× 07 ×

29.7K 3.8K 2.6K
                                    

El ojiazul llegó a casa completamente agotado. Haberse quedado un par de días más junto a su hermano, había acabado con sus ganas de seguir viviendo y es que cuando eran pequeños, la pasaban jugando hasta caer dormidos. Nada cambiaba.

Dejó sus cosas en su habitación y se tiró en su cama con los brazos extendidos a los costados.
Abrió los ojos asustado y se alejó instintivamente al sentir una leve caricia en su mejilla.
Llevó una mano a su pecho y suspiró aliviado al ver que Jungkook se encontraba en su departamento, sonriéndole con burla al notar el susto que se había llevado su novio.

—Pudiste avisar al menos, dios... Jungkook, vas a matarme de un susto.

—Creí que ya estabas muerto —soltó una carcajada y el ojiazul se limitó a mirarlo con el entrecejo fruncido exigiendo claramente una explicación—. Tu hermano llamo... Dijo que probablemente llegarías en mal estado. Entonces vine acá para confirmarlo y ayudarte un poco. Es gracioso...

—¿Qué?

—Creí por un momento que eras tú el que llamaba. Su voz es igual a la tuya, me sorprende en verdad —sonrió sin darle demasiadas vueltas al asunto y se acercó a Taeyoon para tomarlo por la cintura y besar fugazmente sus labios en forma de saludo—. ¿Quieres algo de comer?

El castaño asintió, observando como Jungkook desaparecía para ir directo a la cocina y se quedó ahí sin moverse. ¿Qué tan correcto sería hablar con Jungkook de aquel viaje?
Estaba consciente de que tipo de palabras utilizaría, pero tenía miedo. No sabía absolutamente nada del cómo se sentía el pelinegro.

Quería preguntarle si la había pasado bien. Si realmente fue feliz en ese momento.

Sabía que probablemente Taehyung se molestarla bastante si se enterará de eso, pero no podía quedarse con las dudas que no lo dejaban dormir de a ratos. En verdad estaba celoso.

Decidió ducharse rápidamente y luego bajó hacia la cocina para encontrarse con su novio, quién realmente parecía muy entretenido cocinando algo para ambos.

—Hey... Huele muy bien —dijo abrazándolo por la espalda, recargando su mentón en el hombro del pelinegro.

—Ya estoy casi por terminar, espera —dijo girándose y dejando un pequeño beso en la frente del castaño.

—Jungkookie... ¿Cuándo volveremos a ir a la playa? En verdad fue hermoso —preguntó mientras ayudaba a colocar los cubiertos sobre la mesa, negándose fuertemente ante la sensación de llanto que lo estaba amenazando.

—Cuando quieras, mi amor. Debo decirte que ese día ha sido uno de los mejores de mi vida, fue tan distinto...

—¿Distinto?

—Disinto y especial, Taeyoonnie... —susurró apenas, acercándose al ojiazul para tomar su rostro entre sus manos—. Esa noche que te hice mío estabas tan entregado que fue increíble. Amé absolutamente cada segundo, y te amo a ti —sus labios se unieron para comenzar un beso lento y suave que fue interrumpido por un pequeño sollozo que abandonó la boca de Taeyoon—. No llores, bebé. Sabes que es cierto... Te amo tanto.

—También te amo, Jungkook... Iré por un abrigo...

En cuanto subió a su habitación, buscó algo con que cubrirse mientras las lágrimas que tanto retenía, salieron disparadas ante el fuerte dolor en su pecho que estaba sintiendo.
¿Cómo había sido posible que Taehyung le hubiese mentido de esa forma?

Y no sólo eso. Había dejado cuerpo y alma en el momento que su novio y él se volvieron uno solo. Lo supo por las palabras que Jungkook había utilizado y porque Taehyung jamás se había acostado con nadie antes.

» Los gemelos Kim •• KookV «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora