Capítulo Ocho: Señala muerte, no destino.

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 Desde mi posición observo a ese blanco conejo que come unas hierbas confianzudamente, estaba listo para atacar. Con sigilo y cautela me acerco a este camuflandome con ayuda de arbustos y árboles, veo como mi presa alza sus orejas (tal vez oyendo algunos de mis pasos) y al instante me quedo quieto el animal vuelve a comer y sonrío para mi al ver que es todo mío. Cuando estoy a punto de saltar encima de este oigo un llamado que me estremece y logra hacer huir al conejo, veo como este salta fuera de mi alcance y gruño fastidiado. Joder, tan cerca.

-¡Jungkook!- Bufo exasperado y corro hacia donde proviene el llamado, esa voz tan conocida para mí había arruinado un rico estofado.

Me acerco al camino de tierra que lleva a la casa de la abuela y logro verlo caminando en este mientras me llama, me transformo en humano y sin perder el tiempo me posiciono silencioso tras él.

-¿Por qué tanto alboroto?- Cuestiono y veo con gracia como él pega un brinco y con la respiración agitada se da vuelta y me mira con ojos abiertos.

-Dios, me has dado un susto de muerte- río levemente y comienzo a caminar a su lado-. en realidad te llamaba para preguntar si no querías pastelillos- mi estomago ruge ante la sola mención de esos exquisitos manjares y vehemente asiento.

-Amo esas cosas, son tan dulces y deliciosas- informo sintiendo un hilo de baba escurrirse de mis labio de mis labios, él ríe, me gusta cuando ríe, se ve más jovial y bonito.

-Lo sé, por eso te he traído unos cuantos- comenta sonriente pero la sonrisa se borra con rapidez, extrañado la observo de forma más atenta.

 Ha pasado una semana desde que descubrió mi secreto, desde que viene a visitarme y desde que somos algo así como amigos. Hoy el clima esta algo nublado, una fresca brisa  sopla y observo con atención como la roja capa de Taehyung se hondea en el aire y sus rubios cabellos se mueven a el mismo ritmo. El color de su capa es tan atrapante, como ver sangre.

-¿Pasa algo?- Cuestiono mirando los árboles, las copas se mueven y una que otra hoja sale desprendida de este y llevada por el viento.

-¿Por qué piensas que pasa algo?- Suspiro y lo observo, Taehyung es muy necio y siempre esta a la defensiva cuando le pregunto acerca de como se siente.

-Bueno, no es que no agradezca que me visites pero estos últimos días lo has estado haciendo de forma más ocurrente que lo habitual, sé que el bosque es tu hogar, Tae, pero vienes muy a menudo... eso me hizo pensar que paso algo en tu casa- él se niega, veo como su mano aprieta con más fuerza su canasta de mimbre.

 -No es eso, no pasa nada en casa, sino... es que me siento perdido- estrañado olfateo el aire, un extraño olor a metal, a sangre se cuela por mis fosas nasales-. Todos tienen una ocupación, ya sabes, un trabajo, un futuro, y yo... yo no sé que hacer con el mío- observo a Tae quien tiene un rostro preocupado, sonrío y me pongo frente a él quien para de caminar y me mira curioso.

-Tae, no tiene que agobiarte, mira, tienes posibilidad de elegir, opciones, No te adelantes y escojas algo que no te guste. Eso no viene de la noche a la mañana, ¿qué quiero ser cuando crezca? No siempre es una pregunta fácil de responder, yo en mi caso no tuve elección, pero nunca me queje, me gusta ser un lobo y cazar, esta en mis instintos, es mi forma de vivir. En cambio tu solo debes tomarte tiempo y pensar con cuidado y determinar tus opciones y posibilidades- termino y veo como sus ojos brillan con una chispa de determinación, al parecer mis palabras lograron animarlo.

-¡Gracias, Jungkook!- Chilla feliz y me abraza, me quedo tieso ante su contacto, aún no logro acostumbrarme a las confianzas que él se da al abrazarme o tocarme, debería tener más cuidado.

-No es nada, cualquiera te o hubiera dicho, bien, sigamos- modesto confirmo, él asiente con una sonrisa en sus labios, pero la sonrisa no le llegaba a sus ojos... algo más pasaba, algo que no me esta contando.

La Bestia Dorada《KookV》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora