× 06 ×

28.6K 3.8K 1.1K
                                    

—¡Imbécil!

Taeyoon gritó presionando con fuerza su dedo índice en el pecho de su hermano varias veces, sin dar crédito aún al enterarse que Taehyung venía de un viaje sorpresa que el mismo Jungkook tenía planeado a la perfección.

—¡Pues que te valga! Así cómo te valió el mandarme directo a los brazos de tu Jungkookie. Tú tienes la culpa, así que déjame en paz —dijo quitándose de encima al ojiazul para luego subir a su habitación. Rodó los ojos al escuchar las pisadas detrás de él.

—Tú sabes que jamás había conocido el mar... No lo puedo creer. De verdad estoy muy muy enojado.

—Ya te dije que es tu culpa, deja de hacerte el sufrido y si vas a continuar lloriqueando es mejor que te vayas, no quiero verte haciendo tus ridículas escenas y mucho menos escucharte llorar... ¡Idiota!

El menor abrió la boca queriendo responder ante eso, pero sin embargo, no mencionó palabra alguna.
Realmente el escuchar a Taehyung echarlo de casa y prácticamente decirle dramático, le había dolido más de lo que esperó.

De cualquier forma, su hermano no era culpable de nada, pues si no hubiese pedido —casi rogado— intercambiar lugares, habría cumplido uno de sus máximos sueños.

Se sentó a la orilla de la cama de Taehyung y talló sus ojos con fuerza en el momento que sintió el escozor en ellos. La combinación de sus emociones entre tristeza y furia era más de lo que podía soportar pero simplemente no debía sentirse así cuando el creador de toda aquella situación, era él.

—Lo siento... En serio que soy idiota.

—No quise gritarte, Taeyoonnie... Pero me duele que me trates así. Sabes que yo sólo estoy tratando de ayudarte, tampoco es cómo que yo hubiese sabido que me llevaría allá. No soy adivino —se encogió de hombros acercándose a su hermano para rodearlo con sus brazos—. Prometo llevarte algún día.

—No, Tae. Si quiero ir al mar... Pero quiero ir con Jungkook, era un momento que sería especial para ambos y ahora simplemente se esfumó —su mirada se fue directo al piso y con su pulgar limpió una lágrima que escurría por su mejilla —Sólo dime algo... No te acostaste con él, ¿Verdad?

Las manos de Taehyung temblaron al momento de escuchar tal pregunta, sus latidos se volvieron irregulares y revolvió el cabello de su hermano mientras le dedicaba una sincera sonrisa para luego negarle aquello.

—No, te dije que no sobrepasaría los límites.

—¿Lo juras?

—Sí. Ahora ¿Podrías dejarme solo? Quiero dormir.

—¿Acaso estás mintiendo? —cuestionó mirándolo fijo con una ceja arqueada.

—¿Por qué habría yo de mentirte? Te dije que no hice nada malo, ahora vete —su tono de voz volvió a ser alto y el ojiazul se sorprendió un poco ante eso, retrocediendo instintivamente hacia la puerta.

—Yo... Ah...

—¡Quiero que dejes de insinuar cosas que jamás pasaron! Ya bastante tengo con besarlo una y otra vez sólo porque tú no puedes... Estoy agotado ¿Sí? Y ya no estoy jugando, déjame dormir.

—¿Podrían dejar de gritarse? No me dejan descansar —la voz del peliverde se hizo presente en la habitación y Taeyoon involuntariamente se refugió tras de él —¿Qué ocurre aquí? —preguntó luego de sentir la fuerte tensión que inundaba el cuarto.

—Sólo le pregunté a Taehyung si se había acostado con mi novio y él me gritó.

—¿Cómo no voy a gritarte? Te dije que no fue de esa forma y luego me llamaste mentiroso. Me molesta tu asquerosa actitud de víctima. Y si fuera así ¿Qué? Se supone que soy su novio, así que da igual.

—Basta, Taehyung... Cállate —susurró el peliverde intentando calmar un poco la situación.

Yoongi se quedó estático un momento al observar la guerra de miradas que ambos luchaban por ganar.
Realmente le parecía un poco absurdo que Taeyoon se pusiera a la defensiva por algo así, puesto que la noche anterior estuvieron nuevamente a nada de unir sus cuerpos sin culpa alguna, pero Yoongi decidió detenerse, pues el ojiazul estaba un tanto pasado de copas y no quería que al día siguiente, Taeyoon se arrepintiera o le dejara caer la responsabilidad encima.

Pero a su vez, le parecía absurdo que Taehyung estuviese molesto por una pregunta tan simple que no rondaba fuera de lo habitual. Y aún así, si Taeyoon lo llamaba mentiroso, debía importarle muy poco sí lo que afirmaba decir, era real.

—Tu también, ya basta, Taeyoonnie. No tienes derecho a reclamar nada.

El ojiazul mordió su labio mientras bajaba la mirada. A pesar de estar un tanto ebrio, podía recordar perfectamente todo lo que hizo la noche anterior y al final de todo, el amigo de su hermano estaba en lo correcto; no podía reclamar cosas así como si nada malo hubiese hecho.

—Me regreso a Seúl. Y lo lamento, no pienso molestarte más, Taehyung —dijo en un hilo de voz sin mirar fijo a su hermano, besando castamente la mejilla de Yoongi para volver a la habitación contigua y empacar sus cosas.

Estaba un tanto arrepentido. Tenía derecho a desconfiar, sí, pero era de su propio hermano de quién estaba hablando.
Habían vivido la mayor parte de su vida juntos y ahora por simples malentendidos, estaban distanciándose cómo jamás lo hicieron antes.

—Tú debes estar odiándome, ¿No? —acarició con suavidad el vidrio del portarretrato donde una foto de su madre se encontraba en el—. Sé que todo está siendo muy difícil, pero voy a solucionarlo. Espero no te sientas tan decepcionada de mi —besó fugazmente el vidrio y lo guardó en su mochila.

Bajó hacia la sala y se encontró a Taehyung quién ya lo esperaba en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

—No te puedes ir así.

—Te recuerdo que me echaste de tú casa, así que sí, puedo irme ahora.

—Perdóname Taeyoonnie, por favor —murmuró mientras sus brazos rodeaban los del ojiazul de forma que no pudiese soltarse fácil—. Soy una mala persona, perdóname... No me gusta discutir contigo.

—Ya, perdonado... Pero, suéltame... Odio abrazarte por mucho tiempo, me muero ¡Suéltame, suéltame! —el mayor dejó ir una leve risa al detener su agarre hacia su hermano, mirando divertido el cómo luchaba para recuperar el aliento en su totalidad.

—Debo irme de todas maneras, tengo trabajo qué hacer.

—¡No te vayas! —gritó con un notable tono de desesperación y nerviosismo—. Es decir... No hemos pasado tiempo juntos, has una excepción ¿Sí?

El ojiazul sonrió, meditando por algunos segundos la propuesta de su hermano, aceptando finalmente cuando Taehyung hizo un tierno puchero para lograr convencerlo.
Bufó un tanto molesto, pues una de sus debilidades era ver a su hermano hacer ese tipo de cosas. Definitivamente los Kim sabían cómo hacer caer a las personas.

▫▪▫▪▫

Sólo puedo decir... Jeje :D

Por qué? No hay porqué.

Y nada.
Saranghaeeee 💜

» Los gemelos Kim •• KookV «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora