Pagué la cuenta cuando terminamos de comer y regresamos al auto, al principio era ella quien no quería hablar y ahora era yo quien agradecía este silencio.
Solo deseaba llegar a su casa, recoger la camisa y no volver a saber nada de ella ¿Exagerado? Supongo, pero lo que menos quería era que Alina volviera a usarme como pelota anti estrés.
No era fanático de la velocidad, en realidad nunca había tenido una razón para conducir de manera acelerada hasta ahora que no soportaba está sensación asfixiante. Mi garganta quemaba por decir algo, pero al mismo tiempo no sabía qué.
En un dos por tres llegamos a su casa y fue hasta que las llantas chirriaron contra el pavimento que me di cuenta de la velocidad con la que había conducido. Esta era la razón por la que no podía estar cerca de ella; hacia que faltará a todos mis principios y normas morales.
No la mire simplemente me recargue en el asiento y saqué mi móvil. Ella pareció entender la indirecta porque salió del auto y por el ruido de sus pasos supe que fue hasta la puerta de su casa.
Deje el celular a un lado y suspiré, tuve que frotarme la cien con los dedos por qué mi cabeza comenzaba a doler. Este no era un comportamiento característico de mi para nada. Alina lograba sacar lo peor de mi.
Salí del auto y camine hasta su puerta a esperarla, sentía la necesidad de disculparme pero no sabía por qué, yo no había hecho nada malo ¿Debía tocar la puerta? No, ella tenía que salir ¿Cierto? Pero.... ¿qué tal si no salía? Bueno, con ella no podía estar seguro de nada.
Iba a tocar cuando el timbre de un mensaje nuevo sonó en mi celular.
Era un WhatsApp, supuse que era Darío pero yo tenía registrado su número y el mensaje lo mandaron de uno desconocido.Dentro de la casa de Alina se escuchó un grito y luego un golpe, quise tocar en ese momento pero el mensaje llamo más mi atención, además Alina estaba en casa no debía correr peligro.
Tu haciéndote el héroe y mira con que clase de "princesas" estas tratando...
Eso decía el mensaje y abajo adjuntaban un video.
Intenté reproducirlo y en lo que terminaba de descargarse llegó otro mensaje.
Deja de meterte en asuntos que no te incumben o te podrían decepcionar...
Leí el mensaje unas cuatro veces, buscando un significado oculto, o algo que me dijera de quien provenían estos mensajes. Como no encontre nada lo único que me quedaba por hacer era ver el video. Rogué internamente por que no fuera un virus. No tenía planeado gastar el poco dinero que tenía en reparar mi celular.
Pero lo que contenía era aun peor...
— ¿Qué haces aquí? — La puerta de la Casa se abrió en ese momento.
-— Alina ¿está eres tú? —le dije mostrándole la pantalla de mi celular.
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EL CHICO SOÑADO 💕
Novela JuvenilDonde los sueños cobran vida y el amor comienza a fluir, Alina de ese lugar debe de huir... Pues el tiempo es corto y Alina lo sabe, su propósito no puede esperar ni por Tristán ni por nadie... Y mientras lucha por no convertirse en la marioneta del...