Vicio [Ziall]

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Tenía ideado un plan.

En cuanto saliera, tenía que correr con todas mis fuerzas como si un perro rabioso me persiguiera. Luego iría a un lugar apartado y… ¡Listo! ¡Tenía para recorrer todas las calles de la ciudad!

Sonreía cada vez esperando por la ansiada hora, aunque tenía que ser silencioso y cauteloso, un ninja profesional. Era loco que hiciera esto por culpa de mi novio, todos lo considerarían extraño, pero era necesario. Yo también debía conocer y salir por mi propia cuenta.

El timbre sonó, y rápidamente me levante de mi asiento, agarré la mochila y corrí con todas mis fuerzas.

Zayn no estaba afuera, así que seguí corriendo. Sonreía con libertad, pero a la vez con culpa. Pero es que necesitaba saber que era lo malo que había que tantas veces me había dicho Zayn. Llegué a una linda plaza, llena de arias verdes, y rodeada del área urbana agotada de tanta gente que pasaba de un lado a otro. Me sentí orgulloso de poder haber hecho esto. Al fin estaba solo, completamente solo.

Di brincos de felicidad. Nadie podía decirme que hacer.

Mi celular comenzó a sonar, lo saqué de mi bolsillo para ver la pantalla.

“Morocho”

Rayos, debe estar preocupado por mí… ¿Qué le estaba haciendo a Zayn? Esto era impropio de mí, siempre fui obediente y…

Pero debo razonar –me contradije- es una oportunidad valiosa de explorar.

Deje mi celular en silencio.

Suspire sintiéndome culpable.

Me senté en una de las tantas bancas. La gente se esparcía por la calle, ninguna en la plaza.

Mi celular comenzó a sonar otra vez, así que lo volví a sacar.

“¿DÓNDE ESTAS?

Morocho”

Apagué el celular, él no tenía que preocuparse por mí, yo podía cuidarme solo. Esto era lo que más anhelaba en mucho tiempo, al fin estoy libre y no puede reprocharme nada. Reí como si estuviera loco, pero es que era mucha emoción y adrenalina sentir esto.

Me levante convencido, guardando el celular en la mochila y con la promesa de no verlo por lo menos hasta que me sienta convencido de llamarlo o hasta terminar mi excursión. Cómo iba tan centrado en mis pensamientos y guardando el celular, no me fije que había alguien delante de mí, y que justo ese alguien choco conmigo, haciendo que mi mochila (a medio cerrar) volara por los aires y que mi cuerpo se balanceara hacia atrás y que finalmente me diera la caída. Mi trasero impactando con el suelo, pegándome en el coxis.

Eso había dolido.

Levanté la cabeza para ver al individuo que hizo que mi trasero doliera como si me lo hubieran impactado con un rayo.

Era un chico.

Traía un pantalón muy usual en los jóvenes de mi edad. Un jeans de color negro y ceñido, haciendo ver sus largas piernas, llevaba unas vans del mismo color. Su remera era gris y holgada, era muy linda y causo mucha atención en mí. Su cabello era castaño y sus mechones estaban desordenados por todo su cabello, sus labios delgados y rosados y finalmente… sus ojos. Color celeste y de tamaño pequeño, harían de este un rostro particular, como de un mismísimo dios Griego.

Trague saliva. Nervioso me puse cuando su mano se presentó delante de mis narices. La cogí tembloroso.

Esto era tan raro como cuando Zayn no se pone celoso. Es que yo no sabía cómo  rayos tenía que actuar, tenía tan poca vida social (la verdad, daba pena) que no sabía que era lo que tenía que decirle.