C U A T R O

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DongHae solo tenía una cosa en mente y era aquel cachorro llamándolo, no entendía porque le daba tantas vueltas al asunto, sabía que cuando comenzaban a hablar los cachorros repetían las palabras sin importar quien fuese, lo aprendió con su sobrina cuando se la paso diciéndole "omma" en todos los lugares a los que iban.

Miro por la ventana de su oficina, escucho como tocaban antes de ver como entraba su asistente, SeulGi o algo así, realmente no le importaba, pero al sentirse tan frustrado por no poder hallar una respuesta lógica si es que la había por lo que se levanto mientras golpeaba el escritorio con sus manos, la chica lo miro sin saber que hacer al ver como se colocaba su saco y su abrigo.

- Ven acompañame.

- ¿A dónde?

- ¿Un café? No lo sé, necesito salir de aquí un rato.

La chica asintió sin confiar del todo, el alfa actuaba de forma muy extraña y no sabia a que rayos se debía, aun así se aseguro de tomar sus cosas para seguirlo, caminaron un rato hasta llegar a aquel lugar, era bastante tranquilo pero la chica no dejaba de pensar que su jefe era ardiente y extraño.

Se sentaron en una de las mesas vacías del lugar y el mesero llegó, ambos pidieron sin saber que más decir, esa no era una situación muy común entre ambos, con suerte se dirigían un par de palabras y ahora se encontraban compartiendo algo de tiempo.

La chica supo que toda oportunidad de hablar se fue al ver como el alfa miraba su celular con atención o eso creyó pues miro a su alrededor buscando a alguien, sonrió al ver a esos dos chicos, pero termino asustando se al escuchar un gruñido de su jefe, no podía entenderlo y eso le molestaba, parecía como si en algún momento fuese a saltar sobre ellos, al menos dejó de prestarles atención al ver su pedido, pero podía jurar que el alfa habría ido tras la pareja si hubiera estado solo.

Por otro lado DongHae no podía estar tranquilo, parecía que el universo conspiran a en su contra para que viese al omega siendo feliz al lado de alguien que no era él y eso lo jodia un poquito, mucho.

Algunos meses habían pasado y a toda costa había evitado ver al castaño, al menos hasta que tuvo que llevar a sus sobrinas a la escuela una vez más, en la puerta se encontraba el dueño de su martirio junto a la alfa, se aseguró de que las pequeñas se vieran bien antes de que corrieran junto al resto de sus amigos, se quedó viendo al chico que como con la mayoría revolvia su cabello y pudo irse, pero, algo llamó su atención, sintió su sangre hervir al ver una marca en aquel cuello, aún así apretó sus labios mientras se daba media vuelta para subir a su auto y poder ir al despacho, claro que lo había hecho, no era tan débil como para que aquella marca lo de tuviese por mucho o eso quiso creer pues aquel montón de papeles no bajaba gracias al recordar esa marca.

Salió de su oficina hasta la de RyeoWook, el omega se sobresalto al ver al chico entrar, sonrió y señaló la silla frente a él mientras dejaba un par de papeles de lado.

- Hyung ¿Pasa algo? Es raro verte aquí.

- Solo tengo una pregunta, me iré después si quieres.

- Tranquilo hyung, no te estoy corriendo, dime que es lo que te atormenta.

- Bueno... Tú ¿Porqué te dejaste marcar?

- Yo... Bueno, me gusta mucho Yeye hyung, no creo que haya mayor explicación ¿Te gusta alguien hyung?

Miro al castaño sin entender del todo, era menor que el por al menos tres años y menor que su actual pareja al menos por cinco, recordaba aquello, aquel oficial se había encargado de llevar a cabo la investigación de un par de betas, eso no evito que el alfa y el omega se hallasen trabajando juntos más del tiempo que incluso el creía necesario, incluso esa marca era nueva y con suerte llevaban un par de meses conociéndose, tal vez medio año.

- ¿Qué? No, es solo que no entiendo, ¿Por qué dejarse macar? Es una pérdida total, en algún momento puede engañarte y solo sufrirás.

- Hyung, no sabe lo que dice, una marca es entregarle la vida a alguien, darle su confianza por completo, saber que nunca le dañara, que le apoyara en todo lo que sea necesario, que aunque haya tenido un día horrible esa persona lo esperara para hacerlo olvidar aquello por un par de horas, una marca es una unión importante entre dos personas, no es algo que se toma a juego, es dejar de ser dos personas para ser uno solo y eso es algo que aún no entiende hyung, creo que esa persona que lo hará pensar así aun no llega a su vida.

Lo vio fruncir el ceño mientras aún tenía su mirada fija sobre él, quiso decirle que no era así, que esa persona la había tenido a su lado más había sido demasiado tonto como para verlo en su momento, suspiro mientras podía ver la expresión del omega suavizarse.

- ¿Quiere hablar de ello?

- Solo... No importa, estoy bien Wook, saluda a YeSung de mi parte.

- Lo hare, solo no se preocupe hyung, estoy seguro que lo entenderá cuando sienta esa necesidad de no dejar a su pareja.

- Lo tendré en cuenta, solo cuídate, no quiero que cambies juicios y criminales por pañales y gritos.

- ¡Hyung! No soy un niño, no es momento ahora, además, es suficiente con tener a mi noona sobre mí por dejarme marcar.

- Sí, creo que tuvo muchas agallas al conocer a Yoon-Ah.

- Lo sé, por eso me gusto más, no dejo que lo que dijese noona lo intimidara, al menos estoy seguro que estaré bien a su lado, no me dejara por nada.

- Si, como sea, me voy, tengo trabajo.

Ni siquiera escucho su respuesta pues se había encargado de salir huyendo en cuanto pudo, al estar de nuevo en su oficina se dejó caer en su silla mientras miraba la pared, aquella mirada que el pequeño le había dado era la misma que su pareja solía darle cuando lo miraba, sin duda había sido un idiota al no marcar al omega, un suspiro salió de sus labios al pensar en aquello, tantas veces que habían hecho el amor y aun así el omega respetaba aquella decisión de no ser marcado solo por el hecho de ser muy jóvenes, y ahí estaba Wookie, dejándose marcar después de un par de meses, tal vez si estaba loco por haber perdido a aquel chico.

Tampoco era como si pudiera recuperarlo, no podía, estaba marcado y con dos hijos, aun así algo lo hizo preguntarse si algo estaba mal, la primera vez que lo había visto no llevaba nada en el cuello y las pocas que lo vio en cinta al lado de su hyung aquel chico jamás estaba, ¿Acaso aquel par eran de alguien mas? Negó, era imposible, sabía que gracias a sus padres le era imposible acercarse a alguien y le había costado un par de meses lograr un saludo de aquel reservado omega.

Con aquel pensamiento en mente sonrió levemente mientras tomaba un par de papeles para comenzar a trabajar, al menos su buen humor había regresado. 

¡Alfa malo!  - HaeHyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora