-7-

3.4K 222 40
                                    

-NIALL-

Me desaté de sus brazos, recibiendo una mirada de tristeza por su parte, él solo miraba mi camino rumbo al cuarto de baño, en donde decidí encerrarme y limpiarme el rostro con cuidado. Era en esos momentos en donde no tenía ganas de hacer nada, me encontraba realmente desanimado por todo lo que había ocurrido. Solo trataba de no recordar lo que había pasado, o de lo contrario, me derrumbaría allí mismo.

Luego de hacer todo lo que se hace en el baño –y luego de unos segundos en donde medité, para poder enfrentar la mirada inquisitiva de zen- decidí salir de aquel espacio reducido, para ignorar al pasillo y pasar directamente a la cocina, en donde me hice un café cargado y dos tostadas para sobrevivir hasta mañana. Cogí el plato con la comida y la taza de café, y comencé a caminar. Pero en el instante en donde iba a doblar para dirigirme a mi habitación, la presencia del zen me interrumpe, colocándose delante de mí. Levanté la cabeza, mirando sus ojos mieles atentos en los míos, su rostro parecía esperar alguna palabrería de mí, pero yo estaba seguro que este tema lo quería dar por terminado, aunque quedara inconcluso.

- Niall, por favor, yo…

- Zen, basta. –le interrumpí.

Suspiró ruidosamente.

- ¿No comerás conmigo? –preguntó, y yo negué rápidamente con la cabeza.

- No. Iré a la habitación. –quise pasar por su lado, pero me lo impidió, tomando mi antebrazo.

- Niall, de verdad que no me gusta estar así contigo.

No quería romperme, ¿pero que quería que hiciera? ¿Qué lo perdonara por arte de magia y hacer como si nada hubiera pasado?

Y es cuando mis lágrimas me traicionaron, se deslizaron rápidamente por mi mejilla y maldecí el hecho de no parecer fuerte en frente de él, porque odiaba ser tan débil. Pero es que no podía aguantarme, no era de esas personas que aunque no sean “fuertes” se podía aguantar, yo era débil, y era muy difícil guardar mis sentimientos. Era cosa de ver mis ojos, ellos siempre me delataban.

- Yo, zen, y-yo… n-no quiero, e-s que-que… -tartamudeé con la mente nublada.

- No llores, amor, no lo hagas…

Y fue ahí cuando mi corazón se rompió por completo, los ojos de Zayn se nublaron en agua, en lágrimas acumuladas que decían: “si pestañeas, lloras”. Se veía débil en frente de mí, su rostro convirtiéndose en una tristeza total, me hacía sentir culpable, porque después de todo, por mi culpa estaba de esa manera, y era muy pocas veces en donde yo lo había visto triste, llorando y débil.

- Niall… de verdad que lo siento tanto… ¡No sé qué me paso! ¡Solo estaba celoso por lo que habías hecho!

- No había motivo para ponerse celoso. –mentí, acordándome de mi pose comprometedora con Louis.

- ¿Y cómo se yo que lo que me estás diciendo es verdad? –preguntó, dejándome sin palabras.

Ahora no era en donde yo podía decir “Sólo confía en mí”, porque estaría siendo hipócrita de mi parte, pidiéndole eso cuando yo mismo no sé lo que hago con Louis. Se supone que seríamos amigos ¿cuándo fue que nos acercamos tanto? Estaba muy asustado porque –aunque no lo quiera aceptar-, Lou me ponía los pelos de punta, me sentía verdaderamente nervioso cuando él se presentaba ante mis ojos con esa dulzura y simpatía que le caracteriza.

- Niall, por favor, dime que no me estas mintiendo. –pidió.

Mi boca se entre abrió, delatando un suspiro intranquilo.

Vicio [Ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora