× 01 ×

47.3K 4.7K 2.2K
                                    

El pelinegro esperaba ansioso, moviendo la cabeza de lado a lado como niño pequeño mientras esperaba a que su novio le abriera la puerta de aquel departamento.
No llevaba mucho tiempo esperando por eso, pero había pasado ya una semana desde la última vez que salieron juntos y realmente lo extrañaba.

Una amplia sonrisa apareció en su rostro cuando el ojiazul apareció frente a él.
Sin dejarlo hablar, lo rodeó con sus brazos y luego depositó un corto beso en sus labios.

—¿Me extrañaste?

—¿En serio lo preguntas? Te extrañé muchísimo —dijo mirándolo con ternura. Su corazón comenzando a latir con fuerza en el momento que el castaño sonrió.

—Yo también te extrañe, Jungkook... ¿A dónde iremos hoy?

—Bueno... Quería ver si había posibilidad de que...

—No —dijo completamente decidido. —Sabes que no me gusta IronMan... Es decir, ah, sólo... Podríamos ir a otro sitio —mordió su labio con fuerza cuando sintió la culpa invadirlo, pero simplemente no quería aburrirse, él en verdad quería hacer algo que a ambos les pareciera agradable.

—Entiendo.

Taeyoon acarició su mejilla, intentando borrar aquel gesto de tristeza que se había formado en el rostro de Jungkook.
Sabía que a veces, sus palabras podían ser un tanto hirientes, pero su forma de ser era por demás, sincera.

Ambos chicos salieron del departamento y Taeyoon decidió manejar esta vez, llevando al pelinegro a un lugar que, a su parecer, sería más entretenido.

—¿El parque? ¿En serio, Tae?

—Ajá, escucha... Sé que no soy el mejor escogiendo lugares para que podamos pasar el rato pero mira, la adultez es una mierda, así que vayamos a jugar —sonrió alzando sus cejas repetidas veces, corriendo hacia los columpios cerca de él, esperando a que el pelinegro lo siguiera, sintiendo demasiada felicidad al mirar que su novio con resignación tomaba el columpio de a lado.

—¿Estás seguro de que esto es buena idea? —preguntó con temor. El hecho de que Taeyoon dijera que saltar del juego mientras éste se movía en un vaivén acelerado, le hizo pensar en decenas de accidentes idiotas. —Vas a terminar en el hospital con fractura.

—He hecho esto miles de veces, Jungkook... Confía en mí.

Contó tres segundos y luego saltó.

Jungkook cubrió sus ojos, rezando mentalmente para que su novio saliera ileso de aquella acción.
Las carcajadas provenientes del ojiazul le hicieron girarse a verlo, suspirando de alivio al notar que en serio no le había pasado nada.

—Te dije que confiaras en mi... Ojalá hubieras visto la manera en que volé... Es hermoso —murmuró regresando a su columpio —¿A ti no te gusta vivir al máximo, mi amor?

—No, el punto de acá es vivir lo más posible, no morir cuando apenas tengo 23 años... No cuando por fin te tengo conmigo —rió por lo bajo, alzando la vista al notar la presencia del castaño, quien se mantenía arrodillado en el césped, con los brazos recargados en las piernas de Jungkook. —¿Qué ocurre?

—Eres lo más lindo que me ha podido pasar, después de la muerte de mis padres has llegado para devolverme la felicidad.

—Me alegra haberte golpeado en el súper por meterte a la fila.

—¡Hey! Tenía prisa... —la vergüenza hizo que sus mejillas se tornaran de un color rojo bastante intenso, recordando aquella vez que estaba enfermo y realmente necesitaba papel higiénico. —Que asco... Aunque, agradezco que me hayas reclamado justo después de que...

» Los gemelos Kim •• KookV «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora