001

11.4K 310 60
                                    


Mis piernas tiemblan, mi corazón se alborota. Siento cosquilleo en mi estómago y todo por el lindo chico que camina por el pasillo, a lado de mi amigo. Es casi imposible acercarme a él, estoy tan perdidamente atraída hacia todo lo que haga. Pero hay algo malo: Tiene novia.

—¿A quién miras? —mi mejor amiga se pone a un lado mío tratando de buscar mi distracción.

—A nadie. —alejó mi mirada de los dos mejores amigos que conversan gustosamente entre ellos.

—¿Mirabas a Jungkook?¿Te gusta?

Negué de forma rápida. Mordí mi labio inferior, me debato en si decirle o no. Después de todo, es mi mejor amiga y merece saber todo de mí.

—Miraba a Jimin. Él…me...él me gusta.
Sus ojos se agrandaron, supongo por el nombre menos pensado.

—Ouh, eso no me lo esperaba. Tiene novia.

—Eso lo sé Jeong. Ni que intentará meterme en su relación.

—No, eso lo sé muy bien ___, igual ten cuidado, las amigas de su novia son raras.

Vuelvo a posar mi mirada en los dos chicos, encontrándome con las de ellos sonriendo y riendo, como si algo chistoso o poco peculiar hayan visto. Jungkook se acercó a su oído para susurrarle algo, pero los ojos de aquel culpable en alterar mi corazón, jamás se alejaron de los míos.

Eso me logra poner nerviosa.

Sonríe con ternura y sonrojo se torna en  sus mejillas regordetas. Algo le había dicho y al ver sus miradas puestas en mi, sabía que yo tenía que ver con ese algo.

Sin embargo, la ilusionada que me di, con el tiempo me di cuenta que nunca fui yo la causa de esa sonrisa. Sino de aquella persona que se encontró a mi costado.

 Sino de aquella persona que se encontró a mi costado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[..]

—¡Hija levántate!, llegaras tarde a tu primer día de escuela —gritó, de una manera que me arruinó el sueño, y lo que me costó dormir.

—¡Ma! No quiero ir —tapé mi rostro con la sabana, no tenia ganas de levantarme, no tenia ganas de hacer absolutamente nada, y es obvio, es inicio de semana.

—¡No te pregunte! —me quitó la gran cobija que me cubría del frío mañanero—. Asi que ahorita mismo bajas a desayunar —ordenó, para luego retirarse y dejarme con aquella molestia.  Después de todo, es mi madre.

Amor Prohibido [El Novio De Mi Mejor Amiga] [REESCRIBIENDO]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora