¿PUEDO TOMAR TU ORDEN ? [En edición]

07

Pasaban los días con demasiada lentitud; no es que les importara la necesidad de que el otro día se hiciese presente mientras disfrutaban el momento. Él no quería que el mañana llegara si el hoy le permitía tenerlo a su lado.

Dos chicos se encontraban sentados mientras comían alegremente una nieve en el leve césped de la pequeña loma que estaba cerca del pueblo; tenía unas vistas espectaculares y era su lugar favorito desde siempre, le encantaba compartirlo con él y solamente él.

El pelirrojo volteó a ver al contrario y al mirar sus ojos pudo ver brillo. Un enorme y tan reluciente brillo nunca antes visto en aquellos ojos cafés oscuros que le estaban haciendo compañía.

Hermoso. Fue lo único que pensó al verlos.

No sabía cuando pero de un momento a otro a aquel chico que lo sacaba de su asquerosa realidad lo dejó de ver como un simple amigo casi hermano y empezó a verlo de forma un tanto romántica. Pensó muchas veces si debía decirlo, pero también sabía las posibles consecuencias de ello y la verdad no quería perderlo pero tampoco quería reprimir sus sentimientos cuando mas seguro se sentía.

Una voz lo sacó de sus pensamientos. Esa voz. Su melodiosa voz.

—Jack ¿entonces que opinas?

Silencio. Se había perdido tanto en sus pensamientos al verlo que no escuchó lo que dijo.

—¿Sobre qué?

—Dijiste que tenías algo que decirme, yo también debo contarte algo y te pregunté si lo querías decir al mismo tiempo.

—Ah eso, si quieres.

—De acuerdo. —Sonrío— A la una...

—A las dos...

—A las tres...

Se arrepentía. Era obvio que se arrepentía de haber aceptado tal cosa.

—Tengo novio.

—Me gustas.

Sentía demasiada vergüenza ahora mismo que prefería mil veces correr desnudo por todo el pueblo a ver la reacción del moreno por lo dicho. No fue desagrado lo que vio en su mirada fue pena, pena porque sus sentimientos no iban a ser correspondidos ni en esta ni en ninguna otra vida.

—¿Qué has dicho?

—Dije que me gustas, pero no es importante, cuéntame de él. —Fingió una sonrisa—

—Suspiró—Jack sabes que te quiero, pero yo solo te veo como un amigo casi hermano. —Lo miró—

—Miguel yo puedo cuidar mejor de ti, te conozco desde mas tiempo que cualquiera, sabes que nunca te haría daño. —Sus ojos se estaban queriendo cristalizar— ¿Por qué no puedo ser yo?

—Sé que eres un buen chico y sé también que me cuidarías pero no quiero que una relación arruine nuestra amistad, sabes que la y te aprecio demasiado.

—Sollozo— Nunca tendré una oportunidad ¿verdad?

—Lo siento Jack, pero no creo que pueda darte una oportunidad —Dijo mirando con pena a su mejor amigo— No quiero que te sientas mal, si quieres podemos ir a-

—No te preocupes, estoy bien —Habló secándose las ultimas lagrimas que salieron de sus ojos— Ahora si cuéntame de ese chico que te trae loco —Sonrió—

—Claro. Su nombre es Marco de la cruz. ¿Puedes creerlo? es familiar de Ernesto.

—¿Qué no tuviste algún conflicto con ese señor, en la otra vida?