Hay muchas posibles situaciones en las que te puedes encontrar envuelto día con día. Y cuando se trata de una fiesta los números aumentaban.
Y justamente de todas las personas que fueron invitadas a ésta fiesta en particular, debía ser yo quien se metiera en un lío.
Creo que hasta olvide como respirar...
Por que sí, amigos ¡Alina acababa de salir por esa puerta!
¡Sí! Alina Rivero.
La chica de la que todos hablaban en la Universidad, y acababa de ser agredida físicamente por un hombre...
¡Oh, Cielos!
Si alguien lo llegara a saber sería una gran noticia; de esas de las que no se deja de hablar en semanas, podría incluso salir en las noticias, puesto que Alina es hija de un diputado...
¡Oh, cielos x2!
Un quejido de dolor ajeno hizo que recobrara la atención. El tipo que hace pocos segundos estaba lastimando a Alina seguía tirado en el piso lloriqueando por el golpe que le había dado en las pelotas.
¡Vaya que esa chica tiene fuerza!
De sólo recordar la escena, podía sentir también ese dolor, nunca me había pasado - gracias al cielo - y esperaba jamás me pasará. No me imaginaba lo que debía sentir él.
Aunque, él no era merecedor de lástima alguna, por el contrario, se merecía todo ese dolor y más. Todo por ser tan estúpido y meterse con una chica como ella.
Comencé a sentir como mi cuerpo se calentaba al recordar las imágenes de hace un momento.
No entendía que lo habría llevado a hacerle algo así a una mujer.
Me acerque a él lentamente. Verlo ahí tirado me puso enfermo, seguí sin reconocerlo por la oscuridad y tal vez era mejor así, de saber quién fue el que se atrevió a agredir a una joven de manera tan vil y sucia, sería para mí un tormento verlo por ahí, y no poder hacerlo pagar.
- Eres una basura - murmuré negando con la cabeza y mirándolo con todo el desprecio que se merecía alguien como él.
No conocia a Alina, eso no podía negarlo, la había visto en la universidad muchas veces, pero jamás había hablado con ella. Aún así no creía que nadie se mereciera que le hicieran algo así, por muchas razones que tuviera.
No podía seguir perdiendo tiempo observando a este infeliz, lo que tenía que hacer era buscar a Alina y ver que estuviera bien, seguramente debía estar aterrada. Salí de la habitación con unas enormes ganas de escupirle en la cara pero, iba en contra de mis principios, así que me tuve que aguantar.
Entre de nuevo en el bullicio de jóvenes, buscando a Alina. No sabía dónde podía estar pero lo más seguro era que intentaría pasar desapercibida entre todos esos jóvenes. Yo lo haría.
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EL CHICO SOÑADO 💕
Teen FictionDonde los sueños cobran vida y el amor comienza a fluir, Alina de ese lugar debe de huir... Pues el tiempo es corto y Alina lo sabe, su propósito no puede esperar ni por Tristán ni por nadie... Y mientras lucha por no convertirse en la marioneta del...