× 16 ×

27.5K 3.7K 1.3K
                                    

Había sido una larga noche.
Por más que intentó no entrometerse, siguió a Yoongi y a su acompañante al lugar donde se dirigían. Aquel chico no le dio buena espina pero se dio cuenta de que estaba completamente equivocado al observar que el sujeto tenía las mejores intenciones con el peliverde.
No quería arruinarles su cita, es por eso que en el bar trató de mantenerse lo más alejado posible pero sin quitarles la vista de encima, aunque eso implicará verlos a cada momento besarse de una manera que hacía doler su pecho.

Estaba más que celoso, sí, pero debía ocultarlo lo mejor que pudiese pues sí Jungkook se enteraba de que sentía infinitas cosas por alguien más, estaría definitivamente muerto.

Optó por buscar un hotel donde quedarse, no necesitaba volver con su novio después de sentirse mal por estar viendo con los ojos cristalinos a otro hombre que no era el suyo. Tenía bien en claro que el pelinegro no merecía esas cosas pero tampoco quería romperle el corazón y menos aún sabiendo que Yoongi ya no le correspondía como antes.

Cuando el amanecer se coló por su ventana, se levantó de inmediato y salió del sitio rumbo al hotel donde Jungkook se encontraba. Después de dormir unas cuantas horas, se sintió terriblemente mal por haber dejado al pelinegro esperando por él a solas, pero cuando llegó al fin le pareció un tanto extraño notar que sus cosas si se encontraban ahí pero solamente eso.
Llamó a su celular un par de veces y la preocupación comenzó a hacerse presente cuando los tonos ni siquiera se escuchaban y mandaba directamente a buzón. Corrió hasta el estacionamiento y el terror aumentó al ver que el automóvil tampoco estaba ahí.

—¡Por un carajo! ¿Dónde...? —sus ojos se ampliaron con susto evidente al pensar en que el pelinegro conocía a la perfección en dónde vivía Taehyung—. No... ¡No, no, no!

Llamó innumerables veces al móvil de su hermano pero éste tampoco respondió y sólo sus pensamientos de que pudo haber pasado lo peor, aumentaron.
Era imposible que Jungkook hubiese conocido al fin a Taehyung.
Claramente aquello le daba un poco de pánico y podía explicarse, pero el pensar en que el pelinegro pudo haberse dado cuenta de la verdad a causa del actuar de Taehyung, le causaba un miedo tan grande que ni siquiera podía explicarlo.

Corrió lo más rápido que pudo hasta el departamento del castaño y agradeció tener una llave del hogar para así entrar en silencio y asegurarse de que todo lo que su mente estaba creando, eran ideas erróneas.

Abrió la puerta y un nudo gigantesco se creó en su garganta al observar a Jungkook y Taehyung riéndose a carcajadas mientras desayunaban pacíficamente en la cocina, pero el detalle de que el pelinegro acariciaba suavemente la mano del castaño no pasó desapercibido.
Ahora sólo esperaba y rogaba con toda su alma que toda aquella escena fuera una simple plática fraternal.

—¿Dónde estabas? —cuestionó el pelinegro en cuanto notó la presencia del ojiazul.

—Yo... Fui a beber.

—¿Qué he hecho yo para recibir tantas mentiras? ¿Me crees idiota o algo así? Podré amarte más que a nada, pero tampoco estoy cegado por el amor que te tengo...

El ojiazul no comprendía exactamente qué era lo que estaba sucediendo y odiaba tanto no poder conectar los puntos. Le dió una mirada de confusión a su hermano y éste sólo se encogió de hombros, haciéndole entender que él no sabía nada de lo que estaba ocurriendo.

—Yo no se de que hablas, Jungkook —dijo con firmeza, frunciendo el entrecejo cuando el pelinegro soltó una risa irónica—. No estés burlándote de mí y explícate.

—¿Amas a Yoongi?

Aquella pregunta lo tomó en total sorpresa. Ahora tenía claro que Taehyung había hablado de más y que por supuesto iba a matarlo, pero ahora debía concentrarse en darle la respuesta que Jungkook estaba esperando escuchar y que por supuesto, sonara bastante coherente.

—No.

—Oh, ¿de verdad? —se cruzó de brazos y rodó los ojos ante el fastidio de seguir escuchando más mentiras que al final, terminaría admitiendo—. Eso no fue lo que escuché anoche.

—¿De qué hablas?

—¡Deja de hacerte el imbécil! —el rostro del pelinegro se tornó completamente rojo ante la furia que había estado escondiendo en esos instantes—. ¡Deja de pensar que no me he dado cuenta! Dime la puta verdad para detener este sufrimiento.

—Jungkook, por favor.

—¿Por favor, qué? —se acercó hasta el ojiazul para quedar lo más cerca que pudiese de él—. ¿Es que no entiendes nada? Cuando me rechazas, me corres de tu casa, me pides espacio... Me he preguntado cada noche qué estoy haciendo mal para que me trates así. Te he dado todo, Taeyoonnie, y no... No hablo de cosas materiales. ¡Hablo de mi corazón! Te lo regalé y sólo te pedí que lo cuidaras.

—¡Y lo hice! Déjame explicarte.

—Bien, te escucho —murmuró limpiando sus lágrimas con la manga de su sudadera.

—Yo no quería, en serio que no. Sólo sucedió y yo no tengo idea de porqué seguí aquel beso que inició todo —estaba tan avergonzado que ni siquiera se atrevía a mirarlo a los ojos—. Pero yo te amo, Jungkookie.

—Ahora explícame, bebé... —dijo tan bajo que aquello sólo pudo ser audible para el ojiazul, tomó su mentón con delicadeza y lo obligó a alzar la mirada—. ¿Qué tiene que ver tu hermano Taehyung en todo esto?

Su respiración se volvió más que irregular, sus ojos se tornaron vidriosos y sintió como el aliento se le iba de a poco.

—¡¿Qué mierda le dijiste?! —gritó exasperado dirigiéndose a Taehyung para luego empujarlo con increíble fuerza haciéndolo caer al piso al instante.

El pelinegro sujetó a Taeyoon por la espalda inmovilizándolo antes de que pudiese lastimar aún más a su hermano. Era poco creíble darse cuenta de que el ojiazul prefería actuar antes de hablar y era tan molesto que hubiese elegido llegar a tal grado de violencia antes que seguir confesando sus secretos.

—¡Basta ya! Basta con tus actitudes de puto crío inmaduro —una fuerte bofetada resonó en la habitación y luego el silencio se hizo presente. Estaba tan agobiado de que el ojiazul todo lo quisiera resolver de esa forma y si para bajarle la furia necesitaba hacer algo cómo eso, no dudó ni un segundo en aceptar positivamente esa idea.

—M-me pegaste —su labio inferior temblaba de forma evidente y es que había luchado tanto por aguantarse los sollozos pero ahora sencillamente no podía seguir haciéndolo—. Jungkook, esto me está doliendo muchísimo...

—¿Y tú crees que a mí no me ha dolido todo esto? ¿Tú crees que no me duele saber que todo este tiempo me he acostado con tu hermano? Eres un idiota si estás pensando que el único que tiene derecho a sufrir, eres tú. Eres un maldito egoísta.

—Entiéndeme, yo no sabía qué hacer. No quería lastimar a Yoongi pero tampoco podía hacerlo contigo.

—Cometiste un grave error, Kim. No te aparezcas por casa porque voy a echarte —apuntó con su dedo índice al chico y luego salió completamente destrozado del departamento.

Si creía que ya tenía suficiente con lo de anoche definitivamente estaba en un grave error, porque ahora acababa de perder al amor de su vida.

▫▪▫▪▫

Por cierto, quedan 6 capítulos aprox :(

💖💜 Saranghaeeee 💜💖

» Los gemelos Kim •• KookV «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora