salón cuando llegamos. - Dijo Vivi - Habló un rato a solas con el príncipe. Al salir, nos comentó que su alteza, ordenó a sus hombres llevarse a Mom. Creo que como castigo dijo. - Robin estaba impresionada.

Mientras las chicas intercambiaban detalles de lo sucedido el día anterior y se ponían al día, Zoro, en la sala del trono, estaba en una importante reunión. Representantes de diversos distritos, le exponían sus demandas. Sin duda, el país estaba descuidado. Su padre dejó muchas cosas a medias y todos temían por su seguridad. Franky lo acompañaba y también se informaba de la situación. Quizá la ceremonia debía adelantarse y Zoro sería nombrado Rey antes de cumplir el mes de duelo real. Era evidente que no se sentía preparado.

- Bien su alteza. Necesitamos saber qué pasará con negociaciones del país vecino. - Dijo un hombre calvo y bastante gordo. - El comercio está en decadencia y los impuestos sobrepasan todos los límites. Además, recuerde que tuvimos una crisis de refugiados, por la peste en Flevance y necesitamos también atender eso.

Otros hombres de la reunión agregaron información relevante de la situación del reino. Todos tenían algo que pedir para ser solucionado con suma urgencia.

- Señores. - Hizo una carraspera. - He escuchado cada una de sus demandas y se tomarán cartas en el asunto. - Se puso de pie frente al trono pero no sé sentó en él. - Franky, ve por ella. - Ante esta frase todos se sorprendieron y las miradas de desconcierto llenaron la sala.

Corazón de JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora