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[Haise]
Desperté por la suave brisa que se colaba por la ventana de mi habitación, me desesperezé ampliamente hasta sentír otro cuerpo conmigo en la cama.
Volteé algo aturdido.
A mi lado descansaba aquella hermosa camarera de la cafetería :Re, su cabello celeste estaba algo alborotado pero aún mantenía sus ondas suaves, sus labios estaban algo rojizos, sus mejillas teñidas de un leve rosado, y esos enigmáticos y tristes ojos que ví muchas veces estaban ocultos tras ese espeso y poblado manto de pestañas oscuras.
Su rostro, ese que muchas veces miré discretamente tras esa humeante taza de café que ella me otorgaba, estaba en paz, tranquila, como un angel.
Luego me dí cuenta de las condiciones en las que estábamos.
Podía divisar sus pequeños y suaves brazos colocados debajo de su rostro en forma de almohada, su suave y cremosa espalda a la vista, como invitandome a tocarla.
Esta vista es mucho mejor que tenerla de lejos.
Me acomodé en mi costado, tapando obviamente mi desnudez, y con mis dedos toqué ese suave cabello, luego su nívea piel, sus mullidos y rojizos labios y por último recorrí su espalda.
Como sospeché.
Suave.
— ¿Sasaki-kun?...
Sintió las pequeñas caricias que le otorgaba y al parecer la desperté.
— ¿Estás bien? - Habló. Su voz era como un suave ronroneo.
— Lo estoy ahora.
Su pequeña risa.
Es aquí donde me dí cuenta que no importaba que, siempre sería mi mayor placer verla despertar cada día.
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