Mi Amor por ti es Eterno. Por Siempre Tú & Yo, Mi Amor.

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Christopher un joven de 27 años, físicamente normal, cabello corto de color castaño, ojos negros y siempre con perilla. Abogado, simpático, y de Francia.

Anahí una joven de 20 años, físicamente normal, de cabello largo liso de color castaño oscuro, de ojos marrones, un marrón oscuro y miraba dulce. Estudiante de derecho, tímida, y de Italia.

Chris acababa de mudarse a España con un contrato fijo en un bufete, y ya con un apartamento en alquiler con posibilidad de ser comprado. Cansado de todos y de todo. Con la esperanza de tener una vida nueva donde sus antepasados habían vivido y parte de su familia.

Anahí por otra parte estaba ya instalada en un piso cerca a la universidad, en la que estudiaba desde hacía 2 años. Y en unos días empezaría las practicas, le asignaría a estar ayudando a un abogado hasta que acabará el curso.

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Christopher:

Me levante como cada mañana, el sol que entraba por la ventana de mi nuevo hogar era muy cálido. Me metí en el dichoso traje chaqueta gris, me calce mis zapatos negros, hoy mi camisa iba con el color de mis zapatos. Me peine como cada día y salí en mí auto gris camino al bufete.

- ¡Buenos días Chris! ¿Preparado? *Dijo mi jefe con una amplía sonrisa*

- ¡Buenos días Señor Gims! *Le respondí sonriente* ¿Para que debo estar listo?

- Pues te asocié a una chica que en breve acaba la carrera y las prácticas las hará aquí, más concretamente con usted Chris.

- Vale, la espero en el despacho, tengo que redactar el acuerdo de divorcio.

- Ve, no le quito más tiempo.

Dicho esto me puse mano a la obra.

Anahí:

Me levanté muy nervosa, hacía un día agradable, eso me puso de buen humor nada mas abrir los ojos. Me duche rápidamente, me puse unos jeans ajustados, una básica negra y unas botas bajas de tacón bien alto de color negra. Tenia que dar buena impresión, ya que empezaban mis prácticas en el bufete de abogados, los cuales tenían fama de ser muy buenos. Cogí el bus, y empecé a cogerme un moño, la cámara de mi móvil me servía de espejo, me veía muy profesional, a pesar de ir en vaqueros. Llegue al enorme edificio y toqué el telefonillo con el número «21713» que me había dado mi proferor.

- ¡Buenos días! *Sonó a través del otro lado del telefonillo, una voz algo sería, pero a la vez no se notaba muy mayor, aun que si algo mayor que yo, eso seguro* ¿Quien eres?

- Hola, soy Anahí. *Dije muy tímida*

- ¡Ah! La estaba esperando pase. *Sonó abrirse la puerta* Segunda planta, pasillo de la derecha y puerta 15. *Colgó antes de que pudiera abrir la boca para agradecerle*

Subí, a la 2 planta, ande por el pasillo el cual ponía que las puertas iban del 13-17 y entré en la puerta que tenía un 15 en la puerta de color blanco, ya que la puerta era negra, y paredes grises. Cuando entre vi el suelo gris el cual estaba todo el edificio, con sillones blancos y muebles negros, pared gris, y grandes cristaleras.

- Te cansarás so te quedas hay de pié. *Sono su dulce voz* Tenemos trabajo que hacer, cierra la puerta. *Me sonrió*

Cerré la puerta atrás de mí y caminé al asiento que estaba a su lado que el había retirado para mí.

- ¿Que debo hacer? *Pregunté*

- Pues no sé. Yo tengo que redactar un acuerdo de divorcio. Si quieres en esta carpeta *Me entregó una carpeta negra* estan los datos y apuntes de caso de una chica, el cuál una enfermera le pincho un tratamiento al cuál ponía los informes médicos que era alérgica.

- Vale yo lo miró y te lo ordenó. *Dije con dificultad y sin mitarlo, sentía tanta vergüenza, que ni podía levantar la mirada*