Mientras aquella tonada sonaba en sus oídos a travez de los audífonos miraba aquella chica que le robaba el aliento desde hace 4 meses. Todos los días iba a aquella cafetería para admirar a aquella peliazúl. Se sentía un acosador, pero era algo que no podía (o quería) dejar de hacer.
Los días que llegaba siempre la miraba caminar de un lado a otro cargando tazas, copas, etc. Anteiku no estaba ni por cerca en su mapa de lugares por visitar en su lista, pero decidió encontrar suerte y vaya que la hayó.
Aquella dulce camarera de ojos enigmáticos lo había cautivado con un simple par de movimientos, la manera en como la muñeca de la chica se movía para dejar la taza en su mesa, las gruesas y tupidas pestañas de sus parpados, sus labios esponjosos y de tonalidad rosa pálido, su sedoso y bonito cabello junto a aquella melodiosa voz que lograba mandarlo al paraiso.
Love your imperfections every angle Tomorrow comes and goes before you know
Varias veces la vió despeinada, sin una gota de maquillaje y aún así le pareció la mujer más hermosa del planeta. Siempre estuvo atento a cada singular forma de hablar y actuar de ella, lo cuál lo tenía locamente enamorado. El no era de fijarse en la apariencia de las personas, más aún cuando su dicho era "no juzgues un libro por su portada", y vaya que él sabía de libros.
Pero simplemente la belleza natural de aquella camarera lo había hipnotizado de sobremanera.
Mordió el borrador de aquel lápiz de dibujo que usaba para retratar a su musa, estaba tan concentrado que no notó cuando ella se había inclinado un poco en su mesa para admirar aquel dibujo.
— Tienes talento. - curvó sus labios en una pequeña sonrisa mientras sostenía la bandeja de metal en sus brazos.
— E-eh... G-gracias. Y-yo... disculpa no quise...
— Descuida. Me gusta bastante.
El dibujo era muy parecido a la peliazúl.
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— Yo dibujo mucho lo que me parece hermoso. - cayó en cuenta de lo que dijo y trató de recomponerlo.
— Asi que es así. - rió levemente. - Me encanta. - sonrió sinceramente y pasó a otra mesa que atender.
El pelinegro miraba por donde ella se había retirado y sonrió. Su cara estaba levemente sonrojada y su corazón latía muy fuerte. No se había equivocado, su musa era un hermoso ángel, uno que lo haría experimentar lo más maravilloso de la vida.
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Muy pocas veces estos drabbles estarán basados en TG porque me gusta verlos en otros tipos de escenarios. En otro ámbito, agradezco sus votos sus leídas. ¡Me anima mucho para escribír! ♡ ¡Nos leemos!
Btw, agradezco a aquellas personitas que mandaron mensaje para saber si estaba bien ♡ Estoy bien :)♡ ¡Bye bye!
