Envidiable es tu mente, perfecta y fuera de todo mal.
Envidiable es tu sonrisa que no cae junto a lo que crees.
Soy aquella persona que envidia cada parte de ti, ya que amar tu inocencia es mi dicha.
Al son de mis desgracias sólo puedo apoyarme en ti, que me das tu cálida sonrisa cuando mis lágrimas secas marcan mi rostro.
Se que no comprendes mi dolor.
Se que no entiendes por que me siento tan afligido con cada cosa que me ha pasado.
Aunque eso no me impide evitar estar a tu lado por que tu esencia, que perfume el agrietada alma con un corazón arañado.
Si te digo esto es por que esta envidia hace que sienta tanto por ti, por ayudarme a ciegas a caminar por este cuarto de estalactitas frágiles y suelos que arrancan mi piel de mis plantas desnudas, que con cada paso voy dejando partes de mí mientras los cristales fríos perforan mis hombros.
A pesar de mis abstinencias, a pesar de mis peticiones… tu sigues sosteniendo mi mano mientras esa espesa tela te cubre los ojos de quien en verdad soy… y se que cuando se gaste su costura irás huyendo de mí.
Envidio… no ser tan feliz como tu, pero aún así amo estar a tu lado, hasta que la venda se caiga por mi envidia.
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-Nota del Autor: Esto fue más una dedicatoria a un(a) persona cercana, incluso preferí no derivar un género para que así el que desea se identifique con estas palabras, las primeras estrofas salieron de forma espontánea hace tiempo (incluso más antes de esta gama de literatura) y decidí terminar algo que debía decir. Gracias.
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Narraciones Varias de una Mente Perdida.
ContoEsta gama de episodios narran diferentes ideas que a uno le surgen en aquellos momentos donde la mente toma el control en ti. Con sentimientos como el odio, llanto y alegría. Pero al fin y al cabo, la mente es difícil de describir en palabras.